La Fiscalía General le imputará un nuevo cargo al empresario Carlos Mattos, dueño de la empresa Hyundai Colombia Automotriz S.A., por cohecho. Según la investigación, el empresario le habría pagado a un juez de segunda instancia para que confirmara unas medidas cautelares a su favor, en medio de una disputa entre Mattos y la empresa coreana Hyundai Motor Company.
Al parecer Mattos, con ayuda de abogados, funcionarios judiciales y hasta jueces, habría participado en el reparto irregular de una demanda interpuesta por él contra la compañía coreana Hyundai Motor Company. El lío de este asunto comenzó cuando el empresario demandó a la compañía coreana debido a que esta le quitó la representación de la empresa automotriz en Colombia.
En 2015, luego de la ruptura comercial, Mattos conformó un equipo de abogados profesionales para emprender acciones judiciales en busca de resarcir los perjuicios que, según la Fiscalía, le causó esa ruptura. Uno de esos frentes de batalla lo libró en juzgados de Bogotá, en donde presentó una solicitud de medidas cautelares para que los jueces le prohibieran a la firma coreana vender sus carros en el país. El caso llegó al despacho del juez Reinaldo Huertas, quien según la Fiscalía, habría accedido darle la protección que pedía Mattos, a cambio de dinero.
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Y así fue. En abril de 2016, el juez Reinaldo accedió a las medidas cautelares y fue así como la única empresa con permiso para comercializar productos Hyundai, fue la de Mattos. La decisión del juez fue confirmada en segunda instancia por el juez Orlando Ramírez Fuentes, quien según el ente investigador, habría sido el segundo juez en recibir dinero por parte de Mattos.
La Fiscalía espera poder imputarle el delito de cohecho a Mattos el próximo 3 de octubre, en una audiencia en la que también develará las pruebas que tiene en contra del empresario por los delitos de acceso abusivo a un sistema informático, daño informático y utilización ilícita de redes de comunicaciones.