Luego que se registrara un alto incremento en los casos positivos de coronavirus, como lo publicó ayer EL NUEVO SIGLO, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, propuso que los mandatarios regionales se reunieran con el presidente Iván Duque para buscar salidas, entre las que está el retorno a una cuarentena estricta.

En realidad, la situación no es igual en todas partes y para la muestra tres botones: Barranquilla, Cali y Medellín.

Quizás el caso comparable más agudo sea el de Barranquilla, donde ya el viernes, el alcalde Jaime Pumarejo anunció las medidas que regirán durante 15 días, a partir de este miércoles, 1 de julio, extremando las restricciones y el aislamiento preventivo para enfrentar la emergencia sanitaria por Covid-19, acorde con las directrices impartidas por el Gobierno nacional.

Las normas que regirán durante la nueva ampliación del aislamiento preventivo obligatorio buscan bajar la tasa de contagio y proteger la vida, haciendo énfasis en que lo más importante en este momento es que todos sigamos rigurosamente las medidas de autocuidado, especialmente usar tapabocas, el distanciamiento físico, lavarnos las manos y el cuidado personal y de nuestras familias.

En una alocución transmitida por plataformas digitales, el alcalde Pumarejo socializó las decisiones oficiales: “Las medidas que hemos establecido, en todo momento, han sido consecuentes con las demandas del ciclo epidemiológico. Aquí hemos tenido el especial cuidado de defender la vida y preservar los ingresos vitales de nuestros ciudadanos”.

Alerta naranja

Tras recibir pacientes de Barranquilla y Chocó, Medellín alcanzó el 24% de ocupación de camas de unidades de cuidados intensivos (UCI). Por ahora, están siendo usadas 54 de las 224 que dispone la capital antiqueña actualmente.

Según informó el alcalde, Daniel Quintero, solo la mitad de las personas que ocupan UCI son de la ciudad.

En ese sentido, especificó que la mayoría de los ocupantes de las UCI en Medellín son del Chocó, ya que se han recibido estos pacientes dado que esa región requería de ayuda para contener la pandemia del coronavirus.

De otra parte, Medellín registró un incremento de casos, ante lo cual la Alcaldía señaló a través de un comunicado que si bien, la reapertura económica ha sido uno de los factores determinantes para el aumento de pacientes, el hecho de no acatar las recomendaciones de bioseguridad también juega un papel importante en la propagación del virus.

La subsecretaria de Salud Pública, Natalia López Delgado, hizo especial énfasis en la importancia del autocuidado y la corresponsabilidad para evitar el contagio: “Reiteramos el llamado a toda la ciudadanía a renovar ese compromiso y esa corresponsabilidad del cuidado de su salud, y a mantener todas las medidas de precaución que hemos promovido desde que inició la emergencia sanitaria”.

La otra cara de la moneda es Cali. Al concebir la vida como un principio fundamental, la administración del alcalde Jorge Iván Ospina le apostó a la reactivación económica de Santiago de Cali con cultura ciudadana, a través de la estrategia “Guardianes de la vida”.

Con responsabilidad y acatando todos los protocolos de bioseguridad dispuestos por el Gobierno nacional, estableció pactos con el sector formal e informal del centro de la ciudad para ejecutar un plan piloto en el que 3.400 establecimientos comerciales y 12.000 vendedores ambulantes y estacionarios, en ocho manzanas a la redonda, retornarían a sus labores.

Ello permitió que esta experiencia se aplicara en la reapertura parcial de los centros comerciales, siendo Cali pionera a nivel nacional, lo que significó la activación de cerca de 25.000 empleos directos; favoreciendo igualmente a sectores gastronómicos y religiosos, así como las peluquerías, los gimnasios, la central de abastos Santa Elena y la comunidad de una zona vulnerable del oriente de la capital vallecaucana.

Los pactos también se suscribieron con peluquerías, gimnasios, sector gastronómico, comerciantes de Santa Elena y comunidad.