Dijo que, eso podría poner en riesgo la sostenibilidad futura del sistema de salud
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué deja esta pandemia en relación con las carencias del sistema de salud?
JUAN CARLOS CORTÉS: La necesidad de revisar estructuralmente los sistemas de seguridad social y salud. Fortalecer componentes como el de la protección al cesante, los subsidios al desempleo y establecer prestaciones de ingreso mínimo familiar universales, que son mecanismos que los estados adoptan para enfrentar situaciones de crisis como esta, y que estamos poniendo a prueba como en el caso del subsidio al cesante. En este hay ya más de 150.000 solicitudes acogidas por la cajas de compensación familiar, se han pagado 63.000 de ellas, por alrededor de $210.000 millones.
Se desnudan debilidades históricas en salud, que hay que entrar a revisar y superar, entre ellas, una arquitectura institucional muy compleja: muchos actores, muchos pasos, muchos peajes que terminan afectando a los usuarios, al servicio y a los profesionales que prestan la salud.
Hay mucha intermediación que ha llevado a una acumulación de cartera enorme. Hablamos de más de $6 billones que se adeudan a los prestadores, al punto que nos ha tocado en medidas de emergencia, recurrir a las reservas de las EPS.
ENS: ¿Qué trae como consecuencia acudir a las reservas de las EPS?
JCC: Es una medida que puede poner en riesgo la sostenibilidad futura, por eso, ese tema de ajustar la arquitectura y lograr la simplificación de trámites facilitará la garantía efectiva para que los ciudadanos puedan acceder al servicio y algo fundamental: lograr el fortalecimiento de la red y de las instituciones.
Un sistema de salud se mide por la capacidad que tiene de desarrollar instituciones médicas, de investigación y de atención. Nosotros debemos responder a ese reto. Más centros de atención en regiones dispersas y más instituciones especializadas. Menos demandas y recobros. Menos trabas para acceder al servicio que exigen a la gente interponer tutelas. Menos corrupción.
ENS: ¿Ya el Gobierno se ha puesto al día con la red hospitalaria?
JCC: Se han expedido normas y se ha avanzado. Deben comprometerse recursos adicionales al giro ordinario, desde la Adres, y acelerar el cumplimiento del acuerdo de punto final, así como es necesaria una inyección adicional de recursos para la red pública. Por ejemplo, cerca de $900.000 millones se adeudan a los hospitales universitarios, que son los que tienen en las regiones los centros de atención de mayor complejidad. Esa deuda hay que pagarla de manera inmediata.
Prioridad: atender lo que pasa en departamentos como Guaviare, Guainía, Vichada, Amazonas, Chocó, Casanare y San Andrés, que suman acreencias por más de $320.000 millones. Hay que avanzar más rápido en el esquema de compra de cartera, que sin embargo ya se aprecia como insuficiente. Se necesita meterle acelerador a este tema para que haya un flujo efectivo de recursos. Si esto no ocurre, seguirán afectándose los eslabones más débiles de la cadena, los profesionales de la salud y los pacientes.
ENS: ¿Cómo estamos en la entrega de elementos de protección a los médicos?
JCC: Se avanza, pero no en la proporción y con el ritmo necesarios. Estamos terminando una validación de la última semana de lo que les han entregado al personal asistencial las administradoras de riesgo laborales. Hasta la semana anterior se habían enviado 7 millones de elementos, entre tapabocas, caretas, visores, guantes, batas antifluido y otros, que facilitan el blindaje de los profesionales de la salud. No obstante, el 93% de ellos son guantes y mascarillas no quirúrgicas.
ENS: ¿Cómo estamos en el número de pruebas del Covid-19?
JCC: Hemos avanzado por la puesta en operación de otros centros complementarios al Instituto Nacional de Salud (INS) a nivel regional. Eso ha permitido mayor agilidad en el trámite de las pruebas. Persisten dificultades en cuanto a la suficiencia de los reactivos que se requieren para la práctica de aquellas. El gran llamado es incrementar en número de pruebas diarias para tener de manera oportuna más diagnósticos. Un tamizaje más amplio nos colocaría en mejor nivel respecto de otros países y nos permitiría contar con los elementos técnicos necesarios para tomar mejores decisiones de política pública.