En la medida en que se adoptan medidas de seguridad, los delincuentes se ingenian para burlarlas

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Uno de los grandes dolores de cabeza del comercio es el llamado “robo hormiga” y aunque a diario de buscan fórmulas para contrarrestarlo, los delincuentes se las ingenian para burlar las medidas de seguridad, por más que se utilice tecnología de punta.

“Las redes externas dedicadas al hurto hormiga emplean bolsas de aluminio, que en muchos casos logran burlar las antenas y detectores. También ocultan los artículos entre sus ropas, en sus partes íntimas; en el falso vientre de mujeres que simulan estar en embarazo; en coches para bebé; en maletas de mano; a las prendas de vestir les quitan los botones de seguridad e incluso las visten. También emplean fajas con ganchos para colgar los productos hurtados en medio de las piernas de las mujeres, entre otras modalidades delictivas”, explicó el director de Investigación de Mercados We Team, Leonardo Andrés López.

Añadió que otro problema que afrontan los empresarios es que ya casi no se utiliza la bolsa plástica y ahora los productos se llevan en la mano, lo que hace difícil detectar si son hurtados o no, pues “ya pasaron por una caja registradora y supuestamente pagaron todo lo adquirido”.

Otro fenómeno que se registra en los establecimientos es que los “supuestos compradores van consumiendo alimentos y bebidas y luego ocultan los empaques y botellas para evadir el pago”.

Destacó que se redujo el empleo de niños, de personas de la tercera edad y jubilados para la comisión de estos delitos, gracias a la dureza de las normas y leyes vigentes.

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“Otra metodología utilizada por los hampones es conocida como la sobrecarga, que consiste en el ingreso de numerosas personas a un establecimiento y toman diferentes artículos y luego salen como si fuese una especie de asonada o estampida”, recalcó.

Además, los empleados que con permeados, cambian códigos y los que están en las cajas de pagos dejan pasar costosos artículos y electrodomésticos sin cancelar.

Indicó que en el país “no habría cárceles para llevar a prisión a todas las personas involucradas en el hurto hormiga que sacude a los almacenes y supermercados” y recordó que en los últimos dos años deja pérdidas superiores a los $425 mil millones, afectando la generación de empleo.

El último Censo Nacional de Mermas, en manos de Fenalco, registró que en 2018 las pérdidas  superaron los $219 mil millones. Y, en 2017, alcanzaron la cifra de $206 mil millones. Es decir, se presentó un incremento de $13 mil millones por esta modalidad criminal.

López señaló que el año pasado se registraron más de 150 mil hurtos y de esta cifra el 46% correspondió a robos cometidos por funcionarios o empleados y el otro 54% por redes especializadas en el llamado “hurto hormiga”.

De acuerdo con las autoridades, cerca de 40 bandas dedicadas al “hurto hormiga” que delinquían en todo el territorio nacional fueron desmanteladas.

“Todos los días numerosos ciudadanos son sorprendidos con artículos robados y presentados ante las autoridades competentes. El proceso judicial surte efecto cuando hay condenas, pero muchos de los sospechosos no son encarcelados y por el contrario son sometidos a procesos de Pequeñas Causas que son excarcelables”, acotó López.

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“El hurto hormiga existe en casi todos los países del mundo y es un fenómeno que se va incrementando de acuerdo con los movimientos del mercado y de las condiciones sociales de la nación donde se presenta este fenómeno delictivo”, afirmó.

Según López, “las redes criminales se enfocan en los productos que tienen una buena relación riesgo-beneficio y por supuesto una rápida salida en el mercado negro”.

“Esta es una batalla donde todos los comerciantes protejan sus productos para que no sean robados y al mismo tiempo los infractores están buscando la forma de vulnerar las medidas de control que se van estableciendo. Los empresarios acuden a la tecnología, a las cámaras visibles, cámaras escondidas, a los detectores, antenas y a los guardias de seguridad”, sentenció.

Pero, también, dijo, los empresarios, “deben ejecutar un exigente control interno incrementando todas las medidas de seguridad y control en los procesos de selección para los empleados, que en muchos casos son permeados por las redes criminales que los incitan a cometer el delito y a cambio les facilitan parte de las ganancias”.

Explicó que “se trata de una batalla de 24 horas por siete días de la semana para enfrentar la acción de los antisociales que le apuntan a los productos que tengan una buena reventa en los mercados negros o mercados paralelos, donde son vendidos a menor precio”.

Precisó que el top 10 de los productos más hurtados en los establecimientos comerciales en el 2018 fueron: electrodomésticos, licores, productos cárnicos, atunes, productos de aseo personal, gaseosas, golosinas en minigóndolas, sobres del mundial de fútbol, carros Hotweelss, ropa y medicamentos. También hurtan cuchillas de afeitar, celulares, maquillaje, tintura y cremas.

Reiteró que “en este tire y afloje, los empresarios no pueden bajar la guardia, porque los antisociales siempre están al asecho y estudiando las falencias en cada establecimiento blanco de su accionar criminal”.

En prisión

De acuerdo con las estadísticas de la Fiscalía General, en los últimos dos años han sido capturadas cerca de 100 personas sindicadas de integrar bandas dedicadas al “hurto hormiga” en varias regiones del país.

El ente acusador destaca que en mayo y octubre de 2019 fueron capturados en Medellín 40 presuntos integrantes de dos bandas dedicadas al “hurto hormiga” que delinquían en Cundinamarca, Antioquia, Córdoba, Cesar, Barranquilla y en el eje cafetero. Entre los procesados se encuentran 30 mujeres.

En Cali, Valle, fueron aprehendidos 24 supuestos integrantes de la banda “Los Criollos” que habría generado pérdidas al comercio superiores a los $20.000’000.000 anuales.

En Manizales fueron capturados cuatro presuntos integrantes de “Las Hormigas”, banda delincuencial dedicada al robo de almacenes de cadena en el Eje Cafetero

Y, se destaca la condena en pasados meses de una mujer de 63 años de edad por el juez 25 Penal Municipal de Bogotá, por hurtar seis bolsas de salchichas de un supermercado.

Agregó el Director de Investigación de Mercados We Team que la mayoría de procesados y condenados registran varios ingresos a prisión y hasta 20 o 30 anotaciones por “hurto hormiga”.