El colombiano Nairo Quintana insistió , en la primera jornada de descanso del Tour de Francia, que sigue "soñando" con convertirse en el primer sudamericano en ganar la carrera, a pesar de las críticas por salir de Los Pirineos sin haber atacado a Chris Froome.
Desde Andorra y junto al jefe del equipo Movistar, Eusebio Unzué, Quintana compareció ante los periodistas muy sonriente, seguro de que sus opciones para llegar con el maillot amarillo a París siguen intactas.
"Sigo soñando, sigo soñando... Estamos en la lucha y esperamos que se haga realidad", dijo.
Quintana sale de las tres jornadas pirenaicas con 23 segundos de diferencia con Froome (Sky), el líder de la general.
"Está bastante fuerte y su equipo es bastante fuerte. Este año ha dicho que ha retrasado su preparación para estar listo en la última semana. Nos sorprende tantas veces que no sabemos qué esperar", señaló el colombiano sobre su gran rival.
Froome atacó a Quintana el sábado, cuando logró 23 segundos en el descenso (13 segundos +10 de bonificaciones) de Bagneres de Luchon, en la octava etapa, que ganó en solitario.
"No es un problema bajar, tenemos buen material y le podemos hacer rendir al 100%. El otro día me pilló en un descuido por tomar un bidón y eso se cobró los segundos", explicó el ciclista de 26 años.
"Principalmente pienso que vio el momento y lo aprovechó, es el momento y la oportunidad, si lo captas, lo aprovechas. Él lo supo hacer", añadió.
Unzué también se refirió al espectacular descenso del británico en Bagneres de Luchon.
"El error fue por nuestra parte, por no estar más encima de él, pensamos que no ocurriría. Era poner en riesgo tal cantidad de cosas por unos segundos que no lo teníamos entre las posibilidades de lo que podía suceder", dijo el español.
- Ilusionado por el Mont Ventoux -
Quintana insistió en tranquilizar los ánimos, acusado de inmovilista y de ceñirse a ir a rueda de Froome.
"Vamos día a día, por mi parte y en el equipo, queda mucho Tour por recorrer, muchas montañas, y no nos podemos dejar toda la vida en un solo día. Hay que ir poco a poco para ver cómo están los rivales y ver una posibilidad de ataque", dijo.
"Hemos salvado la primera semana perdiendo sólo 13 segundos más bonificaciones, es motivo de satisfacción y cierta tranquilidad, hemos pasado exámenes muy difíciles, nos ha respetado la buena suerte", añadió Unzué.
El martes la carrera continúa con la décima etapa, 197 kilómetros entre Escaldes-Engordany y Revel, de camino a Los Alpes.
"Nos faltan seis o siete exámenes en el que se encontrarán en el uno contra uno (Froome-Quintana). Froome tiene un equipo detrás impresionante, podría venir con un equipo menos fuerte y así habría más espectáculo", bromeó Unzué sobre el potencial del equipo Sky.
Siempre con la prudencia que le caracteriza, Quintana habló de la motivación que le supone atacar en el Mont Ventoux, en la 12ª etapa.
"Es una mítica del ciclismo y ganar ahí lo han hecho los grandes, me haría ilusión. Vamos a esperar a ver qué puede pasar, porque Froome está muy fuerte, no podemos ponernos locos y gastar las fuerzas para que los rivales se aprovechen de uno", insistió el dos veces subcampeón (2013 y 2015), siempre por detrás de Froome.
Finalmente subrayó su buen estado de forma: "Estoy mejor que otros años, la madurez se nota, espero que pueda pasar en la contrarreloj (viernes), que es donde tengo más debilidad frente a él".