Dos partidos arduamente disputados, en los que reinó el juego limpio, Nacional hizo la tarea y superó 2-1 a Pasto, para convertirse en el rival de Santa Fe en la disputa por el título en el fútbol profesional colombiano, torneo Apertura.
El gran opcionado era Tolima, pero la responsabilidad le volvió a pesar y cayó en casa 1-0 ante Itagüí, que hizo lo que debía, por si de pronto el otro resultado se le daba.
La final entre Nacional y Santa Fe comenzará el próximo domingo en el estadio Atanasio Girardot de Medellín y la vuelta se disputará bien el 17 de julio, si los Cardenales no pasan a la final de la Copa Libertadores de América, pero si lo hacen, el duelo será el 21 de julio en El Campín de Bogotá.
Santa Fe, que se clasificó por anticipado a la final, en la que buscará su octava corona, cerró su campaña el sábado con un empate 1-1 con Cali, en un partido en el que utilizó una nómina mixta y que resultó bastante entretenido.
El visitante se fue arriba en el marcador con gol de Miguel Murillo, pero el argentino Emanuel Molina se encargó de darle la paridad a los dirigidos por Wilson Gutiérrez, quien reservó al equipo titular para enfrentar mañana a Olimpia del Paraguay en el duelo de vuelta por la semifinal de la Copa.
Ayer, Nacional que tras su inicio en la liguilla, con dos derrotas, parecía no estar para alcanzar un cupo a la final, salió en el estadio Atanasio Girardot de Medellín a hacer lo que debía: buscar ganar el partido y a esperar lo que sucediera en Ibagué, y por ello al minuto seis se fue arriba en el tanteador, con gol de Fernando Uribe, jugador que al igual que el técnico Juan Carlos Osorio ha sido duramente criticado por hinchas y periodistas paisas.
El local continuó con el dominio del juego y tuvo varias opciones para ampliar la ventaja, sobre todo por las bandas: Alejandro Bernal, Juan David Valencia y John Freddy Pajoy tenían muchas facilidades para llegar al área y poner peligro en la meta defendida por Lucero Álvarez.
La paridad llegó por intermedio de Humberto Marquínez, pero Francisco Nájera se encargó de poner a ganar a los Verdolagas y con ello avanzaron, por cuanto Tolima, cayó en su estadio.
El cuadro de Ditaires se impuso en Ibagué con un golazo de Víctor Cortés, pero la victoria no le alcanzó y debió conformarse con saber que jugó limpio e hizo lo que tenía que hacer: salir a ganar.
La nota fea, desagradable, la puso la hinchada del Tolima que culpó de la derrota al exsenador Gabriel Camargo, contra quien la emprendieron porque su equipo no alcanzó la final. Olvidaron que el empresario lleva años de su vida dedicados a apoyar al elenco y que a pesar de que las taquillas no le dan ni para pagar un cuarto de la nómina, siempre arma conjuntos competitivos.