Aunque el escándalo de los mercados y las medicinas para damnificados del invierno que nunca fueron entregados y que se pudrieron en una bodega data de la época de la administración de Joaco Berrío Villarreal, a finales de 2007, los dos gobiernos que le siguieron, incluyendo el que se posesionó ayer con Juan Carlos Gossaín, han tenido que ocuparse de este verdadero chicharrón.
Sin embargo a pesar de que avanzan las investigaciones y hay demandas de por medio aún no hay sanciones, y cada cual a su manera explica su actuación en lo que le corresponde.
En este sentido el nuevo gobernador Juan Carlos Gossaín heredó el problema de una demanda contra la Gobernación por 9 mil millones de pesos por parte del proveedor de esas medicinas y mercados y del dueño de la bodega en donde están almacenados, que exigen que les paguen.
Berrío se negó a pagar y entregar esa ayuda a los damnificados al considerar que la contratación era ilegal.
Al respecto Gossaín, quien apenas hoy se instala en su oficina en la Gobernación, dijo que “no voy a entrar en dilaciones. Voy a resolver este ‘chicharrón’ bajo los términos establecidos por la ley. La oficina jurídica iniciará en enero una valoración de los hechos y actuaciones de las administraciones anteriores para determinar cuál es el camino correcto, si pagar, sancionar o si hay efectos a repeticiones”.
Por su parte Alberto Bernal, quien ganó unas elecciones atípicas para reemplazar a Berrío tras renunciar unos días antes de que fuera destituido por la Procuraduría por otro hecho, dijo unos días de finalizar su periodo que “nosotros estamos revisando la posibilidad de llegar a una conciliación para evitar un detrimento patrimonial. Esto se hace con el acompañamiento de la Procuraduría General de la Nación. De fallar a favor de los proveedores, es claro que habrá un detrimento. No tenemos los recursos, pero si se llega a una conciliación, lo haríamos. Si no le tocará al próximo gobernador”.