El tercer punto en la agenda de negociación entre el Gobierno y las Farc es el tema del narcotráfico. Y desde ya se vislumbra que si lograr acuerdos alrededor del segundo, referente a la participación política de la guerrilla, ha sido muy difícil, alcanzarlos alrededor de cómo afrontar la lucha antidroga será aún más complicado.
Desde el comienzo de las tratativas el Gobierno ha sido claro en torno a que hay unas “líneas rojas” que no se pueden cruzar en la negociación. En el tema agrario, advirtió que no se afectaría la propiedad privada. En el de la participación política ha sido claro que habrá limitantes, referidos a temas como no debilitar el sistema democrático y que sólo lleguen a los cargos aquellos subversivos que no sean culpables de delitos de lesa humanidad, pues no habrá impunidad total.
¿Y en cuanto al narcotráfico? De este tema poco se sabe, salvo que el Ejecutivo, de acuerdo a las posturas que ha defendido a lo largo de los tres años de mandato, no aceptaría propuestas guerrilleras dirigidas a la legalización de la producción y tráfico de estupefacientes, y sólo cedería en cuanto a la despenalización del consumo de marihuana y salidas legales a quienes trabajan en los narcocultivos. Acabar con la extradición tampoco estaría en la lista de cesiones.
EL NUEVO SIGLOconsultó a ex comisionados de Paz, exministros de Justicia, congresistas y otras voces sobre cuáles deben ser esas “líneas rojas” que no se pueden cruzar en la negociación en La Habana.
Para varios de ellos, aparte de que la discusión debería estar centrada en los cultivos ilícitos y las perspectivas de legalización o no, lo más importante es contar con el apoyo de la comunidad internacional, ya que es un tema que no se soluciona solo con el diálogo interno.
Nunca más
Para varios de los ex comisionados de Paz lo más complicado es que ningún punto sobre cómo avanza la negociación se conoce en estos momentos y, en ese orden de ideas, es muy complicado opinar sobre lo que se puede o no ceder en la Mesa de Negociación respecto al narcotráfico.
Para el excomisionado durante el gobierno Pastrana, Camilo Gómez Alzate, por el momento no hay suficiente información “ni del primer punto, y menos del tercero. Creo que el problema en todo radica en la falta de información para poder saber las líneas rojas que el Gobierno está fijando en cada punto”.
Añadió que el punto fundamental es que las Farc dejen de lado por completo el narcotráfico. “Si están pensando pasar a la vida política deben dejar definitivamente el narcotráfico y, segundo, tienen que convertirse en parte fundamental en la lucha frente al narcotráfico, como todos los colombianos”.
Carlos Ossa Escobar, también ex comisionado, aseguró que lo primero que se debe decir es que indudablemente el narcotráfico es una fuente de financiación muy importante de la guerrilla.
“El Presidente planteó alguna vez que las Farc podrían en un eventual acuerdo de paz comprometerse con el Gobierno en una persecución contra el narcotráfico, eso me parece muy importante en todo el proceso”, dijo.
Para el ex comisionado es muy importante que la guerrilla se vincule en la lucha frente al flagelo del narcotráfico y busque acabarlo.
El hoy precandidato uribista Carlos Holmes Trujillo, otro de los ex comisionados de Paz, reiteró su posición crítica a todo el proceso con las Farc, antes que profundizar en el tema del narcotráfico. “Prefiero no dar una opinión en esa materia porque no estoy de acuerdo con lo que está sucediendo en La Habana. Creo que ese proceso adolece de deficiencias estructurales en esa materia, no creo que conduzca a ninguna parte, estoy en desacuerdo con las conversaciones en medio de las balas y las bombas”, dijo.
Manifestó que las políticas públicas no se deben negociar con el terrorismo. “Me parece que todo lo que ocurre en La Habana es un error costosísimo para el país, de manera que prefiero no entregar mi opinión sobre ninguno de los puntos que dice el Gobierno tener en la agenda”.
