Un laboratorio para el procesamiento de coca fue descubierto en Guasca, Cundinamarca, por la Policía Nacional en predios de la familia del embajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente Álzate.
El operativo de las autoridades terminó en un incendio forestal que obligó la presencia del cuerpo de bomberos de Cundinamarca.
De acuerdo con las autoridades, “como consecuencia del operativo realizado ayer en la mañana se registró una explosión para destruir una zona de laboratorio para el procesamiento de droga, lo que originó el incendio. En la acción policial se inspeccionaron bodegas, pesebreras, oficinas y fueron detenidas cuatro personas”.
Tras el operativo se conoció que el terreno es propiedad de la familia de Sanclemente y de la familia Spiwack.
El embajador Sanclemente reconoció que en el lugar hay algunas casas de recreo y otra parte está arrendada para garantizar el sostenimiento del predio.
Propiedad
"Esta es una propiedad que ha estado en manos de la familia del embajador Fernando Sanclemente Álzate desde hace 44 años y que se ha dedicado en el pasado a la cría de caballos de carrera, lechería y cría de ganado Angus, entre otros. (...) En 1987 se constituyó una Sociedad con la Familia Spiwack, propietaria de la Organización Dann, quedando cada una de las familias con el 50% de la participación sobre la misma" se lee en un comunicado de la Cancillería..
Sostuvo que "antes de asumir como Embajador, el Representante Legal de la Sociedad “Las Colinas de Guasca Ltda” era el actual embajador Fernando Sanclemente. Hoy por hoy, esa representación legal está en cabeza de su hermano, Gilberto Sanclemente.
Desde el 15 de junio de 2017 hasta junio de 2020, la Sociedad “Colinas de Guasca Ltda” ha entregado en arriendo un globo de terreno de 36 fanegadas de la Finca en cuestión".
Señala el comunicado que la familia Sanclemente y la Organización Dann "se sienten sorprendidos y víctimas de los eventuales hallazgos, y en consecuencia prestarán como corresponde todo el apoyo que demanden las autoridades para esclarecer esta penosa situación".
Muy temprano, hasta la vereda Mariano Ospina de Guasca, Cundinamarca, llegó un equipo especial de la Dijin, Antinarcóticos y la DEA para capturar a cinco personas y destruir un laboratorio para el procesamiento de clorhidrato de cocaína que se encontraba camuflado sobre la vegetación perteneciente a la finca San Fernando.
El informe de las autoridades manifiesta que no encontraron ninguna vinculación entre el dueño y la actividad ilícita hallada en la finca, ya que el laboratorio estaba distante a las construcciones del predio.
Para el funcionamiento del laboratorio, las autoridades encontraron quemadores de ACPM e insumos líquidos para la producción del estupefaciente, hornos microondas, una estufa industrial, prensas hidráulicas, licuadoras y hasta un revolver calibre 38, al parecer para la seguridad del lugar.
Pero como tal la infraestructura tenía la capacidad de hacer hasta una tonelada de cocaína mensual, ya que estaba divida en tres módulos para producir, secar y cocinar el alcaloide.
La indagación de la Policía y la Fiscalía dejó al descubierto que los encargados de desarrollar el proceso de producción de cocaína serían oriundos del municipio de Guayatá, en Boyacá. Por lo que se presume que la actividad criminal tenga incidencia en ese departamento.