Al posesionar a Carlos Felipe Córdoba como contralor general de la República, el presidente Iván Duque le pidió que sea un coequipero del Ejecutivo en la lucha anticorrupción.
“El control fiscal debe ser implacable, pero debe ser implacable sobre la plena evidencia, sobre la evaluación rigurosa del mecanismo de inversión y el resultado de la inversión, y se han hecho avances importantes en el control fiscal en nuestro país”, expresó el Mandatario.
Y además le hizo esta solicitud: “Yo no espero de la Contraloría tratamientos complacientes. Donde haya en la administración desgreño tendrá que haber sanción y seré el primer interesado en que así sea. Pero necesitamos una Contraloría que también sea coequipera del poder Ejecutivo junto con los demás órganos de control en lograr unos objetivos que necesitamos afincar en Colombia”.
“El reto que usted tiene, es el que queremos todos los colombianos y es la derrota de la corrupción y la transformación de la política”, le dijo Duque a Córdoba.
Durante el acto de posesión cumplido en la Casa de Nariño, el Jefe del Estado recordó que este 26 de agosto casi 12 millones de ciudadanos expresaron en las urnas su “rotundo rechazo a la corrupción”.
“Todos los que participamos, lo hicimos pidiéndole a Colombia que cambiemos la forma en la que se administran los recursos públicos y cambiamos la forma en la que se hace política”, añadió.
Puso de presente que “la Contraloría General de la Nación es una de esas instituciones llamada con los organismos de control, a recibir ese mandato ciudadano”.
El presidente Duque aseveró que no espera de la Contraloría “tratamientos complacientes” y subrayó que “donde haya en la administración desgreño, tendrá que haber sanción y seré el primer interesado”.
El Mandatario también se refirió al trabajo conjunto del Ejecutivo, la Contraloría y demás organismos de control para lograr una serie de objetivos fundamentales para el país.
En este orden de ideas el señaló que se necesita la cooperación de la Contraloría para “ponerle fin a los abusos de la contratación directa”.
Dijo a ese respecto que en el país “la contratación directa ha tenido abusos significativos que se han prestado para que las entidades públicas estén al servicio de mafias que esquilman al Estado”.
Así mismo, continuó Duque, “necesitamos de su ayuda para desmantelar los carteles de únicos proponentes” y “para develar las colusiones que se presentan en muchísimos procesos licitatorios en el país”.
Igualmente, tienen que ser detenidos los abusos generados por los llamados convenios interadministrativos, que “cesen, porque no queremos más contratistas teledirigidos o influenciados tras bambalinas”.
Consideró, además que los principios de advertencia no deben convertirse simplemente en la negación de decisiones de la administración pública, sino “en justificarlos y en orientar la acción del Poder Ejecutivo cuando eso requiere”.
También abogó para que se pueda pasar de la denuncia a la mejor recomendación de políticas públicas.
Al referirse a las regalías, el presidente Duque le solicitó a la Contraloría que “contribuya al deseo de este Gobierno de hacer una reforma al sistema de regalías, que permita que los recursos lleguen a los proyectos emblemáticos y de transformación social que se requieren en las regiones”.
Por último puso en evidencia su deseo de que cuando la Contraloría tenga que ver con visiones estratégicas de sectores estratégicos, “no se quede solamente en enunciar los miedos, sino que nos permita cómo encontrar los balances entre el desarrollo y la protección del medio ambiente”.