A través del deporte, este destacado colombiano se une a las celebridades que apoyan a UNICEF para alzar la voz de las niñas, los niños y los adolescentes y defender la garantía de sus derechos.
Los Amigos y colaboradores de UNICEF son convocados por varias razones, entre ellas: por comunicarse de manera efectiva, tener un interés genuino en los problemas que enfrentan los niños, ejemplificar la buena ciudadanía, ser creíbles y por ser capaces de actuar como defensores influyentes para los niños.
Roberto De Bernardi, Representante de UNICEF en Colombia afirma que “Nairo es un ejemplo de lo que significa ser un colombiano apasionado, valiente, que genera inspiración, que ha demostrado tener principios coherentes de vida y quien es capaz de actuar como defensor de los derechos de los niños, como figura nacional”. Además asegura De Bernardi que: “Quintana tiene un interés genuino en los problemas que enfrentan los niños, y está dispuesto a aprender más de la labor que UNICEF desarrolla en el territorio colombiano, a través de reuniones y visitas de campo, que a veces implican circunstancias difíciles” asegura De Bernardi.
“Como deportista pedaleo de manera incansable para alcanzar mis metas, las de mi equipo y los sueños de un país, pero mis responsabilidades van más allá de la bicicleta, soy padre de Mariana, soy un hombre consiente de la necesidad de que cada adulto se comprometa con los niños, niñas y adolescentes para la construcción de un mejor futuro” asegura, Nairo Quintana ciclista colombiano.
Durante más de medio siglo, famosos que se unen a UNICEF han ayudado a proteger los derechos y mejorar las vidas de los niños de todo el mundo. Las celebridades que apoyan a UNICEF pueden colaborar movilizando recursos, generando conciencia pública sobre las cuestiones de la infancia y mostrando que los niños son y debe ser una prioridad.
“Nuestra relación con los famosos, como todo lo que define nuestro trabajo, se basa en la visión y los valores de UNICEF, basado en la Convención sobre los Derechos del Niño”. Afirma Roberto de Bernardi.