Con el fin de hacer seguimiento a la medida de intervención impuesta a los hospitales: ESE Río Grande de la Magdalena de Magangué, del Hospital Regional San Andrés de Chiriguaná y de la ESE Alejandro Próspero Reverend de Santa Marta, la Superintendencia Nacional de Salud reunió en Bogotá a los agentes interventores, quienes rindieron cuentas del estado actual de los centros asistenciales.
El balance a la fecha es positivo, estos tres hospitales intervenidos en la vigencia del gobierno del presidente Iván Duque Márquez, muestran avances los componentes asistencial y financiero así: ESE Río Grande de la Magdalena, de Magangué
Durante la mesa de seguimiento, el interventor de la ESE Río Grande de la Magdalena, de Magangué, Hugo Vásquez, afirmó que los avances son evidentes. Destacó la continuidad en la prestación de los servicios y la humanización de estos.
Dijo que ya se están pagando los salarios, honorarios y la seguridad social del personal de manera ininterrumpida, que se está realizando el mantenimiento de los equipos biomédicos, al igual que a la infraestructura física, y que, hoy es un hospital más limpio y sin residuos hospitalarios esparcidos.
En cuanto a facturación, aseguró que se avanza en la depuración de las cuentas por pagar y resaltó el aumento progresivo en la venta de servicios. “Corridos los tres primeros meses de la medida ya se había alcanzado una facturación mensual de $600 millones, hoy en lo que va de septiembre está en $860 millones.
Por su parte, Germán Darío Gallo, agente interventor del Hospital Regional San Andrés, de Chiriguaná, destacó que durante la intervención forzosa para administrar que ordenó la Supersalud en junio de 2019, se han logrado optimizar los costos de operación, hoy con los mismos gastos facturan casi el doble. Antes para facturar solo $430 millones debía incurrir en costos de $530 millones, ahora está facturando $806 millones con gastos de operación de $570 millones.
Así mismo, destacó que se ha logrado recuperar la confianza de los pacientes quienes ya recurren más a la institución por los niveles de humanización que han logrado. “Los puestos de salud del hospital están totalmente dotados y hay disponibilidad de todos los medicamentos, tenemos todos los equipos biomédicos esenciales para la atención, entre estos, tres unidades odontológicas habilitadas en los centros de salud”, dijo el interventor.
Román de Jesús de La Rosa, agente especial interventor de la ESE Alejandro Próspero Reverend, de Santa Marta, aseguró que en los dos meses “la atención es más oportuna, hay más integralidad en el equipo médico y paramédico; la atención es más humanizada y hay prioridad para los niños, embarazadas y adultos mayores”.
También aseguró que con intervenciones simples, como arreglar un ascensor que llevaba 4 años fuera de servicio, se habilitaron dos quirófanos.
En cuanto a lo financiero, están recibiendo por giro directo $2.700 millones, $600 millones más de lo usual.
Nueve hospitales del país están intervenidos por la Supersalud. De ellos siete de estos operan en la Costa Atlántica (San José de Maicao, Universitario del Caribe, Río Grande La Magdalena, San Jerónimo, Universitario de Sincelejo, San Andrés ESE y Alejandro Próspero Reverend). Los otros dos, para los departamentos de Nariño (San Andrés ESE de Tumaco) y Meta (Departamental de Villavicencio).
El Federico Lleras de Ibagué salió de intervención forzosa para administrar, fue recuperado y entregado al departamento en agosto, y la Supersalud lo mantendrá en vigilancia especial por un año más. El Departamental San Francisco de Asís de Quibdó está en intervención administrativa para liquidar.