A 31 de octubre de 2018, el registro oficial era de 113 víctimas por minas antipersonales, mientras que en 2017 el número fue de 46.

Durante 2018, las víctimas de minas antipersonales en Colombia aumentaron comparado con el 2017, indicó este martes el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos.

A 31 de octubre de 2018, el registro oficial era de 113 víctimas por minas antipersonales, mientras que en 2017 el número fue de 46, explicó el funcionario en el marco de la XVII Reunión de Estados de la Convención de Ottawa sobre la destrucción de estos explosivos.

El “preocupante” incremento, dijo Ceballos, obedece a la migración de Grupos Armados Organizados (GAO), como el ELN, así como el surgimiento de otras estructuras de delincuencia organizada en disputa por el control territorial.

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“Los lugares donde se ha presentado la accidentalidad no corresponden a zonas en las que se adelantan operaciones de desminado humanitario. Se trata de los territorios que aún padecen el flagelo de la presencia del ELN y otros Grupos Armados Organizados”, aseguró el alto funcionario.

Ceballos señaló que el país está comprometido a cumplir con el Tratado de Ottawa que estipula que el país debe estar libre de artefactos explosivos para 2021.

Se están fortaleciendo la asistencia a las víctimas, la educación en el riesgo de minas y el establecimiento del sistema normativo para cumplir con el acuerdo.

“Las minas antipersonal son una tragedia para Colombia, están instaladas en una amplia parte del territorio nacional, en especial sobre los campos donde habitan campesinos, colonos, comunidades afrodescendientes e indígenas; no distinguen raza, religión, sexo, edad, combatiente o civil. Son una clara violación a los derechos humanos y una infracción al Derecho Internacional Humanitario”, concluyó Ceballos en su intervención.