De acuerdo con el secretario de Gobierno, el Distrito implementó una ruta que ha permitido atender, durante el cuatrienio, a más de 749 líderes sociales.
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EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es el reto más grande que tiene la Secretaría de Gobierno de cara a la ciudadanía?
IVÁN CASAS: Son varios. Estamos cerrando administración y estamos consolidando las que han sido nuestras grandes apuestas. ¿La más importante de ellas? Consolidar lo que hemos planeado en materia de inversión local.
La Secretaría, con las 20 alcaldías locales, nos fijamos el propósito de invertir más de $3 billones en infraestructura para el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, los cuales están concentrados en obras de malla vial local y andenes.
En malla vial vamos a dejar más de 1.000Km de vías puntuales solo por parte de las alcaldías locales y nosotros, y eso es una distancia equivalente a la que hay entre Bogotá y Cartagena. Con los parques también. En últimas, la apuesta grande de nosotros como Secretaría, es dejar consolidada y entregada esa inversión local para el disfrute de todos los ciudadanos.
ENS: En materia de derechos humanos ustedes han impulsado varios programas. ¿Cómo está la ciudad a este respecto?
IC: Nosotros tenemos unos derroteros muy claros en lo que tiene que ver con que no se vulneren derechos de los ciudadanos de Bogotá. La apuesta más grande con relación a esto ha sido la ruta de prevención y protección a líderes sociales.
Mientras que en distintos municipios del territorio nacional, lamentablemente, se han visto afectadas la vida e integridad de líderes de distintas organizaciones, en Bogotá hemos implementado una ruta que nos ha permitido atender en el cuatrienio a más de 749 líderes sociales, que han visto protegidas sus vidas a través de este programa.
Adicionalmente, en tres años y medio no se ha presentado un solo asesinato de líderes sociales en Bogotá, gracias a la implementación de esa ruta de prevención y protección en la que les brindamos atención psicosocial y jurídica. Con ella, les hemos ayudado a interponer sus denuncias ante la Fiscalía y la Unidad Nacional de Protección, y tomamos medidas preventivas como alojamiento transitorio, ayuda para reubicación y transporte para garantizar sus vidas.
ENS: Pero secretario, hay quienes rebatirían lo que usted acaba de mencionar y se referirán a las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo…
IC: La Defensoría del Pueblo ha generado dos alertas tempranas. En estas mismas lo que se señala es que, ante un riesgo de posible vulneración de los derechos, las entidades de la administración (Secretaría de Seguridad, de Gobierno, Policía y Alcaldes locales) debemos actuar de forma coordinada y haciendo más presencia en el territorio.
Lo que ha dicho la Defensoría es que hay señalamiento de algunos panfletos que dan cuenta de la presencia de grupos ilegales al margen de la ley, más no ha señalado que haya asesinatos puntuales de líderes sociales, pues las cifras oficiales nos muestran que eso no ha ocurrido en Bogotá en los últimos tres años y medio.
ENS: ¿Y cómo funciona esta ruta?
IC: Hemos recorrido todas las localidades y los barrios específicos con el Secretario de Seguridad en donde se han presentado estas alertas. Hemos dialogado con la ciudadanía, y hemos buscando detectar indicios adicionales a lo que ya ha señalado la Defensoría.
Llevamos las rutas de atención, nuestra oferta de servicios y hemos reforzado las condiciones de seguridad. Lo que más hemos recibido son quejas sobre sustancias psicoactivas, microtráfico y otros temas de seguridad. Frente a eso ya estamos trabajando fuertemente con el nuevo decreto para la restricción de este consumo de licor y drogas en el espacio público.
ENS: Hablemos de este decreto que acaba de mencionar. ¿Usted cree que va a funcionar?
IC: Por supuesto que sí. Desde la expedición de la sentencia de la Corte Constitucional recibimos cientos de quejas de ciudadanos que nos manifestaron su inconformidad por las dificultades de la Policía para aplicar un control en los parques, plazas y espacios públicos de la venta de estupefacientes.
En correspondencia con esa petición ciudadana, nosotros expedimos un proyecto que será sancionado la próxima semana, que nos va a permitir, haciendo una reglamentación del Código de Policía, una restricción para la venta y el consumo de drogas y de licor en espacios públicos de la ciudad.
ENS: ¿Qué opina frente a la creación de la región metropolitana de la Sabana?
En ultimas, y eso quedó contemplado en el POT, la ciudad debe pensarse no solo como una unidad independiente sino como un conjunto de municipios que deben crecer coordinada y organizadamente. Será un gran reto trabajar en el marco de una ciudad que es también una región.
ENS: Hablemos del POT. Usted estuvo en el cabildo abierto. ¿Cómo ve el proceso de este documento en el Concejo de Bogotá?
IC: Hemos radicado el Plan de Ordenamiento Territorial y estamos cumpliendo a cabalidad con los tiempos de los que dispone la ley y los reglamentos del Concejo para sacar adelante este proyecto. En el marco de esta consulta ciudadana a través de dos cabildos abiertos, hemos asistido y el viernes el Alcalde y el Secretario de Planeación le dieron respuesta a las inquietudes ciudadanas.
El POT es la gran oportunidad que tiene Bogotá para reorganizar la forma en la que nos estamos desarrollando en materia de infraestructura en la ciudad, y para reorganizar la forma en la que se viene construyendo la vivienda en Bogotá. A través de este Plan vamos a generar instrumentos muy importantes para que la ciudad sea ordenada; para que cuente con espacios públicos de calidad; para que tenga espacios públicos para el desarrollo de equipamientos como colegios, universidades y hospitales.
Esta es la posibilidad que tiene Bogotá de ordenar una ciudad que lamentablemente ha crecido de una forma desordenada a falta de una norma que de verdad regule la forma de construir en la ciudad.
ENS: Una razón contundente para los indecisos de porqué aprobar este POT…
IC: Por falta de un buen POT, la ciudad ha expulsado a los ciudadanos de menores ingresos hacia la Sabana de Bogotá. Ha generado un crecimiento desordenado y poco amigable con el medio ambiente en la Sabana. La cifra es la siguiente: en los últimos doce años la ciudad se ha expandido en desarrollo de vivienda 2.600 hectáreas. En ellas ha ubicado a más o menos 1.400.000 personas.
En el mismo tiempo, la Sabana ha crecido en 19.000 hectáreas y ha ubicado a más o menos 900.000 personas. La ciudad es más eficiente que la Sabana y aún así el POT actual dio incentivos para que la gente se siga yendo a la Sabana a construir desordenadamente. En donde no se crece en altura, sino afectando al ecosistema.