Organizaciones y personas defensoras de derechos humanos conmemoraron, este domingo en la tarde, los 12 años del descubrimiento de las ejecuciones extrajudiciales de civiles perpetradas por integrantes de las fuerzas armadas en Colombia durante el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe, en un caso al que luego se le reconoció como el de los falsos positivos.
La conmemoración se realizó mediante medios sociales virtuales y contó con la participación de reconocidos defensores de derechos como el director para las Américas de la ONG Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, así como de la presidenta de la organización Madres Falsos Positivos de Soacha y Bogotá (Mafapo).
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Durante la conmemoración también participaron los artistas Diana Ángel, Adriana Lucía, Julián Román y Carolina Ramírez, y los activistas, Beto Coral y María Fernanda Carrascal.
Mafapo, recientemente, denunció el intento de asesinato de una de sus integrantes. “Esto no puede permitirse. Tuvo que exiliarse en un rincón apartado por miedo. En nuestra conmemoración haremos la denuncia pública que ya está en manos de la Jurisdicción Especial para la Paz y la Fiscalía”, indicó.
Los falsos positivos fueron ejecuciones extrajudiciales que perpetraron miembros del Ejército. La mayoría de las víctimas eran jóvenes de escasos recursos que fueron presentados como integrantes de grupos criminales muertos en combate.
Los militares hicieron pasar a inocentes como criminales, para acceder a beneficios dentro del Ejército condicionados al número de bajas en combates de miembros de grupos ilegales.
Un reciente informe de la Comisión Internacional de Juristas (CIJ) reseña que la presentación de civiles como miembros de grupos ilegales muertos en combate se intensificó durante la década del 2000. Al respecto, según cifras de la Fiscalía General de la Nación, de 1988 a 2014 se presentaron al menos 2.248 ejecuciones extrajudiciales.
La CIJ detalla, además, que la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos calculó 5 mil potenciales víctimas de ejecuciones extrajudiciales durante el período de 2002 a 2010.
En 2008, particularmente, se conoció sobre el caso más emblemático dentro de los falsos positivos que fue la ejecución de jóvenes de un municipio aledaño a Bogotá, llamado Soacha, que aparecieron muertos en Norte de Santander y fueron reportados como bajas en combates.