La Procuraduría General recibió el informe del Ejército Nacional sobre la operación militar que se llevó a cabo en Puerto Leguízamo, Putumayo, luego de que la comunidad denunciara que algunos de los 11 muertos atribuidos al Frente 48 de las disidencias de las Farc serían campesinos.
“Se hizo un requerimiento al general Navarro, para que nos diga claramente qué era lo que había ocurrido y que nos diera información documental… Con eso entraremos a tomar decisiones para determinar si hubo exceso o no en el manejo de la fuerza en ese operativo", dijo Margarita Cabello, procuradora general de la Nación.
Según el comandante del Ejército, el general Eduardo Zapateiro, la operación militar no fue al azar, pues manifestó que todo se realizó bajo los protocolos establecidos.
“Nada de esto es producto del azar, esta operación se debe al trabajo conjunto con la Armada Nacional, la Fuerza Aérea y el CTI, planeada y doctrinalmente como debe ser, bajo el estricto respeto por los derechos humanos y acatamiento de los principios del DIH, hacia un blanco identificado”, precisó el General.
Y añadió: “Por eso su actuar delictivo es así, vestidos de civil, con armamento, pretendiendo evitar la acción de la fuerza pública… Con evidencias como las compartidas a los medios de comunicación, enseñamos las armas largas, municiones, granadas, brazaletes, equipos de comunicación, chalecos y dinero en efectivo incautados en la operación”.
Finalmente, Zapateiro dejó en claro que atenderán todos los requerimientos para demostrar que la operación que dejó 11 personas muertas en el Putumayo no tuvo irregularidades: “El Ejército Nacional continuará presto a atender los requerimientos de las autoridades competentes en cumplimiento del principio constitucional de colaboración armónica. Muestra de ello es la celeridad en las respuestas suministradas por parte de esta institución y nuestro Ejército a la Procuraduría General de la Nación, contribuyendo al esclarecimiento de los hechos operacionales desde el marco de la legalidad y legitimidad”.
Cabe resaltar que miembros de la comunidad de la verada El Remanso hablan de hombres vestidos de negro como autores de los hechos y aseguran que luego habría llegado el Ejército.
“Las balas pasaban por las tablas, el techo y muchas cosas así. Allá en donde se estaba haciendo la comida llegaron ellos vestidos de busos negros y sudaderas, diciendo que ellos eran guerrilla”, dijo uno de los campesinos.
En la zona hay una comisión de la Fiscalía, Procuraduría, ONU y OEA para ayudar en la investigación.