Siempre se ha dicho que el Tour de Francia, considerado la competencia ciclística más importante del mundo, es inhumano, y eso que ya no hay etapas de 300 kilómetros, lo que ha llevado a los mismos pedalistas, como lo hiciera Alberto Contador, a proponer que el límite debería ser 200 kilómetros.
Para confirmar esa afirmación, que de paso hace a la prueba algo singular, tras varios tramos largos y una fracción como la de ayer con tres pasos montañosos, uno de ellos cerca de la meta, para hoy se programó la que puede ser la etapa reina de la edición de este año, entre Natua y Chambery, sobre 181.5 kilómetros, pero con siete pasos elevados.
Nada más a pocos kilómetros de la partida los pedalistas se encontrarán con los primeros puertos montañosos, de segunda y tercera categoría, respectivamente, para luego encarar un descenso, otro premio de tercera categoría, antes de ir en búsqueda del primer paso elevado catalogado como fuera de categoría.
Nuevamente seguirá un fuerte descenso y una ascensión hacia el otro premio de fuera de categoría, tras el cual vendrá un descenso, terreno llano y a subir de nuevo puerto de cuarta categoría, como para que los pedalistas tomen aliento e inicien la escalada a otro paso fuera de serie.
El mismo está ubicado en el kilómetro 155 de la fracción, es decir a 28 de la meta y en la prolongada bajada y el terreno llano que anteceden a la meta, se podría perder lo hecho en la montaña para ganar segundos o minutos en la disputa por el título de la carrera.
Sin embargo, la dureza de la etapa podría marcar el derrotero en la pelea por el título y de paso sacar de competencia a unos cuantos pedalistas.
La fracción es para correrla con mucha inteligencia, pero también invita a arriesgar, sobre todo a aquellos que están en desventaja frente al británico Chris Froome, entre ellos Nairo Quintana.
Bien es sabido que en la medida en que avanzan las carreras el boyacense se va haciendo más fuerte, sobre todo en la tercera semana, cuando habrá dos tramos que lo podrían favorecer. No obstante es claro que no se puede dejar todo para el final porque puede suceder lo que en otras carreras cuando su desempeño le sirvió para quitarse minutos de encima, pero no el tiempo suficiente para derrotar a Froome.
¿El día D?
Una cosa es lo que piensa el aficionado, otra el periodista y otra lo que pueden tener en mente Nairo y Unzué.
Desde la óptica de los seguidores colombianos la novena etapa, hoy, por la cantidad de pasos elevados que incluye es la ideal para que de una vez por todas el boyacense diga aquí estoy, y vengo a cumplir mi “sueño amarillo”.
Si el corredor del Movistar está en óptimas condiciones, se decide a atacar y encuentra aliados que quieran pelear por la corona y dejar fuera a Froome, puede concretar una etapa épica.
El gran problema para Quintana es que su escudero mayor, Alberto Valverde, ya no está a causa de la caída que sufrió en el prólogo y Darwin Atapuma y Andrei Amador no parecen encontrarse en su mejor forma como para trabajarle y ayudarle a sacar provecho de los empinados puertos que se transitarán.
También es claro que desde cuando se baje la bandera en Nantua, el boyacense debe estar atento y tratar de involucrarse en alguna fuga, sobre todo si alguno de los que decide irse es un buen escalador.
¡De cuidado!
De cara a la etapa de hoy hay algo que es bien claro y es que los rivales de Nairo lo van a atacar, que intentarán sacar provecho de la debilidad aparente de su equipo para sacarlo de una vez por todas de la baraja de candidatos a lo más alto del podio en los Campos Elíseos.
Froome, que ha dicho a los cuatro vientos que Nairo no es el rival a tener en cuenta en este Tour, sabe que el colombiano es realmente el hombre que le puede amargar el rato y que sí está en un buen día lo puede atacar, sacarle tiempo y que apenas lo podrá volver a ver en la meta en Chambery.
Otros, como Fabio Aru, quien ya dio muestras de estar en forma, o Richie Porte, Romain Bardet, Thomas, pueden hacer una alianza tácita para buscar sacar provecho de este durísimo tramo.
Falta ver qué hará el español Alberto Contador y cómo plantean la etapa Rigoberto Urán y Esteban Chavito Chaves.
Pensar en que el ibérico y los colombianos se puedan aliar y apostar por jugar sus cartas en contra de Froome, no es descabellado, pero eso es algo que no se habla, sino que resulta de las necesidades dentro de la competencia.
No es el caso del británico que sí cuenta con un gran equipo, en el que Henao trabaja mucho, sobre todo en la montaña y, aparte de ello, en carretera dispone de la colaboración de corredores que pasaron por el Sky.
Son muchos los factores que hacen de esta, la novena etapa del Tour de Francia, la más dura de la actual edición y es propicia para que se destapen las cartas de quienes quieren ir por la corona en París.