Ayer la Administración distrital le entregó al Consejo Territorial de Planeación el borrador del documento que pretende ejecutar hasta 2024
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Claudia López, acompañada por todo su equipo de gobierno, presentó ayer el borrador del Plan Distrital de Desarrollo 2020-2024, un nuevo contrato social, la hoja de ruta, que una vez sea aprobada por el Concejo de Bogotá, será el mapa con el que se guiará el progreso de la ciudad para este cuatrienio.
Enmarcado en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, este documento será estudiado por el Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD) y posteriormente, pasará a estudio del Concejo de Bogotá. Cabe resaltar que se hizo con los cuatro enfoques de política pública: género diferencial, cultura ciudadana, territorialidad y población.
“Hoy se cumplen 60 días de la posesión de la alcaldesa y teníamos la meta de entregarle hoy al CTPD la versión del proyecto del Plan Distrital de Desarrollo. Este fue un proceso colectivo que contó con la colaboración de la ciudadanía y nos permite, llegar a la construcción de este documento que hoy entregamos”, recalcó la secretaria de Planeación, Adriana Córdoba.
El documento
El plan tiene cinco propósitos: 30 logros de ciudad, 70 programas generales y 17 programas estratégicos diseñados con una visión local, regional, nacional y global. Le apuesta a sentar las bases para la integración de Bogotá, sus municipios y departamentos vecinos, la Nación, además de actores públicos y privados, para acelerar el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Así mismo y de acuerdo con la mandataria, en este cuatrienio se cumplirán 583 metas concretas y medibles. Del total de las mismas, 59 están relacionadas directamente con la disminución de la pobreza multidimensional, para lo cual habrá una inversión que alcanza los 9,8 billones de pesos.
Dentro de los cinco propósitos planteados en este Plan de Desarrollo, el primero y más importante es el de construir un nuevo contrato social para incrementar la inclusión social, productiva y política (especialmente de las mujeres).
El segundo gran objetivo será el de cambiar los hábitos de vida para reverdecer a Bogotá para que se adapte y mitigue mejor al cambio climático. El tercer objetivo es el de inspirar confianza y legitimidad para vivir sin miedo y ser epicentro de cultura ciudadana, paz y reconciliación. Ya los últimos dos objetivos están relacionados con la línea transversal que ha sostenido la alcaldesa desde que ganó las elecciones: la consolidación de Bogotá-Región.
Para ello, este Plan de Desarrollo planea hacer de Bogotá-Región un modelo de movilidad, creatividad así como productividad incluyente y sostenible. Bogotá-Región se construirá con un gobierno abierto, transparente, así como con una ciudadanía consciente.
Equidad para las mujeres y la educación
Este nuevo contrato social, destacó la alcaldesa, deberá enfocarse en reducir la pobreza de las mujeres, un problema que no solo azota a Bogotá y al país, sino a toda América Latina. A este respecto, señaló que la pobreza de las mujeres en la capital del país es el triple y el distrito, no se puede seguir preciando que reduce la pobreza tanto monetaria como multidimensional, si al mismo tiempo aumentan estas variables en las mujeres.
Frente a ello, la alcaldesa refirió que la ciudad debe construir propósitos comunes, incluir a los más excluidos, reducir la pobreza, sobre todo de las mujeres y reducir la desigualdad de oportunidades. Así mismo, este documento duplicó el presupuesto de inversión para las mujeres.
“Por eso lo primero que tenemos que hacer es un contrato social. Tenemos que acordar redistribuir los costos y los beneficios que tenemos de vivir en esta ciudad, pues hoy estamos recargando a unos, especialmente a las mujeres, el costo de vivir aquí (…) Hacer un contrato social implica que los empresarios, el sector privado, el sector público y los ciudadanos acordemos redistribuir el exceso de costos y castas, que algunos están asumiendo, al punto de tenerlos excluidos de las oportunidades de tiempo, vida, estudio, trabajo y bienestar”.
Por ello, se creará e institucionalizará un sistema de cuidado que redistribuya la carga que se les ha impuesto a las mujeres en el conjunto de la sociedad. Por ello, “dentro de nuestro ámbito de competencias vamos a crear ese sistema de cuidado; vamos a hacer un nuevo contrato social, en especial con las mujeres de Bogotá (…) aparte de eso, vamos a garantizar mejores oportunidades de inclusión económica, social, productiva y positiva”.
Punto aparte, la alcaldesa acompañará la reforma al sistema general de participaciones, a través del cual se redistribuyen los recursos públicos que todos pagamos como impuestos en Colombia para que se cumpla, entre otras cosas, la ley general de educación. “Hoy quiero decirle al Gobierno nacional que no va a pasar del 2020, tengamos que hacer las movilizaciones sociales que tengamos que hacer. Pero a los niños de Colombia les tienen que cumplir el mandato de la Constitución. Bogotá sola no puede”.
Cambio climático
De acuerdo con López, la principal apuesta y propósito de mitigación está relacionada con la reducción de la contaminación del aire. Aun así, dijo que se protegerá la estructura ecológica principal; incluirá el Pomca dentro del POT que será concertado por primera vez con la región y reforestará a Bogotá, para lo cual hay una meta de sembrar un millón de árboles, de los 180 millones que se propuso sembrar el Gobierno nacional.
Para la descontaminación del aire, en estos cuatro años, se va a renovar el 70% de la flota de transporte masivo, que aún utiliza diésel y gasolina. “Pasará a usar combustibles Euro VI y eso quiere decir que los buses más contaminantes, del SITP Provisional, serán reemplazados. Y el 70% de la flota troncal de Transmilenio, que todavía utiliza diésel o gasolina pasará a estándar Euro VI mínimo en los próximos cuatro años”, precisó la Alcaldesa.
El otro componente está relacionado con la contaminación por carga, frente a lo cual la alcaldesa señaló que el mayor instrumento de la Administración será el control ambiental que se le haga a los mismos. “Bogotá tendrá durante estos cuatro años el pico y placa ambiental a la flota de carga o a cualquier flota que contamine porque tiene más de 25 años”, precisó ayer.
Seguridad y aporte voluntario del Predial
De acuerdo con la alcaldesa, la prioridad de seguridad, vivir sin miedo, se enfocará en reducir el hurto a personas, continuar reduciendo el homicidio y disminuir las violencias contra mujeres, niños y niñas. Esas son las tres prioridades en materia de seguridad.
“Estamos destinando casi $3 billones a ese propósito de vivir sin miedo en Bogotá, pero para incrementar tanto la seguridad como la justicia de las mujeres y los niños, además de los $3 billones, le queremos pedir voluntariamente, a quien pueda aportar hasta el 10% adicional del predial, nos ayude con ese aporte para poder incrementare el número de policías, comisarías de familia, abogadas que hacen asistencia judicial a mujeres y centros de protección”.
Finalmente, aclarando que ella es alcaldesa y no maga, López dijo que en ocho años saldremos de la mala prestación de Transmilenio, aun cuando aclaró que se mejorará de manera sustancial en estos cuatro años. “Solo será óptimo cuando entre a operar el Metro y solo sea bus alimentador”, precisó.