Para el expresidente del Congreso e integrante del equipo de diálogos durante el gobierno Pastrana con las Farc, Fabio Valencia Cossio, lo que podría ocurrir en la discusión sobre el narcotráfico en La Habana es que se entregue información sobre las rutas. “Creo que en ese punto ellos (la guerrilla) pueden pactar no volver al narcotráfico y entregar rutas y todo lo que tienen en estos momentos…”.
Para Valencia Cossio, lo más difícil es la desmovilización de los que están en el negocio de las drogas. “Si los que están en el negocio son narcos que ya tienen todo eso armado, cómo hacen para desmontarlo en la práctica. En el tema del narcotráfico pasar de la teoría a la práctica será muy difícil”.
Extradición en la mira
El ex ministro de Justicia Carlos Medellín considera que un punto álgido será lo que tiene que ver con la eliminación de la extradición. “Ellos (la guerrilla) tocarán el tema de la eliminación de la extradición y pedirán de frente que sea sacada de la Constitución”, dijo.
Aclaró que el hecho de que las Farc pidan acabar con ese instrumento no quiere decir que se tenga que ceder. Sin embargo, Medellín anotó que la extradición no se eliminará. Agregó que otros puntos que se tratarían en La Habana serían la legalización y la sustitución de cultivos.
Problema de fondo
Por ejemplo, para el presidente de la Cámara, Hernán Penagos, el del narcotráfico no será un punto fácil en la Mesa de Negociación, sobre todo en lo relativo a temas como la legalización de la droga. “Ese es un tema que requiere no solamente voluntad nacional, sino que estén involucradas otras naciones y casi que la opinión de todo el planeta”, precisó.
“En segundo lugar está lo que tiene que ver con la forma en que la guerrilla participa en el negocio de la droga y la manera como se financia. Eso se debe resolver de fondo y hay que tener mucha claridad porque hay algunos sectores de la guerrilla que más que un ejercicio de subversión, se dedican al narcotráfico”, indicó el presidente de la Cámara.
A su turno, el presidente del Senado Juan Fernando Cristo manifestó que es importante tener en cuenta que no se puede repetir la equivocación ocurrida en la negociación con los grupos paramilitares.
“Cualquier negociación debe incluir el desmonte y la participación de la guerrilla en el negocio del narcotráfico, el desmonte de los laboratorios, el desmonte de las rutas, el desmonte de todas las estructuras, que en algunas regiones del país funcionan con base al narcotráfico dentro de la guerrilla de las Farc”.
Cristo dijo, de paso, que es optimista frente al proceso de paz aunque señaló que entiende la desesperación de la mayoría de los colombianos para tener unos resultados más concretos. “No podemos olvidar que este es un proceso de paz en el que más se ha avanzado, nunca se había llegado tan lejos, hay una agenda concreta, las partes están sentadas, han expresado disposición para llegar a un acuerdo final”, precisó.
Sin embargo, aceptó que hay obstáculos y enemigos del proceso, pero recomendó que se mantenga la calma.
Otras voces en el Congreso también consideran complicado el debate en La Habana en torno al narcotráfico. Por ejemplo, el expresidente del Senado, Juan Manuel Corzo, dijo que este es un punto delicado y de poca aceptación por las Farc. “… Se tiene que saber si van a repatriar los dineros, qué van a hacer con los dineros producto del narcotráfico, qué van a hacer si hay caletas, si van a utilizar eso en el tema político”, precisó el congresista nortesantandereano.
De igual manera señaló que el proceso tiene hoy un problema, y es que “los tiempos ya no van a dar para estar dentro de los procesos electorales que vienen. Y si eso ocurre, no sé cuál será la suerte del proceso, sacando un referendo frente a un pueblo que va a decidir pero que no tiene nada que lo motive”.
