El sacerdote Ramón Montejo, quien formaba parte de la Diócesis de Ocaña, perdió trágicamente la vida en un violento episodio ocurrido en el barrio Jesús Cautivo de Ocaña. Fue atacado por dos ladrones armados con armas blancas en un intento de robo que culminó en su asesinato.
Los lamentables hechos ocurrieron al mediodía cuando el sacerdote Ramón Montejo se encontraba en un parqueadero, preparándose para dirigirse al corregimiento de Buenavista, lugar donde ejercía su ministerio pastoral. Dos individuos armados lo abordaron exigiendo las llaves de su camioneta. Ante su negativa, lo apuñalaron brutalmente y posteriormente lo arrollaron con su propio vehículo, causándole la muerte en el lugar.
La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. La Policía Nacional activó un plan candado y logró la captura de uno de los presuntos responsables en la vereda La Pradera, además de recuperar la camioneta de la víctima en el barrio San Fermín. Sin embargo, se mantiene la búsqueda del segundo implicado en este atroz crimen.
El sacerdote Ramón Montejo, reconocido por su dedicación y compromiso con la iglesia, deja un profundo pesar en la Diócesis de Ocaña y en la comunidad a la que servía. Sus colegas y feligreses lamentan su pérdida y demandan justicia para que los responsables sean llevados ante la ley.
En palabras del secretario de Gobierno, Freddy Arengas Romero, "la administración municipal condena enérgicamente estos actos que perturban la paz ciudadana" y hace un llamado a la colaboración ciudadana para denunciar cualquier actividad sospechosa que contribuya a esclarecer este crimen.
Este trágico suceso pone de manifiesto la necesidad imperante de reforzar las medidas de seguridad en la región y de trabajar de manera conjunta como sociedad para prevenir y combatir la violencia que afecta a nuestras comunidades.