La historia para Santa Fe y Nacional, los otros dos clasificados a la semifinal del fútbol profesional colombiano pareció estar escrita de la misma manera, con una trama de mucho sufrimiento y un final feliz.
Los dos equipos ganaron sus partidos de ida por el mismo marcador: 4-1 y sobre el papel, ayer no deberían tener ninguna dificultad para confirmar su paso a la semifinal. Pero no fue así. Los dos pasaron su susto.
El drama para los Cardenales fue mayor porque como se esperaba, el Once Caldas vino a Bogotá a dar pelea con un argumento que le es característico y es el fútbol bien jugado.
Pero además, aparte de su decisión para intentar forzar cuando menos la definición desde los 12 pasos, estuvo la actitud de su rival, que salió a la cancha demasiado confiado, como displicente y mirando por encima del hombro a su contrincante.
Los Sabios hicieron lo que tenían, atacar y defenderse bien para evitar que les marcaran y a través de una pena máxima, convertida por Arias, alimentaron aún más la ilusión de recuperar el terreno perdido en su estadio.
Santa Fe dio ventajas, no concretó las pocas opciones de gol que generó, cometió errores y empezó a sufrir cuando otra vez Arias marcó y puso las cuentas 2-0.
Los Albos se hicieron al control del balón, siguieron, con paciencia, insistiendo sobre el arco defendido por Vargas, pero cuando más cerca estaba de llegar el 3-0 que hubiera forzado el cobro desde los 12 pasos, apreció el salvador de los Cardenales, Yerri Mina, quien había ingresado a la segunda parte, y venció la portería del juvenil arquero Román y con ello se esfumaron las ilusiones de los de Manizales.
“Yo creo que ellos estaban jugando su fútbol y nosotros estábamos bien parados, a pesar de despedirnos de esta Liga dejamos una buena imagen de este Once Caldas”, afirmó José Heriberto Izquierdo, uno de los más destacados por parte del cuadro manizalita.
A su vez, Nacional empezó perdiendo de entrada ante Envigado. El campanazo para los dirigidos por Juan Carlos Osorio lo dio Burbano al minuto tres de iniciada la contienda y todo hacía presagiar que de seguir jugando así los naranja, acortarían distancias.
Pero a Envigado no le alcanzó la gasolina y aunque pudo marcar otro gol, terminó derrotado 2-1. Nájera y Juan Pablo Ángel se encargaron de darle vuelta al marcador y confirmar a su equipo como semifinalista.
Ahora, Nacional y Santa Fe se verán las caras el miércoles en El Campín y el domingo en Medellín, en una serie que promete ser muy reñida, siempre y cuando los jugadores de Santa Fe se pongan serios.
Nacional tiene un doble compromiso por aquello de que está en la Copa Libertadores, pero cuenta con nómina suficiente como para aspirar a avanzar a la final y los Cardenales, jugando sin mirar sobre el hombro al rival, tienen cómo ponerle resistencia y pelear el paso a la final.