Presidente Duque lidera en la Casa de Nariño varias reuniones diarias sucesivas (y a veces casi simultaneas) de la “Conversación Nacional” con las que aspira desactivar la presión social
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Desde el Salón de Conferencias, pasando por el Salón Gobelinos y hasta el Salón Bolívar, el presidente Iván Duque recorre los estrechos pasillos de la Casa de Nariño para reunirse con los distintos sectores del país.
Ayer desde las 6 de la mañana comenzó el diálogo con los camioneros. Siguieron los representantes de Transparencia. Y terminó con los ambientalistas. Han sido horas en las que el Jefe de Estado ha escuchado casi que en silencio la interminable lista de reclamos que tienen los distintos sectores. En la mayoría de sus intervenciones ha dicho que los problemas por los que le reclaman “son problemas que han envejecido mal”.
Al caminar por la alfombra roja que tapiza el Palacio Presidencial o al entrar a los imponentes salones donde se reúnen los sectores sociales, aquellos que nunca han entrado a Palacio se sienten abrumados por la decoración de otro siglo que es protagonista en la casa de Gobierno. El yeso en las paredes, los cuadros de los grandes maestros, las cortinas que hacen juego con la pintura y las lámparas ostentosas. Los salones en Palacio son antiguos, tal vez anacrónicos, imponentes. Solo uno, Conferencias, en donde se reunió con los ambientalistas, tiene un aire moderno. Quizás por eso es que allí es donde el Mandatario realiza la mayoría de las ruedas de prensa.
Más allá de la arquitectura y decoración del Palacio Presidencial, Duque ha recibido a todos los sectores. Sin embargo, ya sufrió el primer desplante. El Comité Nacional de Paro aseguró que el diálogo se debe concentrar en ellos mientras que el Gobierno insiste en que se debe incluir a todos los sectores.
Al diálogo por la educación citado en la noche del miércoles no asistieron la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) ni los voceros de los estudiantes –la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (Acrees) y la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Unees)– quienes han promovido el paro.
Pese a que la ministra de Educación, María Victoria Angulo, aseguró que la convocatoria es el primer paso para escuchar a todos los sectores, los estudiantes insistieron en que con quienes se debe sentar el Gobierno es con quienes adelantan las manifestaciones.
“El Gobierno tiene el derecho de llamar a una conversación cuando él lo considere pertinente, pero en este caso, en este contexto nacional, creemos que debe ser una prioridad resolver y atender los problemas que plantea el comité promotor del paro nacional, y que el Gobierno ha decidido desconocer como un interlocutor válido”, sostuvo Jennifer Pedraza, directiva de Acrees.
Pedraza indicó que no es verdad que no quieran dialogar con el Ejecutivo nacional: “Hace un año venimos dialogando, señalando cuáles son los puntos del acuerdo que el Gobierno ha decidido incumplir, como la financiación de la ciencia y la tecnología. Nosotros no tenemos ningún problema en dialogar, pero me parece que el Gobierno no está estableciendo en estas conversaciones la urgencia que tiene el país y que nos llevaron a parar el 21 de noviembre y a continuar con la movilización nacional”.
Garzón
Sin embargo, ayer el Gobierno sacó una carta que ha ayudado a resolver algunos conflictos sindicales en el país y que le ha quitado la presión social, no solo a este sino a otros mandatarios: el ex vicepresidente Angelino Garzón. El actual embajador de Colombia en Costa Rica llegó a la Casa de Nariño apoyado en su bastón y con su edecán de confianza, pese a que dice que aún no hay avances, su presencia puede ayudar a destrabar el diálogo.
“Explorar todas las posibilidades de solución. Todos tenemos que ceder: el Gobierno, el Comité del Paro, empresarios y todos para buscar soluciones que le sirvan a Colombia. Lo importante es iniciar las conversaciones para definir una hoja de ruta que permita destrabar los contactos. Hay que explorar todas las posibilidades y estamos en esa fase exploratoria. El presidente Duque nos ha dicho que exploremos todas las posibilidades y el Gobierno no cierra la puerta a cualquier posibilidad”, dijo Garzón.
Un primer diálogo
En cada uno de los encuentros de ayer, los distintos sectores se manifestaron. Las reuniones tenían convocadas a más de 40 personas que aprovechaban cualquier momento para romper el protocolo y manifestar sus necesidades. En todos los encuentros el Gobierno encontró que este es apenas un primer diálogo de una larga cadena que debe desembocar en decisiones concretas.
De los que visitaron ayer la Casa de Nariño, el único gremio que rodeó completamente al Gobierno nacional fue el camionero que, en palabras del presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC), Adolfo Medrano, respalda a Duque “porque el transporte de carga no se puede prestar para desestabilizar el país e incendiarlo”.
El Mandatario ha presenciado pacientemente cada uno de los diálogos, se ha sentado a manteles con cada uno de los gremios, ha dicho y reiterado lo mismo. De hecho, durante el encuentro con los ambientalistas dijo que “hay problemas que se han incubado por años. Se han perdido 200.000 hectáreas y eso no comenzó con este Gobierno. Nosotros queremos que se reduzca en 50%. Bienvenido que se haga más. Yo valoro la ciudadanía. En el caso de la resolución que generó debate, cuando se generó la polémica y yo indagué, y llamé a los funcionarios, y ellos me dijeron esta es una resolución que venía de años anteriores, y se trató de hacer una precisión para que no hubiera un vacío. Al hablar con los expertos se tomó una solución y se tomó acción. Nadie en este Gobierno busca la destrucción del patrimonio natural”.
Si bien en esa conversación un sector de los ambientalistas insistió en que el Gobierno se siente con el Comité Nacional de Paro, algunos otros iniciaron un cronograma de trabajo para evaluar lo que necesita el país en ese tema.
El presidente Duque insiste en que se debe generar confianza para dialogar y concluye diciendo que, “si bien me corresponde recibir críticas acumuladas por años, aquí hay conflictos ambientales que han envejecido mal por años y todavía hoy lo que queremos es darle respuesta a la protección de la gente que está en esos territorios”.