Plata para reparar víctimas
Para el presidente de la Comisión Primera del Senado, Juan Manuel Galán, la “línea roja” es que la guerrilla pretenda legalizar o limpiar todo el capital que ha acumulado con base a ese negocio ilícito. “Me parece que todo ese capital que ellos tienen guardado, quién sabe dónde, no sé si en paraísos fiscales, en los países del ALBA, con testaferros… tiene que servir para reparar a las víctimas. Las Farc deben decir cuánto dinero tienen producto del narcotráfico y si lo van a aportar para reparar”, dijo el senador liberal.
Galán indicó que la carga presupuestal, fiscal y financiera para la reparación de las víctimas no puede estar exclusivamente en cabeza del Estado. “La guerrilla debe asumir con su plata la reparación de sus víctimas, y el daño que nos han causado y eso pasa por el reconocimiento, la entrega de la verdad y la entrega del dinero que han acumulado”, sostuvo.
Para otro expresidente del Congreso, el senador Roy Barreras la estrategia del proceso frente a la discusión del narcotráfico está delineada. Dijo que los avances consisten, primero, en evacuar todo lo que tiene que ver con la participación política, refrendación popular y reconocimiento a las víctimas, “dejando para el final los dos temas complejos como son el del narcotráfico y el de las soluciones jurídicas de la desmovilización”.
Barreras añadió que sobre el narcotráfico hay avances y está claro que las “líneas rojas” tienen que ver con el abandono absoluto por parte de esa organización de cualquier práctica relacionada con ese delito.
“Para desarmarse, desmovilizarse y reintegrarse a la vida las Farc deben abandonar todos los delitos, el secuestro, el reclutamiento de menores y, por supuesto, todo lo que tenga que ver con el narcotráfico”, aseguró.
Pero lo más importante para el ex presidente del Senado es la participación activa de la erradicación de los cultivos ilícitos. También es prioritario “revisar de forma y de fondo dos temas. Uno de forma, que es la inutilidad de las fumigaciones aéreas, la inutilidad de la erradicación con glifosato, que produce más daños ambientales y agrarios que resultados. Por otro lado, el tema de fondo, que es la inutilidad de la guerra mundial contra las drogas. Probablemente sea necesario revisar el paradigma de la guerra con las drogas”.
Dijo, por último, que la solución del narcotráfico cruzará por asumirlo como un problema de salud pública y por la vía de la despenalización global de las drogas. Barreras señaló que ese tema no se podrá dejar de lado en las conclusiones de La Habana.
El nunca más
El vicepresidente del Senado Carlos Barriga reafirmó que todo lo que tenga que ver con el narcotráfico tiene que estar sobre la mesa en La Habana y partir del principio de asumir responsabilidades. “Si hoy uno de los temas de fondo es el narcotráfico, pues debe haber una responsabilidad de las partes, sobre todo de las Farc en el sentido de no incurrir más en el tráfico, producción y nada que tenga que ver con el narcotráfico”, dijo.
Para Barriga el Gobierno debe estar seguro de que el grupo subversivo no volverá al negocio de las drogas.
De otro lado, el senador Iván Name, de la Alianza Verde, expresó que el punto que se debe abordar es el desmonte definitivo del negocio del narcotráfico, una vez firmado el proceso de paz. “Se tiene que hacer un compromiso de suspender para siempre esta actividad que es nociva para el proceso”, agregó.
El legislador consideró que se deben buscar los mecanismos para verificar en cada una de las regiones del país que no se esté dando, de nuevo, el negocio del narcotráfico.
Entre tanto, el senador y también exministro de Justicia Parmenio Cuellar recordó que la guerrilla había propuesto la erradicación de los cultivos ilícitos, “pero sobre la base de entender el problema social, no es solamente erradicando de manera violenta, sino haciendo la sustitución de los cultivos”.
