Por solicitud de la Procuraduría General de la Nación, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca emitió fallo en primera instancia que ordena la suspensión inmediata del ingreso de vehículos para la disposición de residuos en el botadero Mondoñedo y el cierre de uno de los basureros a cielo abierto más grande de Colombia.
El fallo fue proferido luego de una acción de cumplimiento interpuesta por el Ministerio Público, que abordaba la grave situación del botadero ubicado por la vía Mosquera-La Mesa (Cundinamarca), que ha estado causando serios problemas de contaminación y afectando los derechos colectivos de la comunidad.
Tras un exhaustivo análisis, el Tribunal concluyó que el vertimiento indiscriminado de basuras en el lugar ha provocado la contaminación del aire, agua y suelo, generando lixiviados que perjudican las aguas subterráneas y emisiones de gases nocivos.
En consecuencia, además de la suspensión del ingreso de vehículos, se ordenó a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) a que, en un plazo de seis meses, llevar a cabo el cierre definitivo del botadero y realizar las acciones necesarias para la restauración ambiental del área afectada.
Así mismo, la empresa Sabrisky Point SA ESP deberá presentar un plan que contemple el manejo adecuado de lixiviados, gases y la restauración del terreno, así como un plan de contingencia social para las personas que dependen de actividades de reciclaje en la zona.
El problema de Mondoñedo
El botadero Mondoñedo representa varios problemas significativos para la comunidad de Cundinamarca, especialmente para los municipios cercanos como La Palma y Pacho.
La acumulación y descomposición de residuos en Mondoñedo han generado emergencias sanitarias. La comunidad ha reportado problemas como malos olores y la proliferación de vectores que pueden propagar enfermedades, lo que afecta la calidad de vida de los habitantes cercanos.
En 2019, la Gobernación de Cundinamarca manifestó que el relleno sanitario generaba alrededor de 400 m3 de lixiviados al día y se realizaba una regularización para finalizar su tratamiento en el sistema de membranas de nanofiltración, lo que permitía que el agua fuera utilizada para riego de vías y de zonas verdes. Sin embargo, acumuló una serie de denuncias por la contaminación que genera.
El proyecto Relleno Sanitario Nuevo Mondoñedo, RSNM nació en 2000, cuando las autoridades ambientales iniciaron acciones para cerrar los botaderos a cielo abierto como lo fue, en su momento, el botadero de Sabrinsky.