EL NUEVO SIGLO: ¿Quedaron conformes los estudiantes con el acuerdo con el Gobierno para financiar la universidad en los próximos años?
JÉNNIFER PEDRAZA: Satisfechos. Aún nos falta algunos elementos importantes por conseguir, sin embargo, es un acuerdo histórico para los profesores y los estudiantes que tiene una característica que nos diferencia de anteriores movimientos, que es que no solamente nos sirve para resistir, o sea para decir ‘no nos reformen esto’, sino que realmente nos sirve para avanzar en el derecho a la educación superior, que es al final el motivo por el cual marchamos.
Son $5,85 billones lo que hemos acordado con el Gobierno nacional y estaremos muy pendientes de que se cumpla.
ENS: ¿Cuáles son esos reclamos de los estudiantes pendientes de acordar?
JP: Hemos hablado de la necesidad de ampliar mucho más la base presupuestal de las instituciones de educación superior, o sea el acuerdo que suscribimos es importante pero en ese punto el Gobierno nacional no cedió más porque para nosotros realmente se necesita de una reforma a los artículos 86 y 87 de la Ley 30, en donde los ingresos de la universidades públicas, o sea la plata que le da el Gobierno a las universidades públicas, crezca con sus necesidades, que no se sigan acumulando déficits porque es que en las universidades públicas los ingresos crecen mucho menos que los gastos.
Lo que nos falta es conseguir una transformación mucho más profunda de ese modelo de financiación y de educación superior al que le estamos apostando.
Otro punto que nos falta y que es clave es una reforma al Icetex. Se sabe que el Icetex se ha convertido para muchas familias en un karma, y consideramos que ese no debe ser el papel de esa entidad. Así que estamos hablando a mediano plazo de una reforma al Icetex. Eso hoy está dentro de los acuerdos pero son elementos que nos faltan del mediano plazo en los que vamos a empezar a trabajar.
ENS: ¿Qué pasa con el déficit en infraestructura que arrastra la universidad pública desde hace varios años, cifrada entre $15 y $18 billones?
JP: Precisamente estos $5,85 billones digamos que es la cuota inicial para empezar a pagar esos $18,1 billones que le deben a las universidades públicas. Por primera vez, hay que decirlo, logramos que el Gobierno reconociera esa deuda, que se asuma que debe ser una responsabilidad del Gobierno financiar a las instituciones de educación superior pública, y más o menos como lo estamos planteando que es la cuota inicial del plan de pagos de la deuda histórica que se tiene con las universidades públicas.
Es claro que en un solo gobierno es difícil que se vayan a sacar los $18 billoncitos como si fuera plata de bolsillo, pero esto demostró que durante los próximos cuatro años vamos a ir cerrando un poco ese déficit y pagando estas necesidades de las universidades públicas.
ENS: ¿Está lejos el país de alcanzar la universalización de la educación superior pública como ya se logró con la básica?
JP: Creo que esto que hemos hecho nos pone un poco más cerca de esa causa, sin embargo, aún nos faltan muchos elementos, por ejemplo uno de los puntos en los cuales discutimos todo el tiempo y el Gobierno no cedió nunca es el tema de Generación E, que es el nuevo proyecto del Gobierno que reencaucha Ser Pilo Paga, entre otros programas. Entonces para nosotros ese tipo de programas solamente alejan a Colombia de entender la educación superior como un derecho. Todos estos mecanismos que insisten en financiar la educación superior a partir de la financiación a la demanda, o sea vía créditos educativos con plata que debería ir para las universidades públicas, pues definitivamente atentan contra el derecho a la educación superior.
Entonces considero que gracias a las 10 marchas que tuvimos en los dos últimos meses de paro estamos mucho más cerca de garantizar el derecho a la educación superior. Sin embargo aún nos falta mucho camino por transitar en esa vía, y sin duda alguna pues tendremos que volver a las calles pacíficamente y masivamente a insistir en este objetivo central.