Nueve personas señaladas de someter violentamente a los pobladores de varios barrios de Soacha (Cundinamarca), para que no denunciaran el actuar delictivo de una estructura que usaba la fachada de comerciantes de chatarra, fueron capturados por la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional.
De acuerdo con el ente acusador, las permanentes denuncias que recibía la Fiscalía de los habitantes de la Comuna # 6 de Soacha (Cundinamarca), fueron el punto de partida para detectar el comportamiento ilegal de una banda autodenominada ‘Los Chatarreros’, que quería imponer de cualquier manera su negocio ilegal de venta de estupefacientes.
La Seccional Cundinamarca de la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, a través de la Unidad Nacional de Intervención (Unipol), concentraron esfuerzos para establecer identidades y dar con la ubicación de una de las organizaciones que más afectaba la seguridad ciudadana en el municipio.
Durante dos años fue clasificada la información que se recibía de la comunidad, se hicieron seguimientos y controles técnicos avalados judicialmente, hasta descifrar los roles que cumplían los presuntos integrantes de ‘Los Chatarreros’ y, en operativos simultáneos, fueron capturadas nueve personas señaladas de ser las fichas principales de la banda delincuencial.
En las diligencias fueron incautados diversos elementos como seis teléfonos celulares, un revólver calibre 38 mm y cartuchos, además de marihuana y bazuco, sustancias que estaban embaladas y listas para ser distribuidas al menudeo.
Entre los detenidos está el presunto cabecilla de la estructura conocido como ‘Mao’, quien habría usado la fachada de vendedor de chatarra para moverse por distintos barrios de Soacha, camuflar armas, droga e intentar pasar desapercibido para las autoridades.
Las investigaciones apuntan a que ‘Mao’ sería el encargado de ordenar muertes selectivas contra los integrantes de otras bandas que le disputaban el control del tráfico de estupefacientes y presuntamente presionaba a pobladores para que abandonaran sus viviendas.
Junto al cabecilla fueron capturados otros cinco hombres y tres mujeres. La Fiscalía los presentó ante juez de control de garantías y les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado, tráfico y porte de estupefacientes, fabricación y porte ilegal de armas de fuego y desplazamiento forzado. Seis de los procesados, entre ellos ‘Mao’, recibieron medida de aseguramiento en centro carcelario; a tres, el juez otorgó detención domiciliaria.
Contra ‘Los Chatarreros’ hay evidencias que los vincula al desplazamiento de cuatro familias del Barrio Villa Julia de Soacha, entre abril y mayo de 2016. Al parecer, abandonaron sus propiedades a causa de las amenazas y atentados que sufrieron en su contra, ya que habrían rechazado la comercialización de alucinógenos. De acuerdo a varios testimonios recopilados, los integrantes de la estructura delincuencial tomaron posesión de las casas abandonadas y las usaron como centros de acopio y venta de estupefacientes.
En el curso de la investigación y gracias al aval de un juez de garantías, los investigadores de la Fiscalía y de la Policía obtuvieron varias horas de grabación de las conversaciones telefónicas de los presuntos integrantes de ‘Los Chatarreros’.
Muchos de los diálogos correspondían al envío de alucinógenos. ‘Mao’ exigía a sus distribuidores referirse a las dosis con la palabra ‘recarga’ y les pedía asignar un valor en pesos a la cantidad que requerían.
En otras de las comunicaciones conocidas, una persona que haría parte de la estructura criminal reportaba al señalado cabecilla, que uno de sus hermanos había sido atacado con arma cortopunzante por un hombre que pertenecería a otra banda delincuencial. En la llamada solicitó a ‘Mao’ intervenir, ubicar al agresor y asesinarlo.
Las grabaciones analizadas también dan cuenta de las maniobras que utilizaban para camuflar armas y distribuirlas entre los integrantes de la banda. Todos los audios fueron revelados en audiencias de control de garantías.