Más de 6.000 personas trabajando día y noche durante once años y una inversión superior a $1 billón han hecho posible la obra de infraestructura más importante en la historia de Colombia: la construcción del túnel de La Línea. Una obra con la cual la Nación ha soñado durante más de un siglo.
Se trata de una obra de infraestructura que facilitará la conexión vía terrestre entre el puerto de Buenaventura con el centro del país. Se estima, incluso, que en plena operación reducirá en 80 minutos el tiempo de viaje de los vehículos de carga pesada y en 40 minutos el de los vehículos livianos.
Tras muchos años de problemas con diseños, líos contractuales y contingencias geológicas así como de una infinidad de inconvenientes de distinta índole, el proyecto habría podido quedar en solo un deseo de no ser por la decisión de emprender la excavación del túnel piloto en enero de 2005, que implicó la perforación de 200.000 metros cúbicos de roca y requirió de maquinaria especializada debido a las características especiales de la cordillera Central, así como de la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales con capacidad para tratar 200 litros por segundo.
Esta decisión fue determinante, pues no solo dio luces sobre la viabilidad del túnel, sino que se convirtió en el mejor estudio para conocer las características geológicas, geotécnicas e hidrogeológicas de la cordillera Central, entre los departamentos de Tolima y Quindío.
Finalizada la excavación del túnel piloto en 2008, en agosto de 2009 comenzaron los trabajos del túnel principal -que para entonces contaba con los estudios requeridos-, a 2.400 metros sobre el nivel del mar y a 900 metros de profundidad bajo el alto de La Línea.
“Esta obra fue realizada por la ingeniería netamente colombiana, con más de 6.000 personas entre quienes se encontraban ingenieros civiles, ambientales topográficos, mecánicos, eléctricos y de sistemas”
Complicaciones
En 2008, la licitación para la ejecución del proyecto fue adjudicada al consorcio Segundo Centenario, liderado por el Carlos Collins.
La construcción del túnel principal inició en diciembre de 2009. Por problemas financieros, este consorcio propuso al Gobierno nacional una negociación para evitar la caducidad del contrato, proceso iniciado debido a fallas y retrasos en la ejecución.
El segundo gran reto estuvo relacionado con la desfinanciación de las obras durante 2 años (entre 2016 y 2018). Y es que al inicio del gobierno Duque, el túnel de La Línea no contaba con recursos para su terminación, ya que su ejecución rondaba el 56% y los trabajos estaban abandonados.
Esta obra fue realizada por la ingeniería netamente colombiana, con más de 6.000 personas entre quienes se encontraban ingenieros civiles, ambientales topográficos, mecánicos, eléctricos y de sistemas.
Para llevar a cabo la perforación se requirió retirar 1.000.000 de metros cúbicos de roca, lo cual permitió abrir un boquete para el ingreso del túnel similar al de un apartamento de 100 m2 y emplear 40.000 toneladas de acero para soportar su estructura, que una vez construida fue recubierta con 450.000 m3 de concreto.
Como lo explicó la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, “el túnel de La Línea es el proyecto que ha tenido la mayor cantidad de estudios en etapa de estructuración en la historia del país, porque contaba con diseños definitivos en fase 3, estudios de diseños y geofísica adicionales a los exigidos por la normatividad e incluso con la licencia ambiental antes de su licitación, lo que demuestra la seriedad y el compromiso del Gobierno con el proyecto y la tenacidad de los héroes que sacaron adelante las obras”.
Retos
La construcción del túnel de La Línea, para mejorar la seguridad vial y el nivel de servicio de los más de 6.000 vehículos que diariamente transitan el corredor vial Cajamarca (Tolima)- Calarcá (Quindío), incluyendo su excavación, soporte, revestimiento, pavimento e instalación de equipos electromecánicos, tuvo una duración de 4.069 días. Esto significa que cada día se construyeron aproximadamente 2,13 metros, en promedio, un indicador internacional notable para este tipo de megaproyectos
Desde el punto de vista financiero la inversión total del túnel, incluidos sus equipos electromecánicos, alcanzó la cifra de US$315 millones; es decir, una ejecución de US$36.400 por metro lineal, costo que se encuentra en el rango de este tipo de megaproyectos de obra subterránea.
