La estrategia del Gobierno para enfrentar la pandemia ha sido aplazar la llegada del pico para aprovechar el tiempo y tener el sistema de salud preparado para atender un incremento considerable de enfermos graves.
Uno de los temas -que incluso dio para el conocido tire y afloje entre los gobiernos Nacional y Distrital- es el de las unidades de cuidados intensivos (UCI); pero unido a ese, está el de los intensivistas, médicos especializados en la atención de ese nivel.
En junio, el médico José Luis Accini, presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo (AMCI), le manifestó al presidente Iván Duque que en el país “somos cerca de 1.200 médicos intensivistas”. Se trata de un número insuficiente para atender las UCI que han estado llegando al país.
En ese contexto, el alcalde de Medellín, le pidió el 15 de junio al embajador de Cuba, José Luis Ponce, apoyo del gobierno isleño “con una brigada médica” para atender el aumento de casos de coronavirus en la ciudad, argumentando que “a pesar de contar con equipos tecnológicos, la ciudad solo cuenta con 118 especialistas en cuidados intensivos, número insuficiente para atender a pacientes graves”.
Fuentes de la Alcaldía han explicado que la misma ayuda se pidió a otros países como Emiratos Árabes, que ya envió insumos médicos en donación, España y Corea.
Sin embargo, la petición fue muy criticada por el uribismo. Por ejemplo, la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, trinó que Quintero “ofrece trabajo y seguridad a médicos cubanos para atender el pico de la pandemia en Medellín, desechando a los médicos locales, que además tienen mejor preparación. Inaudito. Así se gasta la plata de los contribuyentes”.
El Mandatario le respondió a Cabal que “no hemos entendido bien el mensaje del coronavirus. Más allá de las fronteras, razas e ideologías, nos recordó que como humanos nos necesitamos todos. A Estados Unidos y Reino Unido les pedimos vacunas, a Emiratos pruebas, a Cuba, España personal. La vida debe de estar por encima de la política”.
De todas maneras, Quintero dijo que se reunió ayer con voceros de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación para acordar que desde hoy se conformarán “mesas con todos los actores, incluyendo el talento humano en salud de primera línea para apoyar al plan de expansión en UCI para Medellín: intensivistas, urgentologos, cirujanos, internistas y anestesiólogos. Todos estamos dispuestos a poner de nuestra parte”, anotando que “nuestra prioridad será el talento humano local y nacional”.
Si bien hay consideraciones que respaldan al alcalde Quintero, también hay que admitir, como lo ha denunciado Human Rights Watch, que el gobierno cubano impone normas draconianas a los médicos en misiones sanitarias que vulneran sus derechos fundamentales.
La ONG ha considerado que los gobiernos que solicitan asistencia de trabajadores de la salud cubanos para responder a la pandemia de Covid-19 deben exigir a las autoridades de la Isla que reformen las leyes y reglamentos aplicables que vulneran, entre otros, los derechos a la privacidad, la libertad, la libertad de expresión y asociación, así como el libre movimiento.