A finales de 2019, tras 14 meses (seis de revisión y ocho para echar a andar el proyecto), la reactivación de la navegación por el río Magdalena estará beneficiando a 57 municipios y 13 departamentos, según el viceministro de Transporte, Juan Camilo Ostos.
Como se recordará, el primer proyecto de APP (APP 001 de 2014) debió ser caducado por el caso Odebrecht, por lo que las autoridades vienen trabajando en una restructuración del mismo.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son las bases del proyecto de navegabilidad del río Magdalena y cuál es su objetivo?
JUAN CAMILO OSTOS: El objeto del proyecto de APP para la recuperación de la navegabilidad por el río Magdalena apunta a reactivar la navegación por el principal afluente del país.
Para lograrlo se realizarán obras de dragado y mantenimiento del canal navegable en el tramo comprendido entre Barrancabermeja hasta Barranquilla (652 kilómetros). En el otro trayecto, aguas arriba, de Barrancabermeja hasta Puerto Salgar, se ejecutarán obras de encauzamiento con el fin de garantizar una profundidad de 7 pies.
ENS: ¿Qué observaciones se encontraron al revisar la estructuración del proyecto?
JCO: Las observaciones realizadas destacaron tres puntos críticos del proyecto en lo que tiene que ver con la estructuración: ambiental, técnico y socioeconómico.
En lo ambiental, el proyecto se presentó inicialmente con un objetivo de labores de mantenimiento únicamente, lo cual le otorga la posibilidad de evitar la solicitud de licencia ambiental de conformidad con el marco legal. Sin embargo, una guía de manejo ambiental resultó ser muy general y no contiene los suficientes detalles y la profundidad conforme a la importancia ambiental de la zona y a la magnitud del proyecto.
Resulta relevante destacar que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) dio aprobación al proyecto haciendo dos observaciones: dio aceptación sin tener acceso y seguridad a las coordenadas del proyecto, y los objetivos del proyecto no se limitan al mantenimiento sino a la intervención y construcción de obra.
En cuanto a la parte técnica del proyecto, es necesario verificar el cronograma de obras. Adicionalmente, se requiere hacer una actualización de los diseños. Es uno de los principales riesgos actuales del proyecto, dado que se están aplicando los mismos que fueron realizados para la primera concesión.
Frente a la estructuración financiera el proyecto carece de un componente de pago al concesionario en dólares, lo que hace que el proyecto no sea suficientemente atractivo para los fondos de capital internacionales. Bajo este contexto, la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) efectuó un sondeo con las principales entidades financieras del país para establecer si estaban interesados en financiar el proyecto obteniendo una respuesta negativa.
En este orden de ideas, ante el riesgo de nuevamente no obtener el cierre financiero -como ocurrió con Cormagdalena-, el proyecto debe ser ajustado.
ENS: ¿Qué mejoras o modificaciones le realizarán a la APP actual para que cumpla con todas las especificaciones técnicas, financieras y jurídicas para su plena ejecución?
JCO: No podemos asumir un proyecto de 2.3 billones de pesos sin cumplimiento de condiciones técnicas, financieras y jurídicas. Es necesario verificar el cronograma de obras y se requiere hacer una actualización de los diseños, ya que es uno de los principales riesgos del proyecto.
ENS: ¿Cuál es el impacto que tendrá este proyecto de navegabilidad del río Magdalena para el país?
JCO: El impacto es la reactivación de la navegación por el río Magdalena a lo largo de 908 kilómetros desde su desembocadura en Bocas de Ceniza, Barranquilla hasta Puerto Salgar en Cundinamarca, permitiendo la movilización de convoyes fluviales con hasta 7.200 toneladas de carga las 24 horas del día. El proyecto beneficiaría directamente a 57 municipios y 13 departamentos del país.
ENS: ¿Qué se requiere para cumplir con este propósito y con qué organizaciones contará para logarlo?
JCO: Primero hacer el estudio ambiental con todos los detalles geográficos, sociales y ambientales teniendo en cuenta que la obra no es solo de mantenimiento, sino que tiene componentes de intervención y a la par una identificación total de las comunidades étnicas, raizales, afrodescendientes e indígenas asentadas a lo largo del trayecto río, que incluya el panorama de sus condiciones socioeconómicas.
En este momento ya se hizo la revisión de manera integral con la FDN y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) sobre la estructuración del proyecto.
ENS: ¿Cuándo empezará a funcionar la nueva APP para la recuperación de la navegabilidad por el río Magdalena?
JCO: Estamos pensando que al menos seis meses tardaría en hacerse la revisión y profundización de esos estudios, luego nos hemos trazado un plazo de ocho meses para tener el proyecto nuevamente andando con el fin de garantizar la legalidad, transparencia y eficiencia en la ejecución de este.
Este proyecto está estructurado para tener un plazo de ejecución de 156 meses (13 años) contados a partir de la suscripción del Acta de Inicio de Ejecución del Contrato, distribuidos así: una etapa de pre-construcción de un año, una etapa de construcción de cinco años y finalmente una etapa de administración de siete años.
Ventajas de la recuperación
• Reduce emisiones efecto invernadero. Sustituir el transporte terrestre por el fluvial puede mitigar 20 millones de toneladas de gases de efecto invernadero por año.
• Los remolcadores funcionan al 10% del costo de los camiones y 40% del costo de los trenes, quemando 10 veces menos combustible.
• Contamina menos el ambiente. El transporte fluvial libera 20 veces menos óxido nitroso, nueve veces menos monóxido de carbono y siete veces menos hidrocarburos.
• Menor consumo de combustible. Un galón de combustible en un remolcador por el río puede transportar una tonelada de carga 2.5 veces más lejos que el ferrocarril y 10 veces más lejos que un camión.
• Las obras de encauzamiento reducirán la erosión de las orillas y protegerán las riberas de áreas pobladas.