Socialismo y sus variables amenazan Occidente: presidente Milei | El Nuevo Siglo
Foto: AFP
Miércoles, 17 de Enero de 2024
Redacción internacional

UNA férrea defensa de la libertad en toda la extensión de la palabra, desde el derecho a la vida hasta la competencia empresarial que posibilita y acelera el crecimiento económico, hizo el presidente de Argentina, Javier Milei, en el Foro Económico Mundial de Davos.

 

Basándose en la experiencia de su país, que de ser potencia mundial a finales del siglo XIX pasó a “un empobrecimiento sistemático hasta caer al No.140 del mundo cuando abrazó el colectivismo”, Milei emitió una alerta temprana sobre el peligro que corre Occidente, donde cada vez son más los países que por un marco económico equivocado promovido por ideologías que pese a llamarse diferente tienen la misma esencia, “están abriendo las puertas al socialismo, un fenómeno de empobrecimiento” comprobado.

Estos son los apartes más importantes del discurso de Milei, quién por sus contundentes planteamientos en defensa del libre mercado, la competencia empresarial y la libertad, se convirtió en la ‘estrella’ en Davos:

  1. El éxito histórico del capitalismo. “Nadie mejor que nosotros los argentinos para dar testimonio de que los experimentos colectivistas no son la solución para los problemas de los ciudadanos, sino que por el contrario, son causa”. Con estas palabras Milei inició su intervención para alertar, con cifras, a los líderes que han optado por “abandonar el mundo de la libertad para adoptar versiones de lo que llamamos colectivismo”. Aseguró que el capitalismo de libre empresa no solo es un sistema posible para terminar con la pobreza del mundo, sino que es el único sistema moralmente deseable para lograrlo. “Si consideramos la historia del progreso económico podemos ver cómo desde al año 0 hasta el 1800, aproximadamente, el PIB per càpita del mundo se mantuvo constante –estancado-en un 0.02%. A partir del siglo XIX, por la revolución industrial, la tasa de crecimiento pasa al 0.66% y entre 1900 y 1950, la tasa de crecimiento se aceleró al 1.66% anual. De ese último año al 2000, fue de 2.1% anual y en los últimos tres años se volvió a acelerar el 3% anual, lo que implica que podríamos duplicar nuestro PIB en el mundo en tan solo 23 años. Así vemos que el PIB per cápita mundial se multiplicó por más de 15 veces, generando una explosión de riqueza que sacó de la pobreza al 90% de la población. La conclusión es obvia: el capitalismo de libre empresa como sistema económico es la única herramienta para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia”.
  2. Justicia social es más injusta. “La evidencia empìrica es incuestionable y por ello la doxa de izquierda ha atacado al capitalismo por cuestiones de moralidad. Dicen que el capitalismo es malo porque es individualista y que el colectivismo es bueno porque es altruista. En consecuencia, bregan por la justicia social, que no es justa ni aporta al bienestar general. Es una idea intrónsicamente injusta porque es violenta, es injusta porque el Estado se financia a través de impuestos y los Impuestos se cobran de manera coactiva…Quienes la promueven parten de la idea de que la economía es un conjunto de una torta que se puede repartir de una manera distinta. Pero esa torta no está dada, es riqueza que se va generando por lo que se llama un proceso de descubrimiento de mercado, donde el capitalista encuentra sobre la marcha el rumbo correcto. Pero si el Estado castiga al capitalista por tener éxito y lo bloquea en este proceso de descubrimiento destruye sus incentivos y la consecuencia de eso es que va a producir menos y la torta será más chica, generando perjuicio para el conjunto de la sociedad.
  3. El mejor momento. Gracias al capitalismo de libre empresa el mundo se encuentra hoy en su mejor momento. Hoy es más libre y más próspero que en cualquier otro momento de nuestra historia. Esto es cierto es cierto para todos, pero en particular para aquellos países que respetan la libertad económica y los derechos de propiedad de los individuos. Porque aquellos países que son libres son doce veces más ricos que los reprimidos. 
  4. Empresario es benefactor social. Retomo las palabras del máximo prócer de las ideas de la libertad de Argentina. El profesor Alberto Venegas Lynch dijo: “el libertarismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, cuyas instituciones fundamentales son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación social, donde solo se puede ser libre y exitoso sirviendo al prójimo con bienes de buena calidad y al mejor precio ”. Dicho de otro modo, el capitalista, el empresario exitoso es un benefactor social que, lejos de apropiarse de la riqueza ajena, contribuye al bienestar general. En definitiva, un empresario exitoso es un héroe. Este es el modelo que nosotros estamos proponiendo para la Argentina del futuro. Un modelo basado en los principios fundamentales del libertarismo, la defensa de la vida, la libertad y la propiedad.

