Al tiempo que las autoridades iniciaron reuniones tendientes a buscar una solución al paro minero que ya suma 37 días, la crisis de orden público se agravó por cuenta de la activación de artefactos explosivos en el municipio de Segovia.
El primer hecho se registró en un supermercado de la calle Bolívar, en donde fueron activas cargas de indugel, según las autoridades, con el fin de intimidar a los comerciantes para evitar que vendan alimentos a 70.000 habitantes que están siendo afectados por la escasez.
El otro hecho ocurrió en un polideportivo, tras lo cual el presidente de la Mesa Minera de Segovia y Remedios, Eliober Castañeda Quintero denunció que sistemáticamente ha habido infiltración de actores ajenos a los mineros manifestantes y han sido víctimas también de amenazas.
Hace una semana el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, había denunciado la infiltración en el paro minero de Segovia y Remedios por parte de integrantes del Eln, ex militantes de ese grupo guerrillero y de bandas criminales a fines con el Clan del Golfo.
En ese mismo sentido se pronunció ayer el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, quien dijo que la protesta miera está infiltrada por el Eln y las bandas criminales.
“También hay un interés ilegal de mantener esas rentas a sangre y fuego para alimentas las finanzas del Eln y del Clan del Golfo y eso no lo vamos a permitir”, señaló Villegas.
Sin embargo, Villegas reconoció las peticiones que hacen los mineros artesanales y a las cuales se les debe brindar una solución.
El presidente de Conalminercol, Rubén Darío Gómez, coincidió con las autoridades al denunciar que los ataques evidencian la infiltración en la protesta minera, lo que aumenta la tensión en el nordeste antioqueño.
Al momento de la explosión en el supermercado, el propietario y unas ocho personas más estaban en el negocio. Las autoridades aseguraron que este hecho busca presionar a los comerciantes para que no abran los locales.
Las detonaciones incrementaron el miedo de los habitantes de esa región extractora de oro, agobiados por el bloqueo del transporte y la falta de alimentos. 170 personas se han desplazado a Zaragoza por la crisis humanitaria.
Por su parte, el coronel Wilson Pardo Salazar, comandante del Departamento de Policía Antioquia explicó que “en un establecimiento comercial estaban atendiendo a la comunidad a puerta cerrada, vendiéndoles especialmente alimentos y unos delincuentes que se han infiltrado dentro de los mineros ancestrales lanzaron unos artefactos con el fin de intimidar y generar zozobra a la comunidad, en este caso a los comerciantes para que no abran los establecimientos”, el segundo atentado ocurrió en el supermercado Barcelona, ubicado en la calle Bolívar en Segovia cuando un asesor de la Mesa Minera estaba caminando por ese sitio.
Ante esta difícil situación, el alcalde de Segovia, Gustavo Tobón Vélez ha manifestado a medios radiales que diariamente analizan la situación de orden público desde el puesto de mando en conjunto con la Policía, “nosotros hemos tratado hasta lo imposible para que no se presenten estos choques porque toda la población resulta afectada”.
Cabe recordar que desde el pasado 11 de agosto, la empresa minera GranColombiaGold, ubicada en Segovia denunció que el paro minero, convocado y liderado por la Mesa Minera, estaba siendo apoyado por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidos como Clan del Golfo.
La alteración de orden público se generó como antesala a la reunión de una delegación del Gobierno nacional y Departamental, quienes continuarán los diálogos con la Mesa Minera de Segovia y Remedios para ponerle frente al conflicto que se ha venido generando desde hace 37 días en esta zona.