En una sesión plenaria citada por la bancada del partido Colombia Justa y Libres, los concejales Emel Rojas y Marco Acosta hicieron un análisis sobre la necesidad de replantear el sistema de cobro y recaudo del sistema de transporte masivo, así como de la sostenibilidad financiera de la totalidad del sistema.
Con argumentos orientados a la necesidad de disminuir el costo de las tarifas de Transmilenio, la mayoría de los concejales, de todas las bancadas, coincidieron en la urgente necesidad de frenar la deserción de los usuarios frente al sistema.
Por ello el concejal citante, Emel Rojas, señaló que los costos totales del sistema de transporte en la ciudad de Bogotá durante los últimos 10 años ascendieron de manera sustancial, y por eso hay que replantear el sistema de recobro y recaudo.
Una tarjeta ilimitada
Ante esta situación, la propuesta de la bancada citante es la de crear una tarjeta ilimitada de transporte público en Bogotá para evitar que siga habiendo deserción del sistema de transporte.
“Hay que tener una manera de beneficiar al usuario y una de las formas que voy a pedir es la posibilidad de tener una tarjeta única, ilimitada y mensual, pero con ciertos beneficios. Si la entregamos personalizada, esto le permitirá al trabajador promedio entrar ilimitadamente a todo el sistema, generar ahorro y traeremos nuevos usuarios al sistema. También se disminuirán los colados”.
Por su parte el concejal Marco Acosta, quien se refirió a la necesidad de revisar el pico y placa para las motos, pues ha habido un aumento sin precedentes en los viajes informales, lo que evidencia un rechazo de la ciudadanía frente al sistema actual. Para ello, señaló el concejal, es necesario comenzar por mejorar la seguridad del sistema y mejorar la cultura de la ciudadanía.
“La gente no va a usar el sistema hasta que no lo vea seguro. Yo dejé de usar el sistema por su inseguridad. Hay unas cifras que nos muestran que la inseguridad es alarmante y la alcaldesa no ha mostrado aún, una estrategia integral en esta materia entonces, si me interesaría mucho saber que estrategias se van a implementar desde la administración para darle confianza a los ciudadanos”, precisó el concejal, quien además dijo que si no se congela el aumento de la tarifa, los usuarios van a seguir migrando del sistema.
Desestimulación del uso del SITP
Por su parte, el concejal Fabián Puentes (MIRA) refirió que, si bien es cierto que en un comienzo el Transmilenio fue una muy buena alternativa, frente a las rutas zonales ha habido una desestimulación de esta alternativa de movilidad y hay que frenar este fenómeno. Así mismo, dijo que toca revisar las tarifas preferenciales para las personas mayores y con discapacidad, pues siguen siendo muy altas.
Por su parte, el concejal de Cambio Radical, Yefer Vega, precisó que el déficit del sistema ha disminuido de $738.000 millones a $575.000 millones en 2018, pero a costa del bolsillo de los bogotanos, y que en su momento se tuvieron que hacer con el fin de estabilizar el sistema en Bogotá.
A este respecto, señaló que el sistema “ha castigado el bolsillo de los bogotanos y la tarifa no puede seguir subiendo para estabilizar el sistema. El reto de la nueva Administración debe ser no descargarse en el bolsillo de los ciudadanos, y especialmente de quienes se ganan el mínimo o son estudiantes que con dificultades usan el transporte público de Bogotá”, precisó el concejal de Cambio Radical, quien advirtió que la nueva Alcaldía debe darle continuación a la renovación de la flota restante.
Por su parte, Carlos Fernando Galán agradeció a la bancada de Colombia Justa y Libres por traer este tema al Concejo de Bogotá, el cual fue un fuerte tema de debate durante los comicios electorales del pasado octubre. Galán, en calidad de vocero de su bancada, dijo que este sistema ha tenido pecados iniciales como el mal diseño de rutas, y señaló que si se debe pensar en subsidio, pero con responsabilidad.
“Yo creo que Bogotá deben pensar en mecanismos de subsidio al transporte pero hay que hacerlo de manera responsable en el sentido en el que hay que saber de dónde salen los recursos para poder hacerlo. Creo que la ciudad debe pensar en estudiar en seguir modelos de financiación de transporte distintos”, precisó, refiriéndose a Luxemburgo en donde el transporte público es gratuito.
Por último, el vocero de los verdes dijo que Transmilenio, a pesar de todo, es un sistema que llega a las 20 localidades, y que hay que buscar soluciones y caminos para que esa tarifa no aumente o se mantenga lo más bajo posible. Para ello, la bancada pensó en tres principios: la experiencia del usuario tiene que mejorar, la seguridad y la eficiencia.