Tensión al máximo. Eso era que se vivía ayer en las naciones árabes y occidentales. El embajador de Estados Unidos en Libia murió en un ataque contra el consulado en Bengasi llevado a cabo por hombres armados que protestaban contra una película que consideraban ofensiva para el islam. El crimen desató la condena enérgica de Washington y numerosos países.
El embajador Christopher Stevens, que apoyó la revuelta contra el régimen de Muamar Gadafi, y tres funcionarios estadounidenses del consulado murieron en el ataque, según lo confirmó el viceministro del Interior, Wanis al Sharef.
También resultaron heridos cinco civiles norteamericanos y murieron varios agentes de seguridad libios.
Las autoridades libias presentaron sus excusas a Washington y acusaron a partidarios del extinto régimen de Muamar Gadafi y a Al Qaida del ataque efectuado la noche del martes y las primeras horas de la madrugada de ayer, cuando en Estados Unidos se conmemoraba el onceavo aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
Tras el asesinato del embajador, condenado firmemente por la ONU y numerosos países, el Pentágono anunció el despliegue en Libia de una fuerza de marines especializados en la lucha antiterrorista.
El ataque de Bengasi es el primero de esta envergadura contra una embajada occidental en Libia desde la caída del régimen de Gadafi en agosto de 2011.
Ataque con cohetes
Las circunstancias del ataque poco a poco se fueron esclareciendo. En protesta contra la película, que consideraban insultante para el islam, los manifestantes armados atacaron el consulado y dispararon cohetes contra el edificio, indicaron fuentes de seguridad libias.
Los manifestantes arrancaron la bandera estadounidense y prendieron fuego al consulado, en tanto que se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y hombres armados.
Uno de los testigos dijo que había salafistas entre los asaltantes y habló de pillaje y vandalismo.
Sorprendidos por la violencia del ataque, los miembros de los servicios de seguridad libios, que vigilaban el consulado, abandonaron el lugar, afirmó otra fuente de seguridad en Bengasi.
No estaba claro por qué Stevens se encontraba en el consulado de Bengasi en el momento del ataque la noche del martes o si los atacantes que lanzaron los cohetes que incendiaron el edificio sabían que él se encontraba allí.
El viceministro libio del Interior explicó que la situación degeneró cuando los guardias estadounidenses "dispararon contra los manifestantes que protestaban por la película", entre los cuales había "criminales y hombres que se infiltraron".
La muerte del embajador se habría debido a una asfixia por inhalación de monóxido de carbono, según una fuente de seguridad.
"Estados Unidos condena en los términos más fuertes este ataque escandaloso y chocante. Actuaremos para poner a nuestros diplomáticos bajo seguridad con el gobierno libio", dijo Obama durante una intervención desde el Rosedal de la Casa Blanca, junto a la secretaria de Estado Hillary Clinton.
Obama afirmó no obstante que "el ataque no romperá los lazos entre Estados Unidos y Libia".
Clinton atribuyó el asalto a "un grupo pequeño y salvaje".
Mientras tanto, un avión norteamericano llegó a Trípoli para repatriar los cuatro cadáveres.
El último ataque que costó la vida a un embajador estadounidense se remonta al 14 de febrero de 1979, cuando Adolph Dubs murió en el asalto efectuado por las fuerzas gubernamentales para liberarlo tras su secuestro por parte de islamistas en Kabul.
Iracundos
Las protestas contra la película se extendían anoche -al cierre de esta edición- mientras tanto en los países musulmanes, con manifestaciones ante las representaciones de Estados Unidos en Casablanca, Túnez y Jartum.
En El Cairo, los islamistas se manifestaron por segundo día consecutivo ante la embajada de Estados Unidos, después de un llamamiento de las autoridades a la moderación. Y hoy se prevé en Teherán una concentración ante la embajada de Suiza, que representa los intereses de Washington.
La película "Innocence of Muslims" ("La Inocencia de los Musulmanes") se refiere a la vida de Mahoma, del que se burla, toca temas como la homosexualidad y la pedofilia y presenta a los musulmanes como inmorales y gratuitamente violentos. (ver recuadro)
Su realizador es el israelo-estadounidense Sam Bacile, que describe el islam como "un cáncer". Según declaraciones ayer de un colaborador suyo, el autor "está muy disgustado de que el embajador haya sido asesinado" y decidió esconderse.
¿Al Qaida o gadafistas?
En Trípoli, Mohamed al Megaryef, presidente del Congreso General Nacional, máxima autoridad política de Libia, presentó sus "excusas a Estados Unidos, al pueblo norteamericano y al mundo entero por lo que pasó".
Las autoridades libias acusaron del asalto a los partidarios de Gadafi y a la red islamista Al Qaida.
Pese a todo, el CGN dejó en firme anoche el acto de elección del jefe de gobierno, cuya principal tarea será poner en marcha un ejército y una policía profesionales. El designado fue el vice primer ministro del ejecutivo saliente, Mustafa Abu Shagur.
Bengasi, la segunda ciudad libia, bastión de la revuelta anti Gadafi, vive en los últimos meses una ola de violencia que incluye ataques contra occidentales y el asesinato de oficiales del ejército y de los servicios de seguridad.
/Resumen AFP
La película de la discordia
La película "Innocence of Muslims" ("La Inocencia de los Musulmanes") se refiere a la vida de Mahoma, del que se burla, toca temas como la homosexualidad y la pedofilia y presenta a los musulmanes como inmorales y gratuitamente violentos.
Partes de esta película basada en un guión confuso se difundieron por internet o por canales de televisión privados. Actores que hablan en inglés con acento estadounidense presentan a los musulmanes como inmorales y gratuitamente violentos y se burlan del profeta Mahoma.
La película fue realizada por un israelo-estadounidense Sam Bacile, quien califica al islam de "cáncer". Es un empresario del sector de la construcción de 52 años proveniente del sur de California (EU).
Bacile dijo a The Wall Street Journal que se responsabiliza por su película, para la que dijo haber recaudado 5 millones de dólares de cerca de 100 donantes judíos, cuya identidad se rehúsa a revelar.
Bacile afirma haber trabajado con 60 actores y un equipo de 45 personas para filmar en California, en tres meses, esta película de dos horas. "La película es política, no religiosa", afirmó.
La cinta está siendo promocionada por el controvertido pastor de Florida (sureste) Terry Jones, quien ha encabezado manifestaciones que incluyen quemas del Corán y protestas contra la construcción de una mezquita cerca del lugar en donde ocurrieron los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
"Se trata de una producción estadounidense, que no está diseñada para atacar a los musulmanes sino para mostrar la ideología destructiva del islamismo", dijo Jones en un comunicado, y añadió que el filme "revela en una forma satírica la vida (del profeta) Mahoma".
Según la prensa egipcia y predicadores musulmanes radicales, coptos residentes en Estados Unidos estarían implicados en la realización de esta película./AFP