Ante la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, explicó los protocolos para el regreso a clases presenciales para evitar que se generen rebrotes. “Nosotros hemos mantenido como estrategia esencial el distanciamiento de niños, niñas y adolescentes como factor fundamental para poder contener la epidemia, pero según la literatura científica y técnica este tiene unos impactos que deben tenerse en cuenta para poder dimensionar y tomar decisiones frente a lo que implica la necesidad del regreso a clases”, expresó.
El Ministro dijo que el sedentarismo, alteración de rutinas y hábitos del sueño, afectación del desarrollo cognitivo y disminución en la cobertura de valoración integral en salud y vacunación, son los principales impactos negativos en los niños, niñas y adolescentes, producto del confinamiento.
También habló sobre la salud mental y sus alteraciones como ansiedad, depresión, violencia doméstica.
Además, el distanciamiento físico dificulta los vínculos y el contacto social. “Según encuestas nacionales, el 88% de los niños, niñas y adolescentes presentan signos relacionados con salud mental en el comportamiento”, indicó el Ministro.
Ruiz Gómez concluyó que la evidencia científica disponible señala con referencia al Covid-19 que existe en los niños, niñas y adolescentes una menor frecuencia de infección, menor intensidad en la presentación de los síntomas y una transmisión similar a la de los adultos, lo que conlleva a una “situación de dualidad muy compleja de manejar, como es tener una población infantil con efectos sanitarios”, expresó.