Aunque algunas personas advirtieron que podría haber disturbios a lo largo de la jornada electoral que se adelantó  y tras la cual Colombia eligió al nuevo Presidente de la República, en Bogotá la jornada, marcada por una lluvia intermitente, se desarrolló de manera tranquila.

Cerca de las 9:00 de la noche la alcaldesa Claudia López dio un parte de tranquilidad e indicó que había ocho puntos de concentración y celebración. Advirtió que todas las troncales estaban funcionando con normalidad, “y no hemos tenido ningún problema de convivencia en la ciudad”.

Con el 100% de las mesas informadas (14.935), de las 5.935.722 personas que estaban habilitadas para votar asistieron a las urnas un total de 3.887.345, 91.068 más de las que ejercieron su derecho al voto en la primera vuelta presidencial el pasado 29 de mayo, en donde la votación fue de 3.796.277 ciudadanos.

De ese total de personas que votaron, 3.734.195 (el 97,08%) lo hicieron por uno de los dos candidatos (39.436 fueron votos nulos y 1.421 fueron tarjetones no marcados) y 112.293 personas votaron en blanco. A este respecto vale referir que este voto protesta se incrementó en forma sustancial con relación a la primera vuelta presidencial, en donde ejercieron este tipo de sufragio 73.132 personas.

El nivel de abstención fue del 34,51%, un punto y medio menos del registrado el pasado 29 de mayo, cuando fue del 36,05%. En las elecciones del 2018 el porcentaje de personas que, pudiendo haber votado, no lo hicieron, fue del 35,04%, lo que significa que en cuanto a la elección de presidente esta ha sido la jornada con menos abstención de los últimos cuatro años.

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El voto a los candidatos

Ahora bien, considerando que en la primera vuelta el candidato del Pacto Histórico en la capital obtuvo 1.769.671 de los sufragios, el equivalente al 47,05% de los mismos, y el candidato por el movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción, el ingeniero Rodolfo Hernández, obtuvo un total de 833.016 votos, ¿qué tanto varió la votación en la capital?

En esta ocasión, de los 3.734.195 de votantes, en la ciudad de Bogotá por el nuevo presidente electo votaron 2.253.997 personas (el 58,59% del total de los sufragios), y por el ingeniero santandereano, lo hicieron 1.480.198 personas (el 38,48% del total).

Eso significa que, por una parte, por el presidente electo votaron 484.326 personas más, mientras que el exalcalde de Bucaramanga logró convencer en la capital a 647.182 votantes. Y lo segundo, que Petro le sacó a Hernández 773.799 votos en la capital.

Para completar el paisaje electoral en la capital colombiana, de acuerdo con el último informe de la Misión de Observación Electoral sección Bogotá, en la capital hubo 96 reportes registrados, entre los que se cuentan 24 irregularidades en el Voto Libre y 53 por parte de las Autoridades Electorales, entre otros.

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Alcaldesa celebró triunfo petrista

Punto aparte, una de las primeras personas que celebró la victoria de Gustavo Petro fue la alcaldesa Claudia López quien, pese a que tuvo bastantes roces con el exalcalde de Bogotá algunos meses atrás, se adhirió indirectamente a su campaña cuando su ex secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, dijo que se sumaba a la campaña.

“Al fin ganamos. Felicitaciones al nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, y a la nueva vicepresidenta de todas y todos los colombianos, Francia Márquez. Empezamos a escribir con toda ilusión una nueva página en la historia de Colombia. El cambio es imparable”, trinó la Alcaldesa, quien acto seguido ofreció la experiencia que tiene Bogotá en materia de cuidado a las mujeres para desarrollar el Ministerio de la Igualdad.

“Qué orgullo como mujer, ciudadana y Alcaldesa tener a Francia Márquez como Vicepresidenta. Vamos por el Ministerio de la Igualdad y el Sistema Nacional del Cuidado para las mujeres y familias. Cuenta conmigo y con la experiencia del Sistema Distrital de Cuidado de Bogotá”, añadió la alcaldesa López.

También el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa reconoció la victoria del nuevo Presidente pero no se mostró optimista. “Espero que Gustavo Petro haga un buen gobierno para bien de Colombia. Sin embargo, lo que él ha hecho y dicho no me permite ser optimista. Apoyaré lo positivo, señalaré lo dañino y seguiré trabajando por una Colombia más próspera, más igualitaria, con más oportunidades y más feliz”, indicó.

Reacciones de congresistas y concejales

Por su parte, el representante a la Cámara electo por el Centro Democrático y exconcejal de Bogotá, Andrés Forero, llamó la atención sobre tres preocupaciones y fue claro al advertir que hará una oposición “rigurosa y seria” al nuevo gobierno.

“Preocupa que Gustavo Petro se inmiscuya en las actuaciones de la Fiscalía y la Procuraduría. Yerra el nuevo presidente al proponer indultar a aquellos que ejercieron acciones terroristas durante los paros del año pasado, y preocupa que Diosdado Cabello y Nicolás Maduro estén celebrando. Como demócrata reconozco resultados adversos. Gustavo Petro ganó en la democracia que tanto atacó y a la que injustamente tildó de dictadura. Lucharé para protegerla. Desde el Congreso le haré oposición rigurosa y seria, pensando siempre en el interés superior de Colombia”, indicó el representante (e) Forero.

Así mismo, la representante más votada de Bogotá, Katherine Miranda (Alianza Verde), indicó: “¡Felicidad, hoy empezará a escribir una nueva historia con ideas, con esperanza y sin odios. Esto es un sueño”, indicó.

Desde el Concejo también celebraron la victoria de Gustavo Petro, cabildantes como Carlos Carrillo (Polo), quien escuetamente indicó: “Gustavo Petro y Francia Márquez serán el primer gobierno popular en la historia de Colombia. Se me arruga el corazón”, y otros como Diego Cancino, quien dijo: “Hoy la democracia está de fiesta. A festejar, mujeres jóvenes, territorios víctimas de la guerra, a celebrar. Se vino la paz y la equidad”.

Y por el contrario otros concejales, como Lucía Bastidas (Alianza Verde), se refirieron con pesimismo a esta victoria. “Adivinen: por el triunfo de Gustavo Petro, ¿a cómo está el dólar? Empezó el cambio: peso devaluado”, y criticó duramente a la Alcaldesa, pues de acuerdo con la concejal la forma en la que celebró la victoria “fue una clara participación en política”.

“Sabemos que usted se concentró en la campaña de Gustavo Petro olvidando por completo los problemas de los bogotanos y contrariando la ley, ya que tiene prohibido participar en política. La institucionalidad les vale cero”, añadió.

Tercer alcalde que llega a la Casa de Nariño

La victoria de Gustavo Petro tiene un componente adicional, al menos para la ciudad de Bogotá, y es que este será el tercer presidente de Colombia que, antes de su llegada a la Casa de Nariño, hizo una escala por el Palacio Liévano y tuvo las riendas de la capital.

El primero de ellos fue Virgilio Barco Vargas quien, además de haberse desempeñado como concejal, entre 1966 a 1969 fue alcalde designado de Bogotá, cargo que le deparó notables satisfacciones.

De hecho, entre los hitos más representativos de su paso por la Alcaldía estuvo la creación del Planetario de Bogotá, el Museo de Desarrollo Urbano (actualmente conocido como Museo de Bogotá), el Centro Administrativo Distrital, la Avenida Carrera 68 y el coliseo cubierto El Campín. También estuvo encargado de preparar a la ciudad para el Congreso Eucarístico Internacional que se celebró en Bogotá, en 1968, y al cual asistió el Papa Pablo VI.

El segundo de ellos fue Andrés Pastrana Arango, quien se desempeñó en el cargo entre 1988 y 1990, y en ese periodo construyó la Avenida Caracas, el puente de la calle 92 y privatizó el servicio de recolección de basuras.

Durante sus cuatro años de alcaldía (2012-2016), Gustavo Petro se enfocó en entablar un diálogo social con las comunidades vulnerables, como los habitantes de calle y las trabajadoras sexuales, para conocer sus necesidades. También amplió la jornada de los colegios del Distrito, invirtió en programas culturales y musicales, abordó el problema de la drogadicción como un asunto de salud pública y no de seguridad (algo que nadie había hecho antes en Colombia) y liberó del trabajo a 2.700 caballos que estaban en manos de recicladores.