En junta extraordinaria convocada por el alcalde Federico Gutiérrez, se anunció un contundente plan de choque para abordar la grave situación financiera que atraviesa el Hospital General de Medellín. La deuda millonaria, ascendiendo a 9.400 millones de pesos con especialistas, médicos y personal asistencial, llevó a la dificultad más severa en los 74 años de historia del centro de salud.
La reunión fue iniciada con el alcalde expresando su desacuerdo ante las decisiones del gerente, Mario Fernando Córdoba, especialmente el cierre de siete camas de UCI neonatal y cinco camas de pediatría. Gutiérrez enfatizó: *"Es un tema delicado, sabiendo que muchas instituciones privadas han venido cerrando camas por la crisis, este es un hospital público, no puede cerrar".* Además, denunció el desvío de recursos a proyectos no esenciales, como la renovación de la fachada.
El mandatario anunció medidas urgentes en el plan de choque, priorizando el pago de deudas a trabajadores y proveedores. La deuda de 9.400 millones de pesos con especialistas y personal médico será saldada, así como los 24.000 millones con los proveedores para garantizar el suministro de insumos médicos esenciales.
En una decisión trascendental, la junta restringirá al gerente Córdoba para contrataciones mayores a 20 salarios mínimos, con la aprobación de la junta directiva para montos superiores. Asimismo, se enfocará en contrataciones que mejoren las condiciones del personal de salud y los servicios a los usuarios, evitando gastos superfluos.
Gutiérrez subrayó la importancia de recuperar el hospital, asegurando reuniones quincenales para monitorear el progreso. Además, hizo un llamado al Gobierno Nacional para resolver la deuda de la EPS Savia Salud, que asciende a 260.000 millones de pesos, afectando gravemente las finanzas del hospital.
En medio de la crisis, los trabajadores, sindicatos y el alcalde exigieron explicaciones y acciones concretas. El hospital cerró camas en diferentes áreas, generando preocupación y denuncias de falta de medicamentos y condiciones precarias.
La junta directiva se comprometió a evaluar semanalmente los avances del plan de choque, buscando evitar la intervención del hospital por parte de la Superintendencia de Salud. En un intento por estabilizar las finanzas, el alcalde reiteró su llamado a la responsabilidad y colaboración de todos los actores involucrados en esta situación crítica del Hospital General de Medellín.