El canciller Carlos Holmes Trujillo advirtió que ningún país solo puede hacerle frente al fenómeno
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Después de varios meses de estudio, Colombia firmó ayer el Pacto Global sobre las Migraciones, un acuerdo que comprometió la voluntad de 184 países que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La firma del pacto se llevó a cabo en la ciudad de Marrakech (Marruecos), donde se realizó la Conferencia Intergubernamental para la Adopción del Pacto Global para una Migración Segura, Ordenada y Regular.
El canciller Carlos Holmes Trujillo García aseguró que “Colombia adopta el Pacto porque ningún país solo puede hacerle frente al fenómeno migratorio”.
En esencia, este Pacto Global “no es legalmente vinculante” para ninguno de los países que lo suscribió, pues el texto “respeta la soberanía de los Estados para gestionar sus fronteras y sus políticas migratorias”.
En cambio sí reconoce “la necesidad” de mejorar la colaboración entre los países firmantes del documento “para aprovechar los beneficios de la inmigración y mitigar los riesgos y los retos que conlleva”.
En esencia, el Pacto Global sobre las Migraciones establece 23 objetivos, algunos muy genéricos como “la cooperación entre los estados firmantes para abordar las causas que motivan la migración”, o a adoptar medidas para “mejorar la migración legal”.
Sin embargo, hay otros objetivos específicos como el compromiso de cada país en particular a “adoptar medidas para evitar la trata de personas, evitar la separación de familias, y el uso de detención de migrantes solo como última opción legal”.
Otros de los objetivos puntuales apuntan a respetar el derecho puntual que tienen los migrantes irregulares de recibir salud y educación en sus países de destino (llegada), y ratifica el compromiso de las naciones firmantes de “mejorar la cooperación a la hora de salvar vidas de migrantes ilegales, con misiones de búsqueda y rescate, y garantizando que no se perseguirá legalmente a quien les dé apoyo de carácter exclusivamente humanitario”.
Y uno de los compromisos más importantes del pacto apunta a que “se garantiza el regreso seguro y digno de los migrantes deportados” y no expulsar a aquellos “que enfrentan un riesgo real y previsible de muerte, tortura u otros tratos inhumanos”.
Mejora política migratoria
De acuerdo con el internacionalista de la Universidad del Rosario, Enrique Serrano López, la firma de este documento “obliga a Colombia a seguir en el empeño de construir una adecuada política migratoria, que hasta el momento no existe”.
Serrano recuerda que la migración es un fenómeno que en todo el mundo afecta a más de 350 millones de personas en especial de Europa, Asia y América, que salen de sus países de origen buscando un mejor futuro y mejores oportunidades de vida.
“Un fenómeno creciente como la migración obliga a todos los países a adecuar sus instituciones a la atención de este flagelo y a trabajar armónicamente con organismos como la Organización Internacional para las Migraciones, y para ello debe adaptar su política interna a los nuevos cambios mundiales”, sostuvo Serrano López.
En ese sentido, el Gobierno colombiano ya había dado un primer paso hace pocos días al expedir el documento Conpes 3950 mediante el cual se trazaron las directrices para la atención humanitaria de más de 1 millón de ciudadanos venezolanos que han ingresado al país desde que comenzó la crisis política en la vecina nación.
Las razones de Colombia
El canciller Trujillo García explicó las razones (ver recuadro) por las cuales Colombia adhirió al Pacto Global sobre las Migraciones.
Recordó que, según Migración Colombia, en los últimos tres años al país han ingresado más de un 1,1 millones de ciudadanos venezolanos, algunos en tránsito. Por ello dijo que “ante un fenómeno global con desafíos globales, nuestra respuesta debe ser igualmente global”.
Trujillo explicó que el tema de la migración debe atenderse con base en tres ejes fundamentales: un eje nacional, con acción inmediata para proveer atención médica y humanitaria, acceso a educación básica para menores de edad y mecanismos de regularización migratoria.
El segundo eje es regional, dijo el Canciller, que busca promover mecanismos de armonización y concertación regional, intercambio de experiencias e información y búsqueda de medidas consensuadas para atender adecuadamente la crisis.
Y en tercer lugar, el funcionario habló del eje multilateral: “Hemos logrado que se reconozca la dimensión transnacional de la crisis migratoria”.
El Canciller pidió, igualmente, que Colombia pueda seguir con el acompañamiento no solo regional sino global “para obtener en condiciones favorables el acceso a los recursos que se necesitan para mantener nuestra respuesta humanitaria y desarrollar las capacidades que requerimos para darle sostenibilidad”.
El próximo 19 de diciembre el Pacto Global sobre las Migraciones será ratificado en nueva votación en la plenaria de la ONU en Nueva York.
Hasta el momento nueves países se han marginado del Pacto: Austria, Australia, Chile, República Checa, República Dominicana, Hungría, Letonia, Polonia y Eslovaquia. Otros seis no se han decidido: Bélgica, Bulgaria, Estonia, Italia, Eslovenia y Suiza.
RECUADRO:
El porqué del pacto
Las siguientes son algunas de las acciones que ha realizado el Gobierno colombiano en el ámbito nacional, regional y multilateral para enfrentar la crisis migratoria, y que motivaron al país a adoptar el Pacto Global sobre Migraciones:
- La migración produce impactos nacionales, regionales y globales.
- Está en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Respeta la soberanía normativa de los estados y su libertad para definir su propia política migratoria.
- La cooperación favorece a 5 millones de colombianos que viven en el exterior.
- No establece la obligación de recibir cuotas de migrantes.
- Fortalece la lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes.
- No insta a la apertura total de fronteras ni a la llegada masiva de migrantes.
- Facilita y abarata las remesas de los migrantes.
- Promueve mecanismos de protección para las mujeres y los niños.
- Colombia adopta el Pacto como un nuevo acto de fe en el multilateralismo.