¿Qué tan efectivas serán las nuevas medidas para Bogotá? | El Nuevo Siglo
Carlos Trillos, Andrea Ramírez y Luis Jorge Hernández hablaron con EL NUEVO SIGLO sobre el futuro epidemiológico de Bogotá.
ENS
Miércoles, 5 de Mayo de 2021
Redacción Bogotá

Hace menos de 48 horas la alcaldesa Claudia López levantó, para el próximo fin de semana, las medidas de cuatro días de actividad por tres días de cierre total y de pico y cédula. Y por el contrario, mantuvo la medida del toque de queda nocturno y de la alternancia en los colegios.

Al socializar este paquete de nuevas decisiones, la mandataria indicó que ello se debía, en una primera medida a una cierta estabilidad y a que las proyecciones indican que no se superaría la ocupación en las unidades de cuidados intensivos del 96%. Y en segundo lugar, fue honesta al advertir que no tenía cara para pedirle al sector productivo y comercial que siga sacrificando su actividad de trabajo, mientras las calles están llenas de personas que decidieron no hacer su aporte de cuidado colectivo.

En el marco de la protesta social que hoy cumplirá una semana y no tiene proyecciones de aminorar, ¿cómo deben interpretarse, epidemiológicamente hablando, las medidas adoptadas por la Alcaldesa Mayor de Bogotá el pasado lunes?

Para resolver esta interrogante, EL NUEVO SIGLO consultó a tres epidemiólogos y, pese a que no hubo respuesta única, quedó claro que la ciudad debería reforzar el modelo Prass (DAR) así como la vigilancia epidemiológica.

Andrea Ramírez 

Médica epidemiólogo y profesora de la facultad de Medicina de la Universidad de los Andes:

Es muy difícil evaluar las nuevas medidas en el contexto de caos que hemos vivido los últimos días en la ciudad. Disminuir la movilidad es lo que va a disminuir la transmisión del virus, pero una cuarentena en medio de manifestaciones no sirvió y no se cumplió el propósito de disminuir la velocidad de la transmisión. Es como si no lo hubiéramos hecho. Esa es la verdad.

Si no hubieran ocurrido las manifestaciones yo te diría que, idealmente, deberíamos seguir cumpliendo las medidas para frenar la velocidad de ascenso del tercer pico. Tenemos una gran cantidad de casos nuevos y muerte y esa es una realidad latente.


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Así la Alcaldesa diga que estamos en una especie de meseta, eso hay que revisarlo con recelo; los números están aumentando muy rápido y decir que es una meseta con números absolutos y muy poquitos días de revisión es un error. Hay que mirar la tendencia en un periodo de tiempo más prolongado.

Debería haber una alternativa diferente a estar o todos encerrados o todos afuera y las medidas no deberían cambiar de una manera tan drástica de un día para otro. Bogotá no debería tener esa dicotomía tan fuerte de que ya no hay ni pico y cédula, ni 4x3, ni ningún tipo de medida para el comercio.

Hay que llegar a un punto intermedio y en ese sentido yo mantendría un control de aforos, intensificaría el Prass y detectaría las zonas en donde la transmisión está muy acelerada. Allí implementaría cuarentenas focalizadas.

Pero cerrar la ciudad tres días, tener marchas multitudinarias y luego abrir la ciudad completamente lo que va a lograr es que se prolongue el tercer pico. Y reitero: una ocupación de UCI en el 94% está muy mal. Puede que no tengamos la ocupación en el 98%, y que en vez de tener de 500 muertos tengamos 460 pero no quiere decir que hallamos mejorado. Eso solo quiere decir que en el desarrollo de una pandemia hay días con números menores pero las cifras que tenemos demuestra que estamos en un momento muy difícil. No podemos normalizar que una UCI en el 94% es normal y no estamos en una meseta.

Luis Jorge Hernández

Epidemiólogo y salubrista de la Universidad de los Andes:

Hay que partir de un hecho claro: todas las medidas que se han tomado se han aplicado para evitar interacciones y por consiguiente más transmisión y más contactos.

A la luz de esa meta, suprimir de la ecuación la cuarentena de tres días y el pico y cédula es ideal, pues estas mismas no estaban sirviendo y quisiera explicar por qué: la cuarentena de tres días lo que hace es producir más aglomeraciones. Las personas salen intercaladamente de lunes a jueves y en esos espacios aprovechan de hacer todas las vueltas y se aglomeran, produciendo un efecto contrario. Al abrir toda la semana los aforos se distribuyen toda la semana.

Y eso también pasa con relación al pico y cédula. Esta medida tampoco estaba sirviendo porque parte de un principio claro: bajar a la mitad los aforos. Qué pasa: los altos aforos se están dando sobre todo en bancos, notarías y grandes supermercados. Nada más.

En esos espacios la medida sirve pero estaba quebrando la economía. La economía es parte de la salud pública y en las mediciones que se han hecho, esa restricción de aforos sumaba lo peor de ambos mundos. Estas dos medidas estaban produciendo un efecto contrario: más aglomeraciones.

Yo, no obstante, habría activado la ciclovía y habría regresado a un modelo educativo de alternancia. No la habría quitado porque los niños están muy afectados. Un colegio o una universidad con todos los protocolos de bioseguridad no tiene problema. El problema está en encerrar a las personas en las casas. Allí es en donde más se están dando contagios.


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Lo que más sirve en este momento, de acuerdo con las mediciones que se han hecho, es el toque de queda, en la medida en la que en la noche hay más interacciones, sobre todo de la población adulta y joven que es la que tiene una tasa de casos activos más  altas. Levantar las otras dos medidas y mantener esta apunta a la dirección correcta pero hace falta mucho.

El Distrito debe comprometerse a reforzar el Prass y a hacer pruebas más selectivas porque están haciendo pruebas masivas que no sirven. Y debe también comprometerse a acelerar la vacunación. Aún así levantar medidas que no sirven está bien.

Carlos Trillos

Epidemiólogo de la Universidad del Rosario:

Lo primero es que las decisiones de ayer pueden tomarse como una transición entre lo que se ha venido viviendo y son medidas intermedias importantes que permitirán la recuperación de algunos sectores.

En ese sentido, yo creo que estas son medidas que obedecen a un manejo integral de lo que es la pandemia como tal: con un componente epidemiológico (de cómo se mueve el agente del virus), pero relacionado con contextos sanitarios, sociales y de salud mental. Es que lo que estamos viviendo ya no es una pandemia sino una sindemia.

Ahora, desde el punto de vista epidemiológico hay que tener en cuenta que hay una circulación viral activa, una gran dinámica de transmisión, variantes circulando y focos de super transmisión como las movilizaciones y por eso hay que seguir promoviendo las medidas de autocuidado.

Dicho eso, yo considero que el pico y cédula nos está ayudando con el control de aforos y contactos en ciertos sitios pero es un tema que se debe controlar. No sé si lo hubiera levantado. Y con relación a la medida del 4X3 yo creo que en estos momentos ha venido reduciéndose la dinámica de transmisión y hay una desaceleración.

Eso qué significa: que puede haber una vigilancia y un control sectorizado. En ese sentido es probable que Bogotá vaya a requerir de medidas focalizadas por UPZ y por sectores, y un incremento de rastreos, pruebas y seguimiento. Creo que esa será una forma de compensar las últimas decisiones.