Colombia sigue trabajando en el objetivo de elevar a por lo menos el doble las 5.400 camas que tiene en las unidades de cuidados intensivos (UCI) en todo el país, con el fin de tener la capacidad para atender el posible pico por el Covid-19.
La buena noticia es que desde el punto de vista nacional la mayor parte de las mismas ya están desocupadas, pues hasta hace algunas semanas en el 80% había pacientes por otras enfermedades. Sin embargo, la situación no es la misma si se mira por regiones.
Recientemente la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo (AMCI) presentó una serie de datos acerca de la oferta nacional de UCI, indicando que “por REPS ( Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud) (marzo de 2020), las UCIS intensivas habilitadas en el país para pacientes graves que requieren ventilación y personal especializado asciende a 5.346 camas”.
No obstante indicó en esa oportunidad que “80% de las camas de UCI están ocupadas (puede ser mayor o menor si las medias de atención del paciente mayor con morbilidades no se interrumpen)”.
Sobre el particular ayer EL NUEVO SIGLO consultó al doctor José Luis Accini Mendoza, presidente de AMCI, quien coincidió con las proyecciones del Ministerio de Salud en materia del número de camas que se tendrá en UCI.
“Nosotros tenemos la misma cifra más o menos para 12 semanas, que se extiende más allá del mes de julio, quizá hasta mediados de agosto, se van a tener un poco más de 9.400 o 9.500 camas. Eso coincide más o menos con lo que el Gobierno ha establecido”, señaló el internista Accini.
Añadió el médico especialista que “tenemos en este momento asegurado más de 5.400 camas de UCI a nivel nacional que se está ocupando en este momento alrededor del 4% o 5%”. Agregó que “para el momento actual estamos muy bien en cuanto a que la capacidad instalada supera de una manera significativa la demanda que estamos teniendo”.
No obstante el doctor Accini puso de presente que “no es así en todo el territorio nacional porque la distribución de UCI no es equitativa”.
El profesional puso como ejemplo que mientras en Medellín y Bucaramanga las UCI están desocupadas, el Hospital Universidad del Norte, en donde él es el jefe de cuidados intensivos está al tope.
Explicó que este centro asistencial queda muy cerca del municipio de Soledad (Atlántico), “qué se puede esperar si las medidas de confinamiento en esta población no se adoptaron de una manera rigurosa. Tenemos una bomba ahí al frente del Hospital, y prácticamente mis camas de cuidados intensivos están al techo y hemos tenido que remitir pacientes para otros servicios”.
Por ello señaló que “esos 200 pacientes o 140, o 170 eso se mueve todos los días en el territorio nacional en UCIS. Es posible que no esté distribuido de manera homogénea y que en ciertos sectores ese pequeño porcentaje ya termina siendo un valor significativo”.
Talento humano
De otra parte el doctor Accini dijo que hay alguna inquietud en la población sobre el talento humano que se va a necesitar para las más de 4.000 camas adicionales en las UCIS que serán instaladas, porque principalmente oyen a algunos mandatarios regionales que las van a implementar en carpas de campaña u otras infraestructuras fuera de los hospitales.
Sobre el particular Accini enfatizó que las 5.400 camas que hay en UCI “son manejadas por especialistas dentro de unas instituciones que tradicionalmente manejan servicios críticos y que están habilitados como tal. Esa parte no tiene por qué quedar dudas a nadie que van a ser unos buenos servicios”.
No obstante dijo que se están haciendo los esfuerzos para que esas más de 4.000 nuevas camas UCI cuenten con lo necesario en talento humano y equipos. Empero señaló “cuando lleguemos al pico epidémico estaremos en guerra, y en guerra es posible que muchas cosas cambien y que no esté el intensivista presencial, porque los intensivistas también se pueden enfermar, pero podemos hacer estrategias de virtualidad a través de telexperticias, eso es lo que ha montado la AMCI a través de su red de apoyo”.
Agregó “lo que le damos a la gente es un parte de tranquilidad porque estamos tratando de ser congruentes con ese número de camas, que no sea solamente cama y tecnología sino que si va a haber un recurso humano, que no necesariamente sea el de alta especialización, sí tenga por los menos un intensivista, así sea desde el punto de vista de la virtualidad”.