Modelo antidrogas
De otro lado, el congresista de la Alianza Verde y ahora precandidato presidencial, John Sudarsky, anotó que la “línea roja” será la discusión en torno a si se va o no a continuar con la política impuesta desde los Estados Unidos de la guerra contra las drogas, o si definitivamente se encontrará un modelo alternativo.
“Particularmente creo más en que la humanidad se ha inventado un modelo diferente, con respecto a la morfina, que es producto de la India, manejada adecuadamente para las personas que lo requieran y llega de manera segura”, dijo.
Sudarsky indicó que el tema central del problema del narcotráfico es cómo sacar el negocio del narcotráfico del tema de las drogas. Trajo a colación los ejemplos que hay en Uruguay y en varios estados de los EU en el sentido de despenalizar la marihuana. “Habría que ver cómo la humanidad se inventa un nuevo modelo, como lo han intentado Portugal y Holanda… En fin una gran cantidad de países donde el tema de la drogadicción es un tema médico, no un tema de la guerra”, precisó.
Los partidos
Para los distintos partidos políticos, la discusión en la Mesa de Negociación del tema del narcotráfico no será nada fácil.
Clara López, presidenta del Polo, recalcó que debe haber una política pública en la lucha frente a las drogas y se tiene que descriminalizar el consumo. “… Hasta en los Estados Unidos han legalizado toda la línea, desde la producción hasta el consumo (de marihuana). Desde luego debe haber una regulación del Estado muy cercana… Usted no puede seguir con esta guerra sin cuartel que pone en peligro a los consumidores porque los pone con personas que están en la ilegalidad”, dijo la dirigente de izquierda.
López Obregón señaló que lo que se debe hacer conjuntamente con otros países es una nueva política pública. Y puntualizó que “el narcotráfico es tan rentable como la criminalización”.
Para el presidente del Partido Conservador, exsenador Ómar Yepes, definitivamente lo que se debe hacer es un compromiso por parte de la guerrilla de suspender definitivamente el negocio del narcotráfico si se quiere la paz en verdad.
Puntualizó que esa suspensión se refiere tanto a la producción como a la distribución y comercialización. “Se debe acabar totalmente con esa práctica”, enfatizó.
Salud pública vs. penalización
En otros sectores también opinan sobre la complejidad del debate antidrogas.
Por ejemplo, para el ex contralor y ex ministro Antonio Hernández Gamarra, el principal problema en materia de narcotráfico es el hecho que se criminalice el consumo de la droga, en vez de tratarse como un problema de salud pública.
“Ese problema desde luego que no depende de nosotros, sino fundamentalmente de los países consumidores, porque es allí donde realmente se define… Si hay demanda a buen precio, hay producción, de eso nunca se duda”, aseveró.
Por eso el también exministro de Agricultura cree que lo más importante en esa materia es una política internacional de Colombia para que al consumo de narcóticos se le dé un tratamiento de un problema de salud pública.
“Creo que lógicamente este no es un tema que se pueda definir en la Mesa de Negociación… Hay que crear alternativas para que la economía campesina pase a ser una economía autosostenible, en términos de sustento para el campesino, cosa que es difícil por los costos del transporte de los alimentos”, puntualizó Hernández Gamarra.
Para abogados como Ramiro Bejarano la “línea roja”, en primer lugar, es que las Farc terminen por reconocer que están metidas en el negocio del narcotráfico y que están dispuestas a renunciar a ese negocio.
Bejarano cree que ese es todo el epicentro del problema. “Creo que allí es donde necesitamos mucha cooperación de los industriales y de la comunidad internacional, porque hay que sustituir esa gran cantidad de actividades por labores que estén dentro de la ley. Para eso se requiere mucha inversión, porque decirle a la guerrilla que de la noche a la mañana deje el negocio del narcotráfico, para ella eso es complicado”.
Insistió en que se requiere mucha inversión económica, de empresarios y de la comunidad internacional, “allí es donde vamos a ver si tenemos el apoyo del mundo”.