Actividades comerciales en el departamento del Chocó están detenidas por el paro armado anunciado por miembros de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln). De acuerdo con la gobernadora Nubia Carolina Córdoba, el corregimiento de Istmina es el principal afectado.
"El anuncio que ha hecho el ELN del mal llamado paro armado efectivamente ya ha llegado a las comunidades. Hoy no hay absolutamente nadie transitando por el río San Juan, ni por los caminos de la zona alta de la cuenca que alimenta el río San Juan hacia Nóvita, el Río Iró y San José del Palmar; y hoy no hay absolutamente nadie bajando por el río Atrato hacia el municipio del litoral”, argumentó en entrevista para el medio de comunicación Caracol Radio.
La situación en el Cauca, especialmente en relación con el control ejercido por las disidencias, ha llevado a un estado de amedrentamiento en las comunidades locales. La mandataria departamental denunció que la población se ve obligada a acatar los constreñimientos impuestos por estos grupos armados. Según sus declaraciones, toda actividad comercial, las rutas escolares y los servicios de salud en la región están paralizados debido al temor que sienten los habitantes ante posibles represalias.
Por su parte, el alcalde de Itsmina, Jaison Mosquera, indicó que el conflicto entre el Eln y el ‘Clan del Golfo’ obligó a la comunidad a un confinamiento, impidiendo el desarrollo de cualquier actividad, situación que provocó la reducción de alimentos. “Nadie sale, nadie se puede mover, porque la orden que han dado es que la embarcación que se mueve, se atiene a las consecuencias. Hay miedo, hay pánico, incertidumbre”, expresó el mandatario.
Alrededor de 50 mil personas fueron confinadas y sus derechos fueron violentados. “En medio de la angustia las comunidades del departamento siguen clamando por una salida al conflicto, pero mientras no se tenga en cuenta la voz y las condiciones particulares del territorio, seguiremos en esta crisis”, manifestó Nubia Carolina Córdoba.
La gobernadora señaló que, tras estos hechos de violencia, la movilidad de las personas se ha visto severamente afectada. La falta de actividad en la cuenca media y baja del río San Juan repercute negativamente en la economía local y en el acceso a recursos básicos. Además indicó que a pesar de las reuniones y consejos de seguridad con la presencia del Ministerio de Defensa, la situación de vulnerabilidad persiste, lo que deja a la población expuesta a los abusos de los grupos armados.