A mediados de este mes el Gobierno nacional le presentó al Congreso de la República el contenido de la Reforma Tributaria, un articulado de 110 páginas que causó diversas reacciones en todos los sectores del país.
En el segundo año de pandemia, pero también de una apremiante reactivación económica para hacerle frente a la crisis social ocasionada por la llegada del covid-19, varios sectores han manifestado dudas e inquietudes alrededor de lo que esta reforma plantea.
Es bien sabido que el sector de la construcción será clave no solo para la reactivación económica sino para la generación de empleo. Precisamente por eso, EL NUEVO SIGLO habló con el gerente de Camacol Bogotá-Cundinamarca, Alejandro Callejas, quien manifestó dos preocupaciones muy puntuales con relación a lo que la reforma tributaria sugiere para su sector y lo que ello implicaría en la capital del país: la primera de ellas está relacionada con la construcción de Vivienda de Interés Social, y la segunda con relación al desarrollo informal de vivienda.
Vivienda de Interés Social
Alejandro Callejas aclaró que, desde el gremio de la construcción es clara la necesidad del Gobierno de contar con una ley que le permita atender el inmenso impacto social que le está dejando la pandemia al país, pero también es claro que en este ejercicio es necesario proteger temas que son vitales para las familias, como es el acceso a una vivienda digna y el empleo.
“El proyecto resulta desfavorable para la construcción de Vivienda de Interés Social, ya que elimina los incentivos que hoy la hacen viable. Esto es especialmente negativo para Bogotá que tiene el desafío de atender las necesidades de desarrollo de miles de familias que buscan en la capital las oportunidades”, dijo a este Diario Alejandro Callejas.
Adicionalmente, de acuerdo con el gerente de Camacol Bogotá, en el último año en la capital se lanzaron al mercado 33.445 unidades de vivienda de este tipo, lo que con el impacto de lo que se propone en la reforma caería a niveles de 6.689, negándole así la oportunidad de acceso a una vivienda digna a miles de familias cada año.
“Esto, adicionalmente, tiene un impacto en el empleo que el sector genera y en la demanda de insumos, que solo en 2020 fue de $1.4 billones, cifra que se traduce en reactivación y dinamismo económico”, agregó Callejas.
Recaudo
Y con relación al segundo aspecto de preocupación, el directivo indicó que, en el largo plazo, la ciudad perdería un potencial de recaudo por impuesto predial muy importante por cuenta de las viviendas que se dejarían de construir. “Todo esto sin mencionar la puerta que se abre para el desarrollo informal que tanto daño le hace a la ciudad y a los elementos de la estructura ambiental”, finalizó diciendo a este Medio el gerente de Camacol.
El recaudo total que quiere el Gobierno es de $25,4 billones, pero ante las críticas y su recorte que tendrá a su paso por el Legislativo, se cree que si se pueden obtener $10 billones con las nuevas disposiciones sería una buena iniciativa.
Esta es una reforma ambiciosa y en la que todos están de acuerdo que se necesita para poder atender el impacto social de la covid-19, pero que a medida que el proyecto entre a su etapa de debate en el Congreso, poco a poco se irán despejando las dudas. De todos modos el Gobierno tiene una ardua tarea para explicarle a los contribuyentes cómo es que los va a afectar