Los disturbios ocurridos en la Estación Temporal de Recepción Migratoria en San Vicente, Darién, dejaron un rastro de destrucción. Al menos 250 migrantes irregulares protagonizaron altercados, vandalizando instalaciones y vehículos oficiales.
La situación se desencadenó a raíz de una disputa entre dos mujeres migrantes irregulares por una carpa, que rápidamente atrajo la intervención de sus acompañantes y desencadenó una pelea tumultuaria entre diversos grupos presentes en el lugar.
A pesar de la intervención del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), aproximadamente 250 migrantes continuaron con los disturbios, enfrentándose a las unidades policiales y provocando un despliegue adicional para contener la situación y evitar mayores daños.
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Los destrozos en la estación fueron considerables, como lo confirmó un comunicado emitido por el Servicio Nacional de Migración (SNM): "Estos actos de violencia trajeron como consecuencia afectaciones graves en este albergue, en donde se destruyeron vehículos oficiales y civiles, al menos 10 modulares incendiados, así como el modular del Senafront y Migración, y el centro de operaciones de dicha estación".
COMUNICADO
— SENAFRONT PANAMÁ (@senafrontpanama) March 2, 2024
Migrantes irregulares vandalizan la estación temporal de recepción migratoria, ubicada en San Vicente a unos 10 minutos del centro de Metetí.
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Las autoridades han identificado a 44 migrantes irregulares implicados en los disturbios, quienes enfrentarán cargos por daños a la propiedad del Estado.
La estación, que antes era un refugio moderno y adecuado, ahora yace en ruinas. Con capacidad para albergar a unas 500 personas y proporcionar servicios humanitarios básicos, ahora se encuentra fuera de servicio, agregando presión a una situación ya precaria.
Es importante mencionar que la estación se encuentra ubicada en San Vicente, a unos 10 minutos del centro de Metetí, en la provincia de Darién, donde la densidad de población y los recursos disponibles son limitados, lo que agrava aún más la situación.
Estos incidentes subrayan la urgente necesidad de abordar la creciente presión migratoria en la región. Con más de 68,400 migrantes cruzando el Darién en lo que va de 2024, un aumento significativo con respecto al año anterior, es evidente que se necesitan soluciones sostenibles para abordar esta crisis humanitaria.
Las autoridades insisten en que la migración por el Darién es explotada por el crimen organizado, que lucró aproximadamente $820 millones el año pasado. Sin embargo, tras esta violencia, es imperativo abordar las necesidades humanitarias de los migrantes mientras se garantiza la seguridad de las comunidades locales y la integridad de las infraestructuras fronterizas.