Pese a la reducción en hectáreas de los cultivos ilícitos, un informe de la ONU indica que las plantaciones se están volviendo más productivas.
La producción potencial de cocaína creció un 5,9% en 2018 en Colombia, impulsada por un mayor rendimiento de las plantas de hoja de coca e industrialización en su cultivo, informó este lunes la ONU en Bogotá.
La capacidad de producir cocaína el año pasado fue de 1.120 toneladas frente a las 1.058 toneladas de 2017, aunque el ritmo de crecimiento fue menor al de años anteriores, según el informe anual de monitoreo de cultivos ilícitos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Lea también: Narcocultivos se redujeron 1.2% en 2018
El aumento se debe a que la mayoría de plantas de hoja de coca, materia prima de la cocaína, están en edades de mayor productividad, hay mejores técnicas de manejo agrícola y hubo renovación de arbustos existentes por cultivariedades, que producen más hojas, entre otros.
El aumento de la productividad contrasta con la leve baja de 1,2% de los narcocultivos en 2018 anunciada la semana pasada por ONUDD y celebrada por el presidente Iván Duque.
El área sembrada con plantíos ilícitos fue de 169.000 hectáreas respecto a 171.000 en 2017, la primera reducción desde 2012 pese a que la nación se mantiene en niveles históricos.
"La situación de tener tanto territorio sin intervención está incidiendo en que la productividad de los lotes siga creciendo, estamos encontrando que una hectárea puede producir 5,7 toneladas de coca" al año, explicó Leonardo Correa, coordinador del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivo Ilícitos (SIMCI) de ONUDD.
La mayor producción de la materia prima de la cocaína se encuentra en zonas fronterizas, en los departamentos de Nariño y Putumayo, en los límites con Ecuador y Perú, y en el Norte de Santander, aledaño a Venezuela.
- Más dinero para menos actores -
El precio de la cocaína también aumentó. Mientras que en 2017 un kilo de cocaína costaba en promedio 4,4 millones de pesos colombianos (unos 1.300 dólares al cambio actual), el año pasado subió a 4,9 millones (unos 1.400 dólares).
Sin embargo, el encarecimiento del producto no repercutió en una ganancia equivalente para todos los actores involucrados.
"Los ingresos para el cultivador (...) siguen siendo bajos", mientras que el volumen de dinero en circulación concentra "el poder económico en los traficantes", precisa el informe.
Según el documento, el 80% de los homicidios y desplazamientos ocurridos el año pasado en el marco de la conflagración sucedieron en municipios donde hay cultivos ilícitos.
Para combatir el alza histórica de narcocultivos, Duque ha lanzado una política de mano dura contra las drogas, que incluye el endurecimiento de medidas policiales contra su consumo y la evaluación de un posible regreso de las aspersiones aéreas con glifosato.
La medida, aplaudida por Estados Unidos, se había suspendido durante el gobierno de su predecesor, Juan Manuel Santos (2010-18), por su potencial daño a la salud y al medioambiente.
Por su parte, Duque culpa del alza de narcocultivos a la estrategia de Santos, que combinaba la eliminación manual de plantaciones con acuerdos de sustitución voluntaria con los campesinos cocaleros.
A pesar del llamado de Duque a combatir sin tregua a los narcos, las incautaciones se redujeron al pasar de 434 toneladas en 2017 a 414 toneladas en 2018, según el informe.