Sin embargo, un proyecto de tal magnitud debió afrontar grandes retos. “El primero de ellos fue técnico”, según lo explica el director general del Invías, Juan Esteban Gil Chavarría. “La ingeniería colombiana debió lidiar con aguas subterráneas, grandes capas de ceniza volcánica y ocho fallas geológicas -a lo largo de 3,2 kilómetros de los 8,65 km de longitud del túnel- que debieron tratar y estabilizar”. Es más, entre las ocho fallas que se trataron estaba la de La Soledad, catalogada por expertos internacionales como la segunda falla de mayor complejidad geológica y técnica en la construcción de túneles en el mundo, estabilizada definitivamente en 2019.
- Editorial: Ahora sí: listo túnel de la Línea
El segundo gran reto, como ya se explicó, estuvo relacionado con la desfinanciación de las obras durante 2016 y 2018.
El tercero fue el de gestión de la obra. Gil Chavarría destacó que con el propósito de realizar un seguimiento exhaustivo a la ejecución contractual y garantizar las condiciones técnicas y de seguridad que requieren este tipo de obras, el Instituto implementó una gerencia especializada del proyecto.
Así, en dos años de gestión, el Gobierno nacional no solo finalizó las obras civiles del túnel el pasado 8 de febrero, sino que completó el 44% de los trabajos pendientes, con lo cual entrega un túnel moderno de 8,65 kilómetros de largo, 12,5 metros de ancho y 3 carriles (2 de operación y 1 de emergencia), dotado con tecnología de vanguardia para su operación y seguridad, que impactará positivamente en el desarrollo turístico y comercial del Eje Cafetero, así como en la conectividad y la equidad del país, lo que lo convierte en el túnel de los colombianos.
“La operación del túnel de La Línea se realizará de forma unidireccional y lo podrán transitar los usuarios que se movilicen desde el suroccidente hacia el centro del país”
Ahorro de tiempo
La operación del túnel de La Línea se realizará de forma unidireccional y lo podrán transitar los usuarios que se movilicen desde el suroccidente hacia el centro del país, por lo cual a partir de esta primera semana de septiembre la conexión entre los municipios de Cajamarca y Calarcá funcionará como un par vial, con dos carriles por sentido, lo que beneficiará con una disminución sustancial en tiempos de recorrido, ahorro en los gastos de operación y mayor seguridad al transitar por el corredor.
Así, quienes viajan en sentido Armenia-Ibagué ascenderán por la vía existente en dos carriles; llegarán al sistema del túnel, lo atravesarán y descenderán por la vía existente bidireccional hacia Ibagué. Mientras que los viajeros que se desplazan en el sentido Ibagué-Armenia ascenderán desde Cajamarca tomando el alto de La Línea por la vía existente de dos carriles en un sentido. El descenso lo harán desde el intercambiador Américas hasta Calarcá y será por la vía existente en carriles bidireccionales.
Invías precisó que no se instalará un nuevo peaje, se trasladará el existente y se ubicará en los portales de acceso al túnel de La Línea, brindando al usuario dos sitios de recaudo, uno para cada dirección vehicular. Es decir, que los vehículos que transitan en dirección Armenia-Ibagué pagarán el peaje en el lado Quindío, por el intercambiador Américas antes de entrar al túnel de La Línea, y los vehículos que transitan en dirección Ibagué-Armenia pagarán el peaje en el lado Tolima, por el intercambiador Bermellón antes de tomar la vía existente hacia el alto de La Línea.
Sostenibilidad social
El Invías, en asocio con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), llevó a cabo programas de capacitación en proyectos productivos, generación de empleo e infraestructura comunitaria con impactos altamente positivos en los habitantes de las zonas aledaños al proyecto.
Actualmente, la entidad adelanta la reposición de la escuela Los Alpes, en el sector rural de Cajamarca, con una inversión social cercana a los $1.400 millones. Así mismo, se han desarrollado obras para el mejoramiento de la escuela Buenos Aires Alto y ha prestado permanentemente el servicio de transporte a los estudiantes de la vereda Los Alpes en dirección al colegio Itaic, ubicado en Cajamarca, institución donde además se ha garantizado el suministro permanente de agua. En el 2014, ejecutó la reconstrucción de centros educativos como el de la Institución Educativa San Rafael (sector de Calarcá).
Asimismo se han financiado trabajos arqueológicos en la zona por un monto superior a los $4.000 millones, adelantando al menos 5 prospecciones arqueológicas en el corredor Calarcá-Cajamarca, conforme a lo determinado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icahn).
De esta forma se han recuperado aproximadamente 35.000 fragmentos cerámicos y se ha podido establecer que la zona por donde transcurre la actual vía fue probablemente habitada por diferentes grupos humanos, conocidos comúnmente como las culturas Quimbaya y Pijao, que habitaron la zona entre el año 0 y el 500 d. C.
El Instituto apoyó, así mismo, la instalación de 190 baterías sanitarias; diseñó e implementó la red de monitoreo hidrometeorológico mediante la instalación de 10 estaciones hidrométricas y 8 meteorológicas, así como un programa de modelación; realizó talleres de cultura vial y brindó atención a veedores de los departamentos del Tolima y Quindío; llevó a cabo campañas de seguridad vial, programas de habilitación laboral y protección de afectación al patrimonio arqueológico, entre otros.
“Se pudieron sembrar 600.000 árboles, recuperar 553 hectáreas de bosque y realizar el mantenimiento a 1.247 hectáreas de plantaciones con más de 1.400.000 árboles que conforman hoy bosques consolidados”
El cuidado ambiental
Con amplia conciencia ambiental y totalmente sostenible fueron concebidas las obras del túnel, garantizando desde todos los ámbitos la preservación del área de reserva forestal de la cordillera Central, así como de las cuencas hídricas y de la rica flora y fauna propias de la zona que rodean al proyecto.
Igualmente, y para beneficio de la comunidad, cada uno de los estudios, licencias ambientales y estrategias estuvieron enfocadas en ejecutar acciones que controlarán, mitigarán, compensarán y recuperarán los terrenos afectados por la construcción del túnel.
La ministra Orozco Gómez, dijo que “el interés por la naturaleza se refleja en todas las acciones implementadas por el Gobierno nacional, así como en la inversión por $17.000 millones que llevó a cabo el Invías y que compensa en parte la afectación ambiental propia de un proyecto vial de estas dimensiones, con las cuales se han beneficiado 671 familias en zonas de influencia del proyecto que cubre los departamentos de Tolima y Quindío”.
Con estos recursos, provenientes de la obligación ambiental impuesta por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) que insta a los proyectos que requieran licencias ambientales a destinar 1% del total de la inversión para la recuperación y preservación de la flora y fauna de la zona afectada por el proyecto, se pudieron sembrar 600.000 árboles, recuperar 553 hectáreas de bosque y realizar el mantenimiento a 1.247 hectáreas de plantaciones con más de 1.400.000 árboles que conforman hoy bosques consolidados.
Igualmente, con la siembra de otros 121.000 árboles y el traslado de especies en veda como las epífitas (musgo) se contribuyó a la restauración de las cuencas de los ríos Navarco, Santodomingo, Bermellón y Coello y de las quebradas La Gata y El Salado, aumentando su diversidad biológica y recuperando zonas de importancia ecológica de donde depende el abastecimiento de agua para los habitantes del municipio de Calarcá.
Adicionalmente, se realizó el traslado de más de 1.400.000 m3 de material de excavación del túnel, que fue dispuesto en diferentes sitios de la zona luego de haber sido sometido a tratamientos ambientales especiales.
Los túneles más extensos del mundo
- Túnel de Yamate (Japón) // 18,20 km.
- Túnel de Zhongnanshan (China) // 18,02 km.
- Túnel de Jinpingshan (China) // 17,54 km.
- Túnel de San Gotardo (Suiza) // 16,91 km.
- Túnel de Xishan (China) // 13,65 km.
- Túnel de Hongtiguan (China) // 13,12 km.
- Túnel de Hsuehshan (Taiwán) // 12,94 km.
- Túnel de Fréjus (Francia-Italia) // 12,89 km.
Colombia: túneles en cifras
La Agencia Nacional de Infraestructura contempla la construcción de 53 túneles, de los cuales 19 ya están en obra, y en 15 existentes se realizarán labores de reperfilamiento para mejorar sus especificaciones técnicas.
Justamente, los grandes avances tecnológicos en los procesos de excavación de túneles han permitido que los rendimientos y tiempos de las excavaciones se reduzcan en comparación a las técnicas utilizadas hace tan solo unas décadas”, señala Carlos García, vicepresidente ejecutivo de la entidad.
Estos son los túneles en las 4G:
Autopista al Mar 1 y 2: con 18 túneles, Pacífico 1, 2 y 3: registran 8 túneles, IP Chirajara - Fundadores: 6 túneles. Vías del Nus: 2 túneles, el proyecto Bucaramanga -Barrancabermeja - Yondó: 2 túneles, el corredor Girardot - Ibagué - Cajamarca: 6 túneles, Pamplona - Cúcuta: 2 túneles, Bogotá - Girardot: 4 túneles, Mulaló - Loboguerrero: 5 túneles y finalmente Transversal del Sisga: 15 túneles para reperfilamiento.