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  5. Occidente en peligro. Lo digo porque en aquellos países donde deberíamos defender los valores del libre mercado, la propiedad privada y las demás instituciones del libertarismo, sectores del establishment político y económico, algunos por errores en su marco teórico y otros por ambición de poder están socavando los fundamentos del libertarismo, abriéndole la puerta al socialismo y condenándonos potencialmente a la pobreza, a la miseria y al estancamiento. Nunca debe olvidarse que el socialismo es siempre y, en todo lugar, un fenómeno empobrecedor, que fracasó en todos los países que se intentó. 
  6. Fallo económico no existe. La teoría económica neoclásica diseño un instrumental que, sin quererlo, termina haciendo funcional la intromisión del Estado, el socialismo y la degradación de la sociedad. El problema de los neoclásicos es que como el modelo del que se enamoraron no mapea contra la realidad, atribuyen el error a supuestos fallos del mercado, en vez de revisar las premisas de su modelo. So pretexto de ello se introducen regulaciones que lo único que generan son distorsiones en el sistema de precios que impiden el cálculo económico y, en consecuencia, el ahorro, la inversión y el crecimiento. Este problema radica en que los economistas no comprenden que el mercado es un mecanismo de cooperación social donde se intercambian voluntariamente derechos de propiedad. Por lo tanto, dada esta definición, hablar de fallo de mercado es un oximoro. El dilema que enfrenta el modelo neoclásico es que dicen querer perfeccionar el funcionamiento atacando lo que ellos consideran fallos, pero al hacerlo no solo abren las puertas del socialismo, sino que atentan contra el crecimiento económico.
  7. Control estatal en todo. Con herramientas como la emisión monetaria, el endeudamiento, los subsidios, el control de la tasa de interés, los controles de precios, las regulaciones para corregir los supuestos fallos de mercado, los Estados pueden controlar los destinos de millones de seres humanos…Así es como llegamos al punto de que, con distintos nombres o formas, buena parte de las ofertas políticas, generalmente aceptadas en la mayor parte de los países de Occidente, son variables colectivistas. Ya sea que se declaren abiertamente comunistas, fascistas, nazis, socialistas, socialdemócratas, nacionalsocialistas, keynesianos, neokeynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas, en el fondo no hay diferencias sustantivas. Todos sostienen que el Estado debe dirigir todos los aspectos de la vida de los individuos, todas defienden un modelo contrario al que llevó a la humanidad al progreso más espectacular de su historia.
  8. Libertad, vía para crecer. La libertad económica, el gobierno limitado, el respeto irrestricto de la propiedad privada son elementos esenciales para el crecimiento económico. Este fenómeno de empobrecimiento que produce el colectivismo no es una fantasía y tampoco fatalismo. Es una realidad que los argentinos conocemos muy bien desde por lo menos hace 100 años y estoy aquí para alertar sobre lo que pude pasar si los países de Occidente que se hicieron ricos con el modelo de la libertad, continúan por este camino de servidumbre. 

Creadores de prosperidad. Mi mensaje a los empresarios: no se dejen amedrentar ni por la casta política, ni por los parásitos que viven del Estado. No se entreguen a una clase política que lo único que quiere es perpetuarse en el poder y mantener sus privilegios. Ustedes son benefactores sociales, héroes y los creadores del periodo de prosperidad más extraordinario que jamás hayamos vivido. Que nadie les diga que su visión es inmoral. Si ustedes ganan dinero es porque ofrecen un mejor producto a un mejor precio, contribuyendo de esa manera al bienestar general. No cedan al avance del Estado.