José Elías Melo Acosta, expresidente de Corficolombiana, perdió la batalla contra la Fiscalía General de la Nación luego de que el Juzgado 14 Penal de Conocimiento de Bogotá lo hallara culpable de los delitos de cohecho por dar u ofrecer e interés indebido de contrato.
El caso se relaciona con el escándalo de corrupción de la multinacional brasileña Odebrecht en el que la Fiscalía acusó a Melo Acosta de conocer de los sobornos de la firma extranjera al ex viceministro de Transporte, Gabriel García Morales, para quedarse con los contratos de la Ruta del Sol II.
El juez desestimó los argumentos de la defensa del expresidente de Corficolombiana que trató de convencerlo de que Odebrecht “actuó sola” en el pago de coimas.
Al respecto, el administrador de justicia advirtió que para quedarse con los multimillonarios contratos Odebrecht requería de “un aliado importante en el país”, papel que consideró jugó Melo Acosta.
“José Elías Melo Acosta conocía el pago de la coima a Gabriel Ignacio García Morales, mostró anuencia al pago e incluso permitió que Odebrecht asumiera el pago inicial de la coima y luego el porcentaje que le correspondía asumir a Corficolombiana como socio. Pues no puede pasar inadvertido que no se trataba de una suma dineraria que hubiera podido ser catalogada como una limosna o un diezmo”, consignó el juez en su decisión.
El contacto entre Melo y Odebrecht se dio a través de la firma Episol, de propiedad de Corficolombiana, que presidía Melo Acosta para la época de los hechos (2009), firma que a su vez era socia de Odebrecht para las obras de la Ruta del Sol II y para la construcción de la vía Ocaña-Gamarra en Norte de Santander.
La principal prueba que según el juez comprueba este vínculo fue el testimonio de Luiz Antonio Bueno, exdirectivo de Odebrecht en Colombia, quien en su declaración desde Sao Paulo dijo que el pago de los 6,5 millones de dólares que recibió el ex viceministro García Morales fue aprobado por el entonces Presidente de Corficolombiana.
“Siendo socios, hablaron y planearon cómo llevar a feliz término el propósito común que los unía y así, en una perfecta distribución de funciones, empezaron las conexiones de compra de la moralidad pública a través del ya condenado Gabriel García Morales”, señaló el juez.
“Luiz Antonio Bueno Junior puso de presente el conocimiento que tenía José Elías Melo Acosta de las reuniones que aquel sostenía con el ex viceministro Gabriel García Morales, y también lo compromete en la autorización que hizo para los pagos de la coima, que se definió en la oficina personal de Melo Acosta”, agrega la decisión judicial.
De esta manera, con la lectura de sentido de fallo termina uno de los juicios más importantes en el escándalo de corrupción de Odebrecht. Ahora se espera que el próximo 29 de abril el juez decida el monto de la condena, que para la Fiscalía debe ser de 11 años de prisión.
Por su parte, Melo anunció que apelará la decisión: “Seguiremos cumpliendo a cabalidad con mi obligación, presentándonos a todas las diligencias que requiera la justicia y siguiendo el conducto regular que existen en todas las actuaciones judiciales”.
No obstante, el juez no ha dictado orden de captura contra Melo Acosta aunque sí le ordenó no salir del país mientras concluye el proceso judicial.
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Los argumentos de la Fiscalía
Evento 1: momento en los que el directivo de Odebrecht en Brasil, Luiz Antonio Bueno Junior; el expresidente de Corficolombiana, Jose Elías Melo Acosta; el gerente de Consol, Mauricio Millán; y el director de Contratos de Odebrecht, Manuel Ximenes, participan en la autorización y desembolso a la empresa española de ingeniería DCS Management S.A.
Para la Fiscalía, ellos sabían del acuerdo previo, del antecedente a la obtención de contrato entre el ex viceministro García Morales y Luiz Antonio Bueno Junior “con conocimiento y autorización” de Melo Acosta.
Evento 2: el trámite de pago realizado entre Manuel Ximenes y el gerente de Consol, Mauricio Millán, siendo este último quien alertó del pago a Melo Acosta, “quien como presidente de Corficolombiana autorizó el desembolso realizado” a través del exgerente de la filial de Banca Privada de Andorra, André Norberto Sanguinetti Barros.
Evento 3: el trámite de pago realizado entre Manuel Ximenes y Mauricio Millán a la empresa española de ingeniería DCS Management S.A., “el cual nunca fue motivo de exigencia previa por parte de Melo Acosta para dar dicha autorización; nunca exigió los productos y los resultados de la gestión” para la cual fue supuestamente fue contratada la empresa española.
Evento 4: se verificó que el señor Manuel Ximenes, quien tramitó el pago a la empresa española DCS Management S.A., y Melo Acosta aparecen en la etapa precontractual del proyecto y en la ejecución del contrato: “Ximenes como representante de la concesionaria al firmar el contrato de concesión adjudicado por el Inco, y Melo Acosta quien autorizó el pago al ex viceministro Gabriel García Morales y quien a la vez dio el aval a Mauricio Millán para hacer efectivo el pago a la empresa española” agregó el delegado del ente acusador.
De acuerdo con el funcionario, en estos cuatro momentos apareció José Elías Melo Acosta tanto desde el inicio del proyecto como en su ejecución.
“Melo Acosta asistió, según las actas de reuniones, en todas las reuniones de juntas directivas como presidente de Corficolombiana de acuerdo con los documentos y los testimonios llevados a juicio por la Fiscalía en el proceso judicial”, indicó.