El presidente, Gustavo Petro, lanzó una advertencia este miércoles a la principal disidencia de la extinta guerrilla FARC con quienes rompió un cese al fuego durante la semana: acuerdan la paz o seguirán "el camino" del abatido capo Pablo Escobar.
Las partes sostienen negociaciones desde finales de 2023, pero el asesinato de una líder indígena llevó al mandatario a decretar el domingo la reanudación de las acciones militares en tres departamentos contra el Estado Mayor Central (EMC), conformado por rebeldes que se negaron a firmar el acuerdo de paz de 2016.
Los diálogos continúan aunque Petro ha ido endureciendo su discurso contra la organización que se dedica principalmente al narcotráfico.
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"Los que están allí en el EMC tienen que saber decidir ya: o se van por el camino de Pablo Escobar y el Estado los enfrentará, o se van por el camino del servicio del pueblo (...) y el Estado los recibirá", dijo Petro este miércoles en un acto.
El presidente de izquierda sostiene que el EMC está ensañado contra indígenas y campesinos que viven en los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca (suroeste).
También comparó a su comandante, alias Iván Mordisco, con Escobar, abatido por la fuerza pública en 1993.
El líder guerrillero "ahora está matando dirigentes campesinos, está asesinando al pueblo y habla de revolución. ¡Qué revolución ni qué carajos!", añadió.
"Es un traqueto [narcotraficante] vestido de revolucionario", remarcó.
Las negociaciones entre el gobierno y el EMC avanzan entre tropiezos.
Petro también dialoga desde noviembre de 2022 con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y está cerca de empezar a hacerlo con la Segunda Marquetalia, cuyo jefe es el ex número dos de las FARC, "Iván Márquez".
Pese al desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), considerada la organización rebelde más poderosa de América, el conflicto persiste en el país y deja más de nueve millones de víctimas en seis décadas.