La posibilidad de pagar hasta $4 millones anuales en la capital del país para evitar el pico y placa, además de ser una medida antitécnica y regresiva, aumentará la congestión vehicular en más de 30 mil vehículos cada día.
La advertencia la formuló el concejal Rolando González, quien recordó que desde hace un año presentó a consideración del Cabildo Distrital un estudio según el cual en horarios de pico y placa en Bogotá con esta medida se incrementará los tiempos de viaje entre 6% y 10%.
González explicó que la Resolución 478 de 2019 expedida por la anterior Administración capitalina, y que empezaría a regir el próximo 31 de enero, establece que quienes deseen acogerse a la excepción del pico y placa deberán pagar $2.066.200 al fisco distrital por cada seis meses, y hasta $4.000.000 por año.
Los estimativos del exalcalde Enrique Peñalosa apuntaban a que con esta medida la ciudad podría recibir cerca de $170 mil millones anuales, pues alrededor de 50 mil propietarios de vehículos podrían acogerse a la medida en razón de sus actividades comerciales y particulares.
Dichos recursos serían destinados por el Distrito, según Peñalosa, al fortalecimiento del Sistema Integrado de Transporte Público, SITP.
El esquema de seguimiento, control y vigilancia del Permiso Especial corresponderá a la Secretaría de Movilidad, quien deberá monitorear el comportamiento de la medida.
Retroceso
No obstante, el concejal de oposición señala que “el cobro por libre circulación es un retroceso en la movilidad de la ciudad”.
Para González, según los estudios de esta forma, además de la mayor congestión y el aumento en los tiempos de viaje, se estimula la utilización del carro particular para las plataformas tecnológicas “dado que quienes trabajan para las aplicaciones aprovecharán las ventajas de la medida, en detrimento de los taxis de la ciudad”.
“Esta es una medida regresiva, inequitativa y promueve la emisión de gases, porque sacrifica aquellos conductores que no pueden pagar, quienes deberán seguir guardando su carro. Pero en las horas en que sí pueden usarlo, lo harán en desventaja, ya que no se beneficiaran del aumento de velocidad de rodamiento por el menor número de vehículos circulando”, señala.
También advierte que la medida “no incentiva el uso del transporte público, porque al ser un pago anticipado y anual, estimula a los dueños de los carros particulares a pagar y adaptarse al valor que se cobra. No fomenta la cooperación ciudadana, la ciudad volverá a una alta ocupación vehicular, el 60% de los carros actualmente llevan un pasajero”.
Igualmente, considera el cabildante que la disposición “no es proporcional, porque la administración volverá la medida de pico y placa un ‘negocio’ y no una solución de la congestión, además las zonas menos congestionadas no podrán ser liberadas de la medida.
En estudio
El concejal Rolando González le pidió a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que evalúe esta medida y, de ser posible, la derogue.
Sin embargo, la propia mandataria distrital ya anunció durante el primer consejo de seguridad que realizó en la localidad de Bosa, que este tema, “será analizado en profundidad”, pero aún no se ha tomado una decisión de fondo.