En un debate de control político para conocer cómo terminaría el año el sector salud, los concejales de Bogotá expresaron varias situaciones que se vienen presentando, especialmente, en las subredes.
La concejala Ana Teresa Bernal Montañez, del Pacto Histórico, señaló que la crisis del sector no es nueva y que responde a un modelo profundamente desigual, controlado por poderosos intereses empresariales y políticos que han perpetuado la precariedad en el acceso a los servicios de salud para millones de colombianos.
La concejala subrayó la magnitud de los recursos involucrados en este sistema, afirmando que “son alrededor de $80 billones por año que ruedan sin control alguno en el país, manejados por particulares”. Además, denunció que las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) se han convertido en "vehículos de captura de recursos públicos, beneficiándose de legislaciones que les permiten la integración vertical, es decir, controlar tanto la captación de recursos como la prestación de servicios, lo que genera un conflicto de intereses insostenible para el país”.
“El problema sí está en el sistema: el negocio es monumental, continuo y rentable”, afirmó Bernal, destacando que Bogotá no es ajena a la crisis que ha afectado al país durante décadas. Criticó la entrega de recursos a intermediarios sin control que, según sus palabras, “operan en absoluta coordinación con poderosos empresarios y las clases políticas tradicionales”. Esta estructura, añadió, ha bloqueado la implementación de reformas necesarias, priorizando el lucro sobre el bienestar de la ciudadanía.
Por su parte, Edward Arias Rubio, médico pediatra y concejal del Partido Verde, hizo un llamado a las directivas de estas entidades y al secretario de Salud, y que en primera medida “puedan revisar y depurar las cifras de las cuentas por cobrar y que tengan una mayor gestión en este recaudo para que cumplan de una manera más oportuna con las obligaciones laborales que tienen con sus funcionarios, contratistas proveedores y además acreedores de estas entidades”.
“Me preocupa que la información entregada por las subredes en el debate de control político indica que a algunas les hacen falta recursos presupuestales para finalizar el año 2024, y a las cuatro les faltan importantes recursos en efectivo para cubrir las cuentas por pagar que tienen a la fecha. De no solucionarse esta situación, se estaría corriendo el riesgo de faltas de atención en los servicios de salud para los bogotanos, porque obviamente los proveedores dejarán de despachar insumos y medicamentos, por poner un ejemplo”, sostuvo Arias Rubio.
También señaló la “baja coordinación que se tiene, luego de la intervención de la subred Centro Oriente con la administración distrital, lo que conlleva a cortocircuitos y desarticulación en la operación del modelo de salud y en últimas de una atención continua y organizada para los ciudadanos”.