La afectación que sufrió el Oleoducto Transandino OTA, sobre la vereda Coataquer del municipio de Mallama, en el departamento de Nariño, se constituyó en el ataque número 14 que se produce contra la infraestructura petrolera en lo que va corrido de este año y en el 2.114 desde el 2000 a la fecha.
Esta acción terrorista habría sido perpetrada por integrantes de la compañía José Luis Cabrera Ruales del Eln, grupo al que se le atribuyen la mayoría de voladuras del tubo en el país y cuyo accionar violento llevó al Gobierno nacional a dar por terminadas las negociaciones de paz que se adelantaban en La Habana.
Este atentado ocasionó la ruptura del tubo, el cual en el momento no se encontraba en operación de bombeo, sin embargo se presentó conflagración y derramamiento de crudo residual, lo que ocasionó afectaciones a los cultivos del sector y daños al medio ambiente. En el lugar no se registró población civil afectada, ni pérdidas humanas que lamentar.
Según reportes a la Autoridad Nacional de licencias Ambientales, ANLA, al momento del atentado el OTA no se encontraba en operación, pero la acción terrorista produjo un incendio que obligó a la activación inmediata del plan de contingencia y la alerta al Consejo Departamental de Atención del Riesgo de Nariño.
De acuerdo con la ANLA, especialmente los ataques se han dado sobre el oleoducto Caño Limón-Coveñas, “lo cual ha implicado afectaciones al medio ambiente, pese a la activación de los planes de contingencia por parte de los operadores”.
“La ANLA ha venido haciendo seguimiento estricto a estos incidentes que, en la mayoría de los casos, generan impactos sobre los ecosistemas”, señaló la entidad.
En los últimos 19 años se han presentado 2.114 atentados, según los registros oficiales de Ecopetrol, pero además ha habido múltiples perforaciones al tubo para el robo de combustibles. Desde que se inició la operación del Oleoducto Caño Limón-Coveñas, hace cerca de 33 años, las voladuras suman más de 1.400.
Según las estadísticas que maneja la estatal Ecopetrol, el año más negro para la infraestructura petrolera del país fue 2001, cuando fue atacada en 249 oportunidades.
En el año 2000, ocurrieron 167 atentados; 68 en 2002; 133 en 2003; 85 en 2004; 95 en 2005; 173 en 2006; 47 en 2007; 84 en 2008; 51 en 2009; 44 en 2010; 83 en 2011; 154 en 2012; 227 en 2013; 132 en 2014; 85 en 2015; 51 en 2016; 65 en 2017; 107 en 2018 y 14 en lo que va de este año.
De otro lado, la ANLA indicó que “es importante precisar que continúa avanzando el programa de acción acordado el año pasado para la actualización del Plan de Gestión de Riesgos del Oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los más importantes del país y cuya extensión es de 773,9 kilómetros”.
Agregó que “este Plan lo adelantan la ANLA, Ecopetrol y su filial de Transporte y Logística de Hidrocarburos (Cenit) y la Corporación Autónoma Regional de la Frontera (Corponor)”.
Como se recordará, este plan tiene cinco Ítem, cada uno con actividades, responsables, tiempos y entregables definidos que son: identificación de eventos amenazantes, estimación de áreas de afectación, elementos vulnerables, análisis y evaluación de riesgos y operatividad de los puntos de control.