La llegada de cientos de ciudadanos de Haití, que ingresaron a Nariño por la frontera con el Ecuador para pedir la ayuda de las autoridades y continuar su viaje hasta el Urabá antioqueño, agudiza la crisis migratoria en el país.
En las últimas horas, se calcula que al menos 600 caribeños han completado más de 12 horas en las instalaciones del Terminal de Transportes de Pasto.
En ese sentido, Nariño enfrenta un reto similar a la crisis migratoria que viene enfrentando, desde hace varias semanas Necoclí, en el departamento de Antioquia.
Por su parte, el subsecretario de Paz y Derechos Humanos de la Gobernación de Nariño, Amilcar Pantoja, informó que se reunieron más de 600 migrantes que advirtieron a las autoridades que en las próximas horas estarían llegando unas 4.000 personas más.
Por lo tanto, dijo que si el Gobierno no permite a estas personas avanzar hacia Panamá "estaríamos en una situación muy similar a la que vive Necoclí, tendríamos entonces un gran represamiento de migrantes en la zona de frontera".
De acuerdo con Pantoja, "no hay control en la frontera" ya que los haitianos están transitando por los casi 48 pasos irregulares que existen solo en el municipio fronterizo de Ipiales.
Asimismo, señaló que los migrante le informaron que, inclusive, a ellos les venden unos tours por 300 dólares hasta Medellín.
En ese orden de ideas, la gobernación de Nariño hizo un llamado a la Cancillería colombiana a pronunciarse y a tener en cuenta cuatro puntos necesarios para evitar una crisis en el departamento:
- Incrementar los controles del Ejército Nacional en pasos informales o trochas, para evitar el paso de migrantes por la frontera.
- Mantener los controles viales y judicialización de actores que promuevan el transporte ilegal de migrantes, por parte de Policía de Carreteras y Migración Colombia, en puntos cercanos a Ipiales.
- Ejercer controles viales en puntos perimetrales de Pasto, para evitar el ingreso de migrantes haitianos a la ciudad.
- Hacer control por parte de las autoridades de Policía para evitar la toma de sedes e instalaciones estratégicas para la ciudad y el departamento, para contrarrestar la presión de los traficantes de migrantes a través de los extranjeros, para que se les permita el tránsito hacia Antioquia.