¿Qué mano de obra requerirá la reactivación? | El Nuevo Siglo
Se espera que los trabajadores de la salud tengan una alta demanda en los próximos meses. /SENA
Foto SENA
Miércoles, 30 de Diciembre de 2020
Redacción Política

Comenzando el mes, al recibir la agenda empresarial para reactivación presentada por el Consejo Gremial Nacional, cuya adopción permitiría reactivar la economía y generar un crecimiento adicional de 2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) y más de 700.000 nuevos empleos, el presidente Iván Duque declaró que "toda nuestra energía está destinada hacia la reactivación segura y a recuperar niveles de crecimiento y empleo".



Sí, cualquier observador está de acuerdo con la premisa: es necesario recuperar el empleo y el crecimiento económico, ya que no puede suceder lo uno sin lo otro; pero, ¿cuáles serán las vacantes que se producirán en las próximas semanas para lograr el objetivo?

Primero hay que mirar el pasado reciente. Según el informe correspondiente al tercer trimestre de 2020, elaborado por el Observatorio Laboral y Ocupacional del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), entre los mayores porcentajes de incremento en vacantes del nivel elemental están ventas, obreros y ayudantes, en tanto que en el nivel calificado se destaca la demanda por técnicos en asistencia y soporte de tecnologías de la información; mercaderistas e impulsadores; digitalizadores; y auxiliares de cartera y cobranzas.

En el nivel de técnicos y tecnólogos, sobresale el requerimiento de técnicos en terapia respiratoria y cardiovascular; supervisores y coordinadores de procesos de negocio, empleados de información y servicio al cliente; y graficadores de imágenes computarizadas.

Y entre los profesionales más solicitados estuvieron los enfermeros; los médicos generales; los consultores y funcionarios de desarrollo económico y comercial; los desarrolladores de aplicaciones informáticas y digitales los analistas de sistemas informáticos; los administradores de servicios de tecnologías de la información.

Con base en registros como este, los expertos en el tema resumen que las ocupaciones más requeridas en este momento en el país son las que involucran a los profesionales en Ingeniería y Salud, vendedores, profesionales en Negocios y Administración, técnicos en Administración, auxiliares contables y profesionales en Tecnología y Comunicaciones.

Es que, estiman, las industrias que tendrán probablemente un mayor potencial de crecimiento y contratación serán las relacionadas con el comercio electrónico (e-commerce), las pasarelas de pago, la tecnología para brindar servicios financieros (fintech), así como los sectores de salud, tecnológico, farmacéutico y de generación de energía.

Digitalización forzosa

Hace poco más de 10 días, en su Panorama Laboral 2020 para América Latina y el Caribe, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) puso de presente que la pandemia ha impulsado globalmente una “digitalización forzosa”, acelerando masivamente el uso de tecnologías que ya se encontraban desarrollados y disponibles, pero se estaban usando solo en una parte de las empresas y potenciales contextos de aplicación. También ha significado un empujón para la robotización y el uso de tecnologías de inteligencia artificial.



Sin embargo, para la OIT “el mayor impacto en los mercados laborales no está necesariamente en estas tecnologías de vanguardia sino en tecnologías que ya están maduras (como la internet, la computación y los teléfonos inteligentes) y que en principio están disponibles, sin mayores barreras de acceso o precio, también para los países de la región. Existe la oportunidad, por lo tanto, para cerrar brechas tecnológicas en relación a los países más avanzados, así como al interior de los países (entre regiones urbanas y rurales, y ocupados de distinto origen socioeconómico)”.

“En este contexto”, anotó el informe de la OIT, “las políticas públicas deben contribuir a cerrar las brechas digitales a través de inversiones, tanto en la conectividad como en la educación y formación profesional, incluyendo a las zonas remotas donde operan proveedores pequeños ubicados en los eslabones más débiles de varias cadenas mundiales de suministro. La persistencia de las actuales brechas impediría a muchas empresas y trabajadores aprovechar las oportunidades que puedan surgir con los cambios de la reactivación pospandemia”.

Más adelante, al hablar de “adaptar y actualizar la política nacional de empleo” de cada país, la OIT juzgó que “una iniciativa de este tipo puede incluir varios ámbitos cruciales para una mejor y más plena recuperación, así como también para afrontar las transformaciones de la organización de la producción y el empleo en el contexto del futuro del trabajo, tales como la formación y capacitación para el trabajo”, entre otros aspectos no menos importantes como por ejemplo “los servicios públicos de empleo, la seguridad y salud en el trabajo” o “la inspección del trabajo” y “las instituciones de diálogo social”.

Capacitación laboral

Infortunadamente, la emergencia originada por la pandemia tomó a Colombia con un decreciente número de matriculados en instituciones de educación, como lo informó el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), al reportar que en 2019 la matrícula total en educación superior fue de 2.396.250 estudiantes, lo que representa una reducción del 1,8% respecto a 2018, desaceleración de la demanda que ya venía de 2017. Así que la deserción universitaria que se presentó este año (proyectada en 24% para este segundo semestre) solo es el agravamiento de una situación complicada.



En el informe sobre el futuro del empleo presentado este año por el Foro Económico Mundial expuso cómo es fundamental que las instituciones de instrucción desarrollen una serie de competencias por medio de un énfasis en una educación de calidad junto a la incorporación de herramientas innovadoras que permitan al estudiante adquirir un conocimiento integral, interdisciplinario y práctico.

No es de extrañar las alertas encendidas por las instituciones de educación superior, como la lanzada unos 20 días atrás por la Fundación Universitaria Salesiana por el déficit de ingenieros informáticos y energéticos.

En un comunicado, la Universidad llamó la atención sobre que “la realidad evidencia que la demanda de estas carreras profesionales que hoy se ofertan en Colombia parece ir en contravía con las necesidades de nuevos talentos que tiene el país, pues hoy son más los jóvenes que están estudiando programas humanistas, como Derecho o Psicología, entre otros, y no ciencias duras o exactas como ingenierías”.

Para los analistas de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Sistemas (Acis), los profesionales expertos en informática en la nueva normalidad serán cada día más estratégicos para las empresas debido al crecimiento del 30% en la demanda de procesos, que implican el liderazgo y operación de estrategias tecnológicas, arquitectura de soluciones e innovación con base en desarrollos de sistemas que trabajen en la nube, para realizar tareas a través de analítica de datos y diseñar sistemas personalizados, entre otros.