El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) retomaron el proyecto para el estudio en más de 180.000 hectáreas de páramos en Cundinamarca y Boyacá, luego de una suspensión de actividades por más de 130 días producto del aislamiento preventivo por el coronavirus (Covid-19).
Con los resultados de este estudio, a partir de la comparación de imágenes y mapas, las autoridades ambientales de la región tendrán la capacidad de evidenciar los cambios que han sufrido estas zonas de páramo en sus usos y coberturas, y la afectación a los suelos de estos ecosistemas desde el 2011 hasta la fecha, acciones que les permitirán tomar las medidas necesarias para retomar la verdadera vocación de sus suelos.
“Ya tenemos listos todos los protocolos de bioseguridad que garanticen la integridad de nuestros profesionales en el retorno a las labores en campo, solo estamos a la espera del visto bueno de las autoridades municipales para el ingreso a la zona en donde se estudiarán aproximadamente 60.000 hectáreas en el páramo de Guerrero y Guargua, en el departamento de Cundinamarca”, señaló Napoleón Ordóñez, subdirector de Agrología del IGAC.
Se espera que, en el primer trimestre de 2021, la Corporación Autónoma de Cundinamarca cuente con un documento técnico que le permita, por medio de mapas de las coberturas y de los usos, conocer la calidad de los suelos de los páramos de esta región del país, de manera que se convierta en una hoja de ruta para la protección y conservación de estos importantes ecosistemas.
A la par con el estudio de suelos, el IGAC continúa con la realización del estudio multitemporal de coberturas y uso de la tierra a escala 1:10.000 en los complejos de páramos Altiplano Cundiboyacense, Iguaque – Merchán, Chingaza, Cruz Verde – Sumapaz, Rabanal – Río Bogotá, Guerrero, Páramo Guargua y Laguna Verde, los cuales permitirán conocer en detalle la evolución y el estado de sus suelos.