Al menos 500 personas han tenido que huir de sus hogares y unas 1.000 familias se encuentran confinadas en el municipio de Alto Baudó, en el departamento del Chocó, según las autoridades.
El alcalde, Ariel Salazar, ha explicado que "los combates de anoche generaron el desplazamiento de cerca de 500 personas y el confinamiento de alrededor de 1.000 familias" en la zona sur del municipio, según recoge la emisora colombiana RCN.
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Mientras, el personero municipal, Israel Serna Mosquera, ha indicado que aún no se ha podido concretar qué grupos armados participaron en los enfrentamientos.
"No sabemos si el ejército estuvo involucrado, pero sí sabemos que las AGC y la guerrilla del ELN tienen presencia en la zona", mencionó en referencia a los paramilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Las comunidades indígenas de Iruto, Pueblo Nuevo, Tundó, el Chorro, Caizamo y Nuncidó han sido las más afectadas, con unos seis menores desaparecidos como consecuencia de los combates. "En Nucidó, cinco bebés de 15 días de nacido y cinco meses fueron abandonados al huir las familias. En Caizamo, toda la población se desplazó al monte durante la noche y un niño de cinco años se encuentra desaparecido", ha denunciado.
También en Chocó, diez comunidades indígenas pertenecientes al Resguardo Tarena se desplazaron hacia Tarena Central, en Tadó, tras el asesinato del profesor Harrinson Oky, quien también ejercía como líder indígena en el municipio de Unión Panamericana.
La Defensoría del Pueblo ha emitido una alerta temprana para advertir del riesgo que corren las comunidades indígenas ante la presencia de grupos armados ilegales en poblaciones ubicadas entre el Chocó y Risaralda.
Las comunidades afectadas y desplazadas son: Brisa Jobaró, Bacoda, Alto Silencio, Mondó Medio, Alto Tarena, Piedra Blanca, Agua Clara, Guillermina, Duave, Elezar Moña y